Eduardo Lázaro | El frío ya está instalado por completo en el ambiente. No por ello vamos a ser frívolos en demasía. Más que nada porque está en juego una de las más importantes promesas en el panorama futbolístico español. Los diarios del lunes nos despertaban con la imagen de Bojan Krkic desolado en el banquillo del Camp Nou, anunciándonos a bombo y platillo que algo pasa. Si eso es poca frivolidad, que venga Dios y lo vea. Es de memos repetir por enésima vez que estamos hablando de un joven de 18 años. Que tiene todo el mundo por delante, y que como ya dije en mi Carta abierta a Bojan Krkic, depende de su capacidad de desarrollo y mentalidad que un día llegue al elenco de delanteros españoles de leyenda.
Ahora pongámonos en situación. Una locomotora de hacer fútbol (fútbol de salón, del bueno, no hablo de fútbol en el sentido rácano-madridista) como es esta temporada en mayor medida que las anteriores el FC Barcelona, se ve frenada y apunto de descarrilar por el rigor defensivo e inteligencia planteados por Víctor Muñoz, míster del Getafe con contrato hasta fin de obra (los que hayan trabajado así, sabrán que en esta tipología de contratos te pueden echar a la calle a la mínima que la cosa se tuerza sin mediar más explicación). Bojan, estrenando titularidad, ahogado. Su partenaire por la otra banda extraviado en similares circunstancias. Entonces, un entrenador inteligente (sin más inteligencia que la mía o la de ustedes, porque no es precisa) decide que necesita abrir el campo, ensancharlo, dar movilidad y verticalidad, en definitiva, crear juego y por tanto ocasiones. Para ello debe sustituir a Bojan y dar entrada a la voz de la experiencia, Thierry Henry. Se logró un gol y gracias.
El resto ya lo sabemos todos, Bojan al banquillo y los compañeros diciendo "no ploris nen, que no passa gens". Pues sí que pasa, no sé si para el que me lea también, pero a mi me pasa. Y es que cuando un jugador está en juveniles, o en cualquier otra categoría de cantera, el entrenador debe hacer un trabajo fundamental como es pulir las mejores cualidades y descubrir otras nuevas en el chaval. Bojan es un chaval, en efecto. Pero es un jugador del primer equipo con todas las consecuencias. Y las consecuencias son que el interés común está por encima de Bojan Krkic, de Samuel Eto'o o del vicepresidente primero, responsable del área social y portavoz del club Alfons Godall i Martínez. Si el entrenador toma una decisión es en beneficio del bloque (como a la postre se demostró) y Bojan al banquillo sin rechistar. Y en vez de salir los chupatintas de los diarios sensacionalista-deportivos a decir sandeces acerca del tema deberían asumirlo como algo normal. Como una simple sustitución. No buscar el morbo y dispararar a bocajarro.
Es cierto que lloraba sí, pero dudo mucho que lo suyo fueran lágrimas de derrota, de pesadumbre, de indecisión o de no saber por donde le pega a uno el aire. No me lo ha dicho personalmente, ni falta que me hace. Pero pondría las manos en el fuego porque Bojan lloraba de rabia, de mala baba, de saber que te has visto perdido en el entramado defensivo del rival y de que darías las criadillas por volver a entrar en el campo y reventar el arco contrario a base de goles y conseguir hacer vibrar a la afición, a tu afición. Y evidentemente, el noi de Santpedor, que es quien ahora grita desde la banda y da órdenes, que como perro viejo que es ha llegado a tocar con la punta de los dedos el cielo de la Ciudad Condal mucho antes que Krkic, sabe mejor que nadie que el camino a la gloria está jalonado de experiencias y aprendizaje. Tanto sobre el tablao verde de cada domingo como fuera. Y tan importante es bailar y no perder el paso, como lo es saber bajarse y dejar que salga otro a encender el mambo. Y por supuesto, todo ello, forjará el carácter y el espíritu de un jugador al que aún le quedan varias estaciones para llegar a su destino. Y su destino no es otro que el triunfo.
