viernes, 28 de noviembre de 2008

Tirando a dar | T'estàs fent un home, Bojan Krkic

Eduardo Lázaro | El frío ya está instalado por completo en el ambiente. No por ello vamos a ser frívolos en demasía. Más que nada porque está en juego una de las más importantes promesas en el panorama futbolístico español. Los diarios del lunes nos despertaban con la imagen de Bojan Krkic desolado en el banquillo del Camp Nou, anunciándonos a bombo y platillo que algo pasa. Si eso es poca frivolidad, que venga Dios y lo vea. Es de memos repetir por enésima vez que estamos hablando de un joven de 18 años. Que tiene todo el mundo por delante, y que como ya dije en mi Carta abierta a Bojan Krkic, depende de su capacidad de desarrollo y mentalidad que un día llegue al elenco de delanteros españoles de leyenda.

Ahora pongámonos en situación. Una locomotora de hacer fútbol (fútbol de salón, del bueno, no hablo de fútbol en el sentido rácano-madridista) como es esta temporada en mayor medida que las anteriores el FC Barcelona, se ve frenada y apunto de descarrilar por el rigor defensivo e inteligencia planteados por Víctor Muñoz, míster del Getafe con contrato hasta fin de obra (los que hayan trabajado así, sabrán que en esta tipología de contratos te pueden echar a la calle a la mínima que la cosa se tuerza sin mediar más explicación). Bojan, estrenando titularidad, ahogado. Su partenaire por la otra banda extraviado en similares circunstancias. Entonces, un entrenador inteligente (sin más inteligencia que la mía o la de ustedes, porque no es precisa) decide que necesita abrir el campo, ensancharlo, dar movilidad y verticalidad, en definitiva, crear juego y por tanto ocasiones. Para ello debe sustituir a Bojan y dar entrada a la voz de la experiencia, Thierry Henry. Se logró un gol y gracias.

El resto ya lo sabemos todos, Bojan al banquillo y los compañeros diciendo "no ploris nen, que no passa gens". Pues sí que pasa, no sé si para el que me lea también, pero a mi me pasa. Y es que cuando un jugador está en juveniles, o en cualquier otra categoría de cantera, el entrenador debe hacer un trabajo fundamental como es pulir las mejores cualidades y descubrir otras nuevas en el chaval. Bojan es un chaval, en efecto. Pero es un jugador del primer equipo con todas las consecuencias. Y las consecuencias son que el interés común está por encima de Bojan Krkic, de Samuel Eto'o o del vicepresidente primero, responsable del área social y portavoz del club Alfons Godall i Martínez. Si el entrenador toma una decisión es en beneficio del bloque (como a la postre se demostró) y Bojan al banquillo sin rechistar. Y en vez de salir los chupatintas de los diarios sensacionalista-deportivos a decir sandeces acerca del tema deberían asumirlo como algo normal. Como una simple sustitución. No buscar el morbo y dispararar a bocajarro.

Es cierto que lloraba sí, pero dudo mucho que lo suyo fueran lágrimas de derrota, de pesadumbre, de indecisión o de no saber por donde le pega a uno el aire. No me lo ha dicho personalmente, ni falta que me hace. Pero pondría las manos en el fuego porque Bojan lloraba de rabia, de mala baba, de saber que te has visto perdido en el entramado defensivo del rival y de que darías las criadillas por volver a entrar en el campo y reventar el arco contrario a base de goles y conseguir hacer vibrar a la afición, a tu afición. Y evidentemente, el noi de Santpedor, que es quien ahora grita desde la banda y da órdenes, que como perro viejo que es ha llegado a tocar con la punta de los dedos el cielo de la Ciudad Condal mucho antes que Krkic, sabe mejor que nadie que el camino a la gloria está jalonado de experiencias y aprendizaje. Tanto sobre el tablao verde de cada domingo como fuera. Y tan importante es bailar y no perder el paso, como lo es saber bajarse y dejar que salga otro a encender el mambo. Y por supuesto, todo ello, forjará el carácter y el espíritu de un jugador al que aún le quedan varias estaciones para llegar a su destino. Y su destino no es otro que el triunfo.

Por tanto, sostengo que no hay que sacar las cosas de quicio y que Pep, sabedor de su origen, sabe lo que se está haciendo con el joven. Recuerdo que el miércoles enchufó otro golito en Champions después de todo esto. Ahora invito a los de la pluma amarilla y cachonda de los diarios deportivos a escribir acerca de la sonrisa del chico en la celebración del gol. Yo no lo leeré; estaré leyendo el Mortadelo. Amén.

Vía | Más que Fútbol
Imagen | Archivo, Salir a Ganar, Sport, Eurosport

Más que Fútbol ● 2008

miércoles, 26 de noviembre de 2008

20.45, quinta jornada | Heróica bajo la nieve (?)

Andrés Pérez | Bielorrusia, en ruso, significa literalmente Rusia Blanca. Interesante acepción, dirán ustedes. Poco meritoria, alegarán. No les quitaré la razón. No tiene ningún mérito comenzar una crónica tan fácil con un dato tan inverosímil a la hora de hablar de fútbol. Dejando a un lado las metáforas literarias a las que tanto se da Más que Fútbol la frase inicial de este post no deja de ser una obviedad comprobable en cualquier enciclopedia del mundo. En resumidas cuentas, no tiene mérito. Es fácil, es poco original, suena repetitivo. El Real Madrid fue inmensamente superior al BATE Borisov, el mejor equipo de la paupérrima liga bielorrusa, la liga de la blanca Rusia. Resultó tan obvio el partido, resultó tan previsible, tan exigible para el equipo de Schuster que se desarrollara tal y como se desarrolló que ni la excusa del frío sirvió para paliar los últimos diez minutos de dominio bielorruso e incordio en el área madridista. Tan inocente tal incordio como el propio BATE. El dato con el que este post se inicia no tiene mérito. Que el Madrid ganara ayer 0-1 y se clasificara para los octavos de final de la Copa de Europa, tampoco.

Comienzo así, beligerante, porque temo ya los comentarios de los forofos que escriben en periódicos madridistas. Los temo al escuchar la radio y los temo al leer las palabras de Calderón. Me alegro por el pase madridista, de verdad, pero no comparto la visión tan optimista de tal consecución. Afirma Calderón nada más terminar el encuentro que el Madrid ha vuelto a la senda del año pasado, por otro lado la misma que sucumbió ante el Roma. Da igual que la memoria de Calderón sea tan escasa como su habilidad a la hora de frenar sus impulsos y da igual que fuera el BATE Borisov quien estuviera delante. El Madrid jugó bien, trianguló con orden y en defensa no sufrió a excepción de los últimos diez minutos, pero eso no es ningún síntoma de recuperación ya que incluso bajo mínimos es lo único que se podía exigir al equipo de Schuster. Dominar a un invitado en competición europea, a un equipo de cuarta fila cuyo honor intenta sustituir su falta de calidad, normalmente con nulo éxito ante equipos de reputada historia y amplio presupuesto. Dirán que nunca alabo nada de lo que haga el Madrid. Si es así se debe a que al Madrid, por historia, presupuesto y jugadores se le debe exigir más de lo que ofrece. Es más, un 0-1 en Minsk me parece parco. Burdo. Aburrido. Mediocre.

Repito que el partido fue bueno por parte del Madrid. Guti y Sneijder manejaron a su antojo a un centro del campo de la blanca Rusia tan desorganizado como falto de calidad y entrenamiento táctico, y a partir de ahí el camino estuvo despejado más allá de la nieve que lo rodeaba. Más aún tras el gol de Raúl, el enésimo en competición europea, que despejó cualquier duda por si alguien creía que el BATE tenía recursos suficientes como para poner en aprietos al Real Madrid. El equipo de Schuster salió concentrado, sabedor de sus posibilidades y de sus responsabilidades, y no falló. No tiene más mérito que el de cumplir la obligación de ser superior cuando tu propia idiosincrasia te obliga a serlo. A pesar de que el Madrid siempre fue mejor, a pesar de que las escasas internadas en el área de Casillas nunca depararan un disparo a puerta del rival, a pesar de la solvencia de Pepe atrás, si hay algo achacable al partido de ayer fue la falta latente de un delantero que, a la hora de la verdad, saque las castañas del fuego. La hora de la verdad entendida, claro está, como la hora en la que ganar deja de ser una obligación y se convierte en un auténtico logro. Hablo de los cuartos de final, de las semifinales, allí donde Raúl tiene que resucitar realmente, allí donde Heinze debe despertar, allí donde Guti debe tener los galones que jamás ha tenido ante las citas importantes.

Con todo esto no pretendo criticar al Madrid de anoche, sino a toda la parafernalia que rodea a los púlpitos madridistas cada vez que el equipo vence en Europa y a lo sumo Raúl consigue marcar un gol. El Madrid tiene síntomas de mejora evidente como supone la llegada de Sneijder y Pepe, pero se plantean serias dudas ante la escasez de delanteros que suplan con garantías a Van Nistelrooy e Higuaín. Una lesión del segundo más la ya conocida del primero han deparado un balance desolador: a pesar del tanto de Raúl el Madrid ha desaprovechado de manera lamentable como mínimo tres contraataques claramente aprovechables. La delantera sin los dos delanteros anteriormente citados no da la talla. A pesar de las machadas de Raúl. amén del esfuerzo por dejarse notar de Saviola. Queda por ver qué sucedera cuando el mal llamado Tourmalet de la Liga le llegue o el rival de octavos en Europa sea conocido. Entonces se calibrará de nuevo el nivel del Madrid. Entonces tocará aplaudir si vence, entonces tocará venerar a Raúl si desencaja partidos, será entonces cuando me rinda ante el criterio de Guti y el acierto táctico de Schuster por así decirlo. Pero hasta entonces permitan que no considere las victorias ante el BATE Borisov y el Recreativo dos consecuciones dignas de ser alabadas.

Dejando a un lado el Madrid, el Villarreal empató de nuevo a cero ante el Manchester. Van cuatro. Muy meritorio a pesar de la sensación agridulce que el partido pueda dejar en el aficionado castellonense, acostumbrado últimamente al éxito sin paliativos de su equipo. Es un éxito que un equipo como el Villarreal en cuatro partidos no conceda un sólo gol al Manchester United, tricampeón de la Copa de Europa y el club con más dinero no externo del mundo. Historia pura frente a futuro, y el Villarreal lo ha sabido llevar, lo ha sabido aguantar, lo ha sabido superar. El empate debe saber a victoria, no debemos olvidar quién es el Villarreal -el quién será es más atractivo, pero el futuro siempre está por llegar, a pesar de lo redundante que esto suene- y quién estaba enfrente. El vigente campeón. La victoria en la última jornada ante el Celtic le da el pase al equipo de Pellegrini y un buen partido, a secas, debería bastar para pasar a la siguiente ronda. De hecho ya lo consiguió en Escocia el año de Riquelme. Aunque fue con Forlán y ante el Rangers.

Vía | As, Marca, Más que Fútbol, Wikipedia
Imagen | Marca

Más que Fútbol ● 2008

lunes, 24 de noviembre de 2008

La misma paradoja de siempre (Jornada 12)

Andrés Pérez | Ding-dong. Fin de semana de campanas. De contrastes en general, de visiones diferentes, de soñadores que despiertan y de pesimistas que resultan no serlo tanto. De fútbol en general. Del archiconocido cuento de la lechera y de los clichés habituales en la zona mixta y ruedas de prensa. Fin de semana, en resumen, de resultados inesperados. Es decir, de un Madrid que a pesar de mantener un cáncer latente en el banquillo y en el terreno de juego, a pesar de estar en una situación más crítica que el resto de favoritos, a pesar de ello, insisto, ha sido el mayor beneficiado de la jornada. Paradojas de la vida, dirán, pero es la tónica de los últimos años. El Barça se hundió sin Messi en el Camp Nou. Plano, gris, aburrido, horizontal, sin chispa, sin sonrisa, sin gol, sin desborde. Sin Messi. El Getafe de Víctor Muñoz, al que se le podrá reprochar muchas cosas a excepción del orden defensivo del que hacen gala todos sus equipos supo ahogar al equipo de Guardiola en el que Hleb y Bojan desaparecieron durante toda una primera parte, inutilizando el 66% del ataque barcelonista durante un sólo tiempo. Y eso, sin Messi, es definitivo.

Lo fue porque al equipo baulgrana no le sirvió la refrescante entrada de Henry -aunque parezca mentira, ya saben, aquello de que está discutido- y de Pedrito para nada. Se hizo corto el asedio a la portería de Abondanzzieri y tan sólo el gol oportunista de Keita de nuevo rematando a placer salvó las castañas del fuego a un equipo que por lo pronto y a pesar de mantener el liderato y seguir siendo el favorito número uno se ha dado un golpe contra el suelo de los que duelen. No todo es hoy meto seis goles, mañana cinco, cualquiera me sirve en el once que confeccione, soy candidato y me llevo todos los títulos. De vez en cuando los astros, esa ciencia difusa llamada suerte a la que se agarran tantos y tantos entrenadores, no están de tu lado y de vez en cuando el Getafe, de tradición mosca zumbona para el Barcelona ahoga al equipo catalán. Ayer lo hizo. Bastó una buena jugada de Manu del Moral nada más iniciarse el partido para que el Barça se desorientada. Acostumbrado como está a conceder pocos goles y cuando tiene el partido dominado, aquello le dejó en estado de shock.

Bojan -se me antoja imprescindible hablar de su situación- se perdió en un hábitat que no le corresponde, la banda, y a Hleb se le pidió que fuera Iniesta. No lo es. No lo fue. No lo será. No aportó nada por andar desubicado, por lo que, sumado a la poca inspiración o falta de amistades en la delantera de Eto'o, inutilizó el ataque barcelonista. Henry y Pedrito dieron más pero poco más. Empate merecido. Empate que espolea al Madrid al optimismo ronceril, ese del que hacen gala tantos y tantos periodistas cuando el equipo gana y que tiñe con un aroma casposo el Marca y el As cada fin de semana. La realidad es otra, o más bien, la misma que hace una semana. El gol de Sneijder fruto de la colocación equivocada en el lugar equivocado a la hora equivocada de un defensa del Recreativo de Huelva no debería ocultar lo que ante el Valladolid era evidente. Falta de orden atrás, falta de creatividad en el centro del campo y una falta de inspiración total de Guti y Sneijder, a pesar del gol. El Madrid ganó y se salvó gracias a que el Recreativo, con todos los respetos, es el Recreativo. Huele mal. A segunda. Un hedor horrible y que ensucia toda una temporada, día a día. Cualquier otro equipo, un mediocre Bate o un inspirado Zénit, le hubiera vencido. Tiempo al tiempo. De momento Schuster vive.

Y finalmente, cúmulo de despropósitos en Vila-real. Debió ser un partido apasionante para un buen seguidor del Valladolid y la prueba irrefutable para un servidor de que el Villarreal dista de ser un equipo plenamente capacitado para luchar por todo. Llevo repitiendo esto semanas, partido tras partido, pero al buen juego del Villarreal no le acompaña una defensa fiable y cuando la creatividad de los de arriba se acaba el equipo sufre. Ni que decir tiene que su actual comportamiento de equipo grande que no es y de suficiencia altiva frente a menores actualmente como el Aalborg o el propio Valladolid no se corresponden ni con su capacidad competitiva ni con su historia. El Villarreal es un grandísimo equipo. Capaz de destrozar a cualquiera, sí, pero con el toque de suerte del que hacen gala los grandes para luchar por todo. Está en el camino de conseguir ese don, pero no se debe vender la piel del lobo antes de cazarla. El mismo sábado del Madrid y del Villarreal, el Sevilla y el Valencia nos regalaron un lamentable partido para cualquier espectador. Prefiero no comentarlo. Aunque reconozco que el hecho de que Luis Fabiano y Villa no marcaran me entristece. Antifútbol.

Mientras por arriba Barça y Madrid comienzan a abrir brecha moral y el Atlético se afianza en la UEFA, por abajo la Liga comienza a adquirir los tintes preocupantes que en abril se tornarán en dramáticos. Osasuna personifica esto a la perfección. Ayer ganó por primera vez pero su situación es la de un equipo descompuesto por las dudas, desconfiado de sí mismo y con la moral minada golpe tras golpe. Sé que es la jornada 12 y que queda un mundo y tres cuartos por delante para mejorar el equipo, sé que probablemente tras escribir este humilde párrafo Osasuna encauce cinco victorias seguidas y sé que no debo desistir de cazar el oso antes de que se escape pero aún así, a pesar de todo ello, no puedo evitar encontrar el caso de Osasuna especialmente grave. Comparado al menos con la plantilla del Athletic, de mayor calidad para evitar bajar por primera vez a Segunda. No es descabellado. El Deportivo desmenuzó al equipo ayer atrás y tan sólo la esperanza de que los jóvenes talentos como Susaeta, Javi Martínez, Amorebieta o Vélez terminen de explotar insufla ánimos al equipo. Debo admitir que el Athletic tiene un equipo de futuro prometedor y la actual lucha por no bajar fogueará a éste para el futuro. Hasta entonces, tocará sufrir. Como al Numancia, Recreativo, Espanyol, etc.

Resultados |

Mallorca 2 - 2 Málaga
Sporting 1 - 2 Betis
Racing 3 - 0 Espanyol
Numancia 1 - 1 Atlético
Osasuna 3 - 1 Almería
Barcelona 1 - 1 Getafe
Deportivo 3 - 1 Athletic
Villarreal 0 - 3 Valladolid
Real Madrid 1 - 0 Recreativo
Sevilla 0 - 0 Valencia

Clasificación | (pincha aquí)

Magnífico gol de Manu del Moral para que el Barça rebaje la euforia acumulada |



Vía | As, Marca, Más que Fútbol, YouTube
Imagen | Marca

Más que Fútbol ● 2008

sábado, 22 de noviembre de 2008

Un gol y unas botas inexplicables

Andrés Pérez | Al tiempo que comienzo a ver el Sevilla - Valencia, asumo poco a poco la prima que Calderón va a otorgar a sus jugadores -mercenarios, más que nunca- y el mal fario del Recreativo hace escasamente diez minutos me percato de uno de los goles más absurdos que recuerde. Lo marcó Muntari, para el Inter, frente a la Juventus. Parto de la base que las botas inexplicablemente rosas de Materazzi me han dejado en estado de shock permanente por lo que quizá la magnitud dantesca de la jugada del gol se ha visto acrecentada debido a este irrisorio motivo, pero aún así que Adriano remate en el área mal, se caiga frente a Chiellini, Ibrahimovic llegue por detrás y le pegue prácticamente como le pegaría yo, la pelota vaya a ningún lugar, aparezca Muntari en el segundo palo con toda la portería para sí, coloque simplemente el pie y el balón vaya hacia donde Manninger protestaba por la jugada, según él en fuera de juego, y finalmente el tanto suba al marcador... Sigue siendo algo realmente inaudito. Ansío verlo en YouTube.

[Actualización del post]

El gol de Muntari -viéndolo de nuevo conviene apreciar la cara de pardillo que se le queda a Manninger mientras hace la estatua y al efusividad del comentarista italiano-:



Riberý se une a la moda rosa -visto en El Balón Digital-:



PD: Conviene apreciar que en la imagen de más arriba, eso que aparece en la parte izquierda es el pie de Materazzi.

Vía | As, Bar Deportes, YouTube, El Balón Digital
Imagen | La Gazzetta dello Sport

Más que Fútbol ● 2008

martes, 18 de noviembre de 2008

Calderón se sale de tono

Andrés Pérez | De verdad que desconozco hasta qué punto llega la relación entre Florentino Pérez y Ramón Calderón. Como a su vez desconozco la relación que Zidane y Ronaldo puedan tener actualmente con el Real Madrid. A pesar de desconocer estos datos me atrevo a decir que las declaraciones del actual presidente del Madrid están fuera de lugar y que no dejan de ser el reflejo de su nerviosismo, de la alargada y prestigiosa sombra de Florentino, y en esencia, el espejo de la psicosis permanente que vive actualmente el equipo madridista. La foto de arriba fue tomada en Fez, Marruecos, horas antes del envite al que cada año Ronaldo y Zidane nos tienen acostumbrados para combatir contra la pobreza. Por allí pasaba su antaño presidente y, debido a la relación personal que mantuvo con ellos, un avispado fotógrafo decidió retratarles. Nada, aparentemente, fuera de lo normal. Pues bien, no para Calderón, quien no ha dejado pasar ni un sólo día para acusar a Florentino -oculto y callado tras su salida de la entidad blanca- de entorpecer las labores del club y de desprestigiar al mismo. Tiene gracia esto último. Especialmente en boca de Calderón.

Vía | As
Imagen | Marca

Espejos divergentes (Jornada 11)

Andrés Pérez | El fútbol es un deporte de contrastes, de antagonismos. Los encontramos en cada esquina, en cada partido, en cada fin de semana. En España, en concreto, el mayor antagonismo que históricamente ha afectado a nuestro fútbol es el obvio Barcelona - Real Madrid. Resulta un tanto sorprendente, a la par que curioso, comprobar como siempre que uno de los dos atraviesa una crisis nerviosa, el otro, el eterno rival, parece ser el equipo invencible, la potencia definitiva, el conjunto del siglo. Desconozco el porqué pero este razonamiento, en parte, responde a las grandes dudas que se plantean a día de hoy sobre el Real Madrid. Deduzco que a pesar de los males endémicos que ostenta dentro de su plantilla y de su banquillo, el mal estado del equipo blanco se debe en realidad a la conexión psicológica que tiene con el Barça. Ambos están interconectados. Es decir, no pueden vivir sin mirarse el uno al otro como si de un espejo se tratara y descubrir o bien sus vergüenzas o bien sus virtudes. El Madrid se siente frustrado por el espejismo negativo que le supone el Barcelona. Y al Barça le sucede exactamente lo contrario. Los defectos de uno alimentan las virtudes del otro.

Se demostró en la undécima jornada de Liga, como se demostró que el Barcelona es hoy por hoy el mejor equipo de la Liga sin algún reproche. No tiene rival, simple y llanamente. Incluso un partido que rayó en lo grisáceo para el nivel de juego al que nos tiene acostumbrados el equipo de Guardiola, el Barça gozó de un número indeterminado de ocasiones de gol. El Recreativo, honroso, recibió tan sólo dos goles, no sé si debido a su orden defensivo o a la excesiva pasividad del equipo baulgrana. En cualquier caso jamás dio la sensación real de poder incomodar a un equipo que parece haber borrado de golpe y plumazo todos los fantasmas que durante dos años provocaron el declive de uno de los mejores equipos que servidor haya contemplado jamás en su corta existencia. La llegada de Guardiola ha supuesto un maná revitalizante para todos, incluídos los que el año pasado no dejaron de ser burdos complementos a un equipo descompuesto y agotado. Sea como sea se agradece. Independientemente del amor que se profese a unos determindos colores, ver jugar al Barcelona al máximo nivel supone un placer para la vista.

El camino de rosas en el que el equipo catalán ha convertido su existencia provoca úlceras en Madrid. Y esas úlceras, irritantes hasta un punto extremo, conducen al pesimismo y en consecuencia a las crisis a gran escala. Con esto no quiero decir que el buen momento del Barcelona suponga una losa irremediable para el equipo de Schuster, en absoluto. Los problemas del Madrid alcanzan más allá del puro entendimiento psicológico, los problemas del Madrid se fundamentan en unos vicios muy marcados y de los que ya hablamos en Más que Fútbol. No. La crisis del Madrid no es psicológica, como si lo fue en otros años. Este cambio radical de los acontecimientos de un año para otro en el Bernabeú es fruto de un equipo descompensado a todas luces, al que, agotada la épica, no le quedan recursos de alcance no ya para hacer frente a los grandes equipos, sino simplemente para vencer en campos relativamente sencillos como Zorrilla. El Valladolid se plantó con orden, y fue casi insultante comprobar como un equipo sin nombres pero con sacrificio ahogó el talante ofensivo del equipo de Schuster. Nada. Escasas oportunidades, personificadas en los últimos minutos en un par de arreones de orgullos.

Hasta entonces el Valladolid había controlado más la pelota e incluso había incomodado con cierta claridad a Casillas. Fue Cannobio, el mejor jugador del equipo, quien adelantó al equipo pucelano en una jugada que a la postre se presentaría como absolutamente definitiva. La defensa del Madrid volvió a naufragar. Schuster también. Desconozco cuanto tiempo aguantará en la entidad blanca pero, a no ser que el equipo se reestructure en diciembre, cosa que dudo, al alemán le convendría abandonar el club. Al alemán y al propio club. Mientras se intenta encontrar un problema bastante a la vista el Barcelona se escapa. Y no hablo de los puntos. Hablo a nivel psicológico y puramente futbolístico. Se escapa el Barça mientras el resto pincha de manera irrisoria. Al imparable Valencia de las primeras jornadas se le acabó la gasolina y hoy es capaz de sucumbir ante un sorprendente Sporting, que supo renacer de sus cenizas una vez más. Al Villarreal de Pellegrini le vuelve a matar la vanidad y los errores defensivos en Málaga y al Sevilla, a pesar de haber ganado, le falta optimismo. Le falta la sensación de volver a ser quien fue, de volver a jugar como jugó. Desconozco la causa, pero ya no da tanto miedo. Ahora lo da el Barcelona. Imparable, bello, precioso. Ahora lo de el Madrid. Desordenado, caótico, sin recursos.

Resultados |

Almería 2 - 1 Mallorca
Málaga 2 - 2 Villarreal
Getafe 0 - 2 Sevilla
Betis 3 - 1 Racing
Espanyol 3 - 4 Numancia
Atlético 4 - 1 Deportivo
Athletic 2 - 0 Osasuna
Recreativo 0 - 2 Barcelona
Valladolid 1 - 0 Real Madrid
Valencia 2 - 3 Sporting

Clasificación | (pincha aquí)

Locura en Montjuic, Espanyol 3 - 4 Numancia |



Vía | Más que Fútbol, Marca, As, You Tube
Imagen | Marca

Más que Fútbol ● 2008

jueves, 13 de noviembre de 2008

Y digo yo | ¿La copa es ilusión, o la ilusión es la Copa?

Juandi Mora | Me acerco a ustedes señores que saben de esto de la pelotita de cuero y de hombrecillos con pantalón corto después de tanto tiempo, para preguntarles una cosa que no me deja dormir la siesta en el sofá, como siempre hago viendo los documentales de la 2. ¿Realmente es tan poco atractiva la Copa del Rey española como para que los clubs grandes la insulten de tal manera? Me explico intentando abrirles y exponerles mis ideas, surgidas de un mal sabor de boca como aficionado al fútbol y una jaqueca como madridista. Estamos ante la segunda competición futbolística de nuestro país, estamos ante una razón más para demostrar quien es el mejor, quien se lleva el trofeo, pero sin embargo, lo que yo veo, desde mis ojos de crítico compulsivo, es una milonga importante donde se ningunea a los equipos pequeños y a los pequeños que van a ver a sus equipos.

Un chaval de 6 ó 7 años al que le dice su papa que viene el Barça o el Real Madrid a su ciudad, que se pone esa camiseta de Eto’o o Casillas (diría Raúl, pero Casillas está de moda entre la chavalería) y llega al campo habiéndole dicho a sus amiguitos que va a ver a su ídolo; llega al estadio y tan solo se encuentra unos suplentes que van desganados a esa pequeña ciudad, como si de un castigo se tratase, con el único objetivo de pasar el trámite y volverse a casa lo más rápido posible para ver terminar el último capítulo de Sin tetas no hay paraíso o la expulsión de Fulanito Gutierrez de Gran Hermano, mientras que nuestro joven amiguito le pregunta a su papa que cuando sale el que mete los goles o el que levantó la Copa. Señores, la Copa tal y como está concebida no es más que la llegada de la ilusión a ciudades que no ven fútbol de primera, es la búsqueda de la épica de los equipos pequeños, y esta ilusión la destrozan unos equipos que aspiran a todo pero que su ego es más poderoso que su ambición. Este ego hace ningunear a un equipo, a una ciudad y una afición que grita, juega y se deja la piel en el campo porque viene el equipo grande. Todos los equipos dicen que la Copa es un trofeo importante con la boca pequeña. Claro que es importante, el Real Unión de Irún está de fiesta y el Ejido también. Díganme, ¿es importante o no?

Vía | Más que Fútbol, As
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Más que Fútbol ● 2008

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Ramón, Pedja, Bernd y otros jugadores del montón (IV)

Andrés Pérez | Volvemos a la actualidad. ¿Era necesario escribir cuatro posts por la derrota del Madrid? Sí, a pesar de que a nivel particular la derrota no signifique nada nuevo. En realidad, las dos victorias de la Juventus son fruto de una planificación errónea de tres años. A pesar de las buenas intenciones del equipo el año pasado, durante el verano no se hizo absolutamente nada por tapar los agujeros existentes. Aprovechando las antiguas virtudes se apuntaló la mediapunta con Van der Vaart, un grandísimo fichaje, pero a todas luces innecesario. La mejor noticia fue probablemente la vuelta de un campeón de europa, De la Red. Entre tanto salieron a la luz problemas internos entre Mijatovic, Calderón y Schuster. El alemán pedía más y los dos primeros se negaban tras haber gastado sorprendentemente 200 millones de euros en dos años, la mayoría en fichajes que no valían ni un tercio de lo que habían pagado. Llegada la hora de la verdad llegado el momento en el que un equipo con carencias pero bien encaminado necesitaba de un buen desembolso de dinero para apuntalar las zonas más problemáticas, el club no tenía dinero. Mala planificación, errores a largo plazo. Por muchas Ligas que ganes entre tanto.

Como decía, tan sólo llegó el holandés del Hamburgo y para colmo de males se fue Robinho. Muy a pesar de Schuster, quien mostró su descontento repetidas veces en las ruedas de prensa de pretemporada. A día de hoy el Madrid se encuentra en un mar de dudas. Schuster está abandonado a su suerte, que se decidirá en los próximos días, y el conjunto no da la sensación de ya no sólo conquistar Europa, sino tampoco de revalidar por tercera vez consecutiva el título de Liga. ¿Se trata de un proyecto acabado en su punto álgido? Repito que no. El proyecto de Schuster está incompleto, no lo pudo culminar esta temporada. De ahí que no haya ninguna crisis, sino la consecuencia natural de un equipo al que le faltan varias piezas para funcionar bien. Si creamos un vehículo defectuoso, con alguna pieza en mal estado o inexistente, que se rompa es cuestión de tiempo. En tal caso no será cuestión de mala suerte, desdichados acontecimientos o situaciones extremas e inesperadas, sino que nuestro mal fario se deberá a una falta lamentable de previsión. A no coser los pequeños agujeros por considerarlos insignificantes y de este modo arriesgarte en el futuro a que el agujero se haga más grande. Es lo que le sucede al Madrid hoy. No hay crisis. Simplemente selección natural.

¿Soluciones? Se me antojan muchas. Schuster es un alineador más que un entrenador, ya no sabemos si por su latente falta de creatividad en los banquillos -probable- o por la falta de recursos con los que cuenta -muy probable-. El equipo titular podría aspirar a todo en condiciones plenas, pero teniendo en cuenta que tus dos delanteros titulares superan los treinta años y que gran parte de tus jugadores se lesionan con asiduidad, es poco posible tener durante todo el año los once o doce jugadores al completo. Cuando eso suceda es necesario tirar del banquillo, como dicta el manual. Sin embargo Schuster allí no encontrará absolutamente nada. Nada que supla con garantías lo anterior. Dejando a un lado el banquillo conviene replantearse el equipo titular. Que los nuevos sustituyan a los viejos titulares, y que los viejos titulares se vayan al banquillo expulsando a los viejos reservas. Cuestión de ciclos, mejora absoluta de la plantilla.

Como fichar se antoja imposible en diciembre -fichas lo que hay, no lo que deseas- Schuster tendrá que tirar de lo que tenga. Por lo pronto recuperar el medio del campo, vacío. Diarra es un jugador de corte excesivamente torpe y poco dado a la organización. Si se quiere jugar de manera más fluida y con una vocación ofensiva sin perder en exceso la seguridad atrás, De la Red tendría que ser por decreto ley titular. Y que Gago le acompañara realizando las labores de limpieza y ayuda a la defensa. La defensa y el portero son lo mejor del equipo a día de hoy así que dejarlos como están es la mejor opción -fichar un lateral izquierdo de calidad no estaría nada mal para la plantilla-. Solucionado el verdadero problema del equipo, la fluidez y la organización en el medio del campo gracias a la incorporación de un mediocentro magnífico como De la Red al once titular, queda poco por retocar. Robben tendría que ser titular siempre, pero al ser de cristal no puede ser. Para el resto de días las mejores opciones son Sneijder y Van der Vaart, uno a cada lado. Fuertes, potentes e imaginativos. Dados a los momentos difíciles y normalmente no sucumben a la presión, algo que Guti, más genial, no puede decir. Siempre se hunde. Y van...

Finalmente arriba, y muy a mi pesar, los argentinos deberían tener muchos más minutos. Saviola e Higuaín, los dos. No considero a ninguno dos jugadores con el nivel necesario como para ser los delanteros titulares del equipo, pero el lamentable estado de forma permanente de Raúl y las contínuas lesiones de Van Nistelrooy hacen presagiar que uno de los dos jugarán muchos minutos. De hecho, Raúl tendría que ir al banquillo en beneficio de Higuaín, pero temo que eso no sucederá. Saviola como tercera opción hoy por hoy es algo irrisorio, pero por proponerlo no sucede nada. En definitiva, tras cuatro posts en los que he resumido mi parecer de tres años de Ramón Calderón en la directiva del equipo blanco, llego a la conclusión de que el equipo necesita de varios fichajes -entre ellos el entrenador- y considerables reformas tácticas. Exactamente igual que cuando llegó a la presidencia, sólo que con dos títulos ligueros más, dos humillaciones en europa más y 200 millones de euros menos. Quizá la solución sea su dimisión y la de Mijatovic. Aunque esa ya, es otra historia.

Vía | Más que Fútbol
Imagen | De archivo

Más que Fútbol ● 2008

martes, 11 de noviembre de 2008

Ramón, Pedja, Bernd y otros jugadores del montón (III)

Andrés Pérez | Llegó Schuster al año siguiente acreedor del buen fútbol gracias a sus buenas que no espectaculares dos temporadas con el Getafe. Cualquiera que siguiera la Liga con asiduidad sabía que Schuster era un buen entrenador al que el fútbol ofensivo le gustaba pero que en absoluto conducía a sus equipos por el sendero del fútbol preciosista. A pesar de todo el alemán, de carácter agrio a las duras y a las maduras demostrando una regularidad pasmosa en las ruedas de presa pero por lo borde, llegó al Madrid y recibió el regalo de Pepe, Saviola, Dudek, Sneijder, Metzelder, Heinze, Marcelo, Drenthe y Robben. Exceptuando a Sneijder, Pepe y Robben el resto de fichajes rayaban en lo mediocre. Así las cosas el conjunto perpetrado por Schuster fue el mismo al anterior a excepción de un vital Sneijder. El Madrid jugó mejor, innegable, y ganó más. Récord de puntos, humillación a un patético Barcelona y un futuro prometedor con una plantilla joven. Todo era un camino de rosas y pétalos... para algunos. Otros no seguimos la corriente y preferimos ver los fallos.

A pesar de los buenos resultados en la competición doméstica -de las peores que recuerdo en cuanto a calidad- el equipo no convenció tanto como debiera o como se suponía. Se había vendido a Schuster como un entrenador que conseguía que sus equipos jugaran como los ángeles cuando su historial nada parecía indicarlo. ¿Motivos? Se desconocen, más aún cuando la relación entre Pedja Mijatovic y el alemán no era en absoluto la adecuada para un entrenador y un director deportivo. Los fichajes habían sido mediocres con dos gratas sorpresas, especialmente la de Sneijder, el mejor fichaje junto a Van Nistelrooy de la era Calderón. ¿Qué fallaba en el Madrid? Aparentemente nada. Desde los púlpitos de la prensa madrileña muchos auguraban la décima -esto Roncero lo hace cada año, para luego decir, el día que la consiga, que él lo había previsto; para qué comentar nada- y por supuesto se congratularon por la mejora sustancial que el conjunto blanco había llevado a cabo. El estilo capellista, por momentos, se había olvidado y gracias a la mejora considerable de Gago en su posición y a la frescura de un exhuberante por momentos Sneijder el Madrid se llevó la Liga sin reproches.

Si en Liga el camino fue fácil y por supuesto merecido, en Copa de Europa no pasó lo mismo. Bueno sí. Pasó lo que llevaba pasando tres años, que un equipo notable en el campeonato local no era capaz de dar la talla en Europa, demostrando una vez más la mediocridad de muchos de sus jugadores. El rival en aquella ocasión fue un Roma muy superior, con jugadores que uno por uno siempre superaron al rival español. Especialmente dolorosa fue la derrota 1-2 en el Bernabeú, en el que tan sólo el arreón de orgullo que un hermético equipo dio, acercó al Madrid a los cuartos de final. La realidad fue mucho más cruda que en Liga. El equipo se mostró incapaz de dominar al Roma en toda la eliminatoria. Guti se hundió, Van Nistelrooy se lesionó para la vuelta -largo capítulo de lesiones desde el año pasado hasta este, fruto de la edad- y Robinho demostró que no iba a ser nunca el genio que prometía. Más allá de la nueva eliminación el equipo se mostró endeble atrás, vacío en el medio del campo y viejo arriba. Las lesiones de Van Nistelrooy y el bajón de calidad de Raúl, la escasa calidad de Diarra y la falta de personalidad de Gago y sobre todo, el desorden táctico, petrificaron al Madrid ante el Roma.

A pesar de ello la temporada se pudo calificar como satisfactoria. Schuster en su primer año había mejorado considerablemente al equipo y se había llevado la Liga con récord de puntos y la sensación de ser imbatible. Los argumentos los mismos que los de Capello. Mucha pegada arriba, un buen portero, y las genialidades de Sneijder o Guti. Poco más. La buena organización táctica por momentos de Capello -por insuficiente- dio paso a un esquema más libre pero menos ordenado, claro. Sin embargo no se notó en exceso, a excepción del Roma, lo cual es decidor del escaso nivel de los equipos de la Liga el año pasado. Como decía, Schuster tenía tiempo para crear el equipo definitivo. El que mantendría los valores, jugaría bien y ganaría tres títulos. El verano se antojaba largo pero ilusionante. Ciegos ante la realidad, muchos auguraban años de reinado.

Vía | Más que Fútbol
Imagen | De archivo

Más que Fútbol ● 2008

lunes, 10 de noviembre de 2008

Los goles del fin de semana

Andrés Pérez | Escaso es el tiempo pero demasiadas son las ganas. La Jornada 10 ha dado para hablar largo y tendido sobre el Madrid, el Barça y lo caro que va a estar este año mantenerse en Primera División para muchos equipos de la zona baja, y sin embargo no he tenido los suficientes arrestos para hacer el habitual post de lo que nos deparó la última jornada. A pesar de ello sí he podio de hablar de ello tanto en El Balón Digital como en Dale Pelota