Por tanto, sostengo que no hay que sacar las cosas de quicio y que Pep, sabedor de su origen, sabe lo que se está haciendo con el joven. Recuerdo que el miércoles enchufó otro golito en Champions después de todo esto. Ahora invito a los de la pluma amarilla y cachonda de los diarios deportivos a escribir acerca de la sonrisa del chico en la celebración del gol. Yo no lo leeré; estaré leyendo el Mortadelo. Amén.
Vía | Más que Fútbol
Imagen | Archivo, Salir a Ganar, Sport, Eurosport
Más que Fútbol ● 2008
Ahora pongámonos en situación. Una locomotora de hacer fútbol (fútbol de salón, del bueno, no hablo de fútbol en el sentido rácano-madridista) como es esta temporada en mayor medida que las anteriores el FC Barcelona, se ve frenada y apunto de descarrilar por el rigor defensivo e inteligencia planteados por Víctor Muñoz, míster del Getafe con contrato hasta fin de obra (los que hayan trabajado así, sabrán que en esta tipología de contratos te pueden echar a la calle a la mínima que la cosa se tuerza sin mediar más explicación). Bojan, estrenando titularidad, ahogado. Su partenaire por la otra banda extraviado en similares circunstancias. Entonces, un entrenador inteligente (sin más inteligencia que la mía o la de ustedes, porque no es precisa) decide que necesita abrir el campo, ensancharlo, dar movilidad y verticalidad, en definitiva, crear juego y por tanto ocasiones. Para ello debe sustituir a Bojan y dar entrada a la voz de la experiencia, Thierry Henry. Se logró un gol y gracias.
El resto ya lo sabemos todos, Bojan al banquillo y los compañeros diciendo "no ploris nen, que no passa gens". Pues sí que pasa, no sé si para el que me lea también, pero a mi me pasa. Y es que cuando un jugador está en juveniles, o en cualquier otra categoría de cantera, el entrenador debe hacer un trabajo fundamental como es pulir las mejores cualidades y descubrir otras nuevas en el chaval. Bojan es un chaval, en efecto. Pero es un jugador del primer equipo con todas las consecuencias. Y las consecuencias son que el interés común está por encima de Bojan Krkic, de Samuel Eto'o o del vicepresidente primero, responsable del área social y portavoz del club Alfons Godall i Martínez. Si el entrenador toma una decisión es en beneficio del bloque (como a la postre se demostró) y Bojan al banquillo sin rechistar. Y en vez de salir los chupatintas de los diarios sensacionalista-deportivos a decir sandeces acerca del tema deberían asumirlo como algo normal. Como una simple sustitución. No buscar el morbo y dispararar a bocajarro.
Es cierto que lloraba sí, pero dudo mucho que lo suyo fueran lágrimas de derrota, de pesadumbre, de indecisión o de no saber por donde le pega a uno el aire. No me lo ha dicho personalmente, ni falta que me hace. Pero pondría las manos en el fuego porque Bojan lloraba de rabia, de mala baba, de saber que te has visto perdido en el entramado defensivo del rival y de que darías las criadillas por volver a entrar en el campo y reventar el arco contrario a base de goles y conseguir hacer vibrar a la afición, a tu afición. Y evidentemente, el noi de Santpedor, que es quien ahora grita desde la banda y da órdenes, que como perro viejo que es ha llegado a tocar con la punta de los dedos el cielo de la Ciudad Condal mucho antes que Krkic, sabe mejor que nadie que el camino a la gloria está jalonado de experiencias y aprendizaje. Tanto sobre el tablao verde de cada domingo como fuera. Y tan importante es bailar y no perder el paso, como lo es saber bajarse y dejar que salga otro a encender el mambo. Y por supuesto, todo ello, forjará el carácter y el espíritu de un jugador al que aún le quedan varias estaciones para llegar a su destino. Y su destino no es otro que el triunfo.
Por tanto, sostengo que no hay que sacar las cosas de quicio y que Pep, sabedor de su origen, sabe lo que se está haciendo con el joven. Recuerdo que el miércoles enchufó otro golito en Champions después de todo esto. Ahora invito a los de la pluma amarilla y cachonda de los diarios deportivos a escribir acerca de la sonrisa del chico en la celebración del gol. Yo no lo leeré; estaré leyendo el Mortadelo. Amén.
Vía | Más que Fútbol
Imagen | Archivo, Salir a Ganar, Sport, Eurosport
Más que Fútbol ● 2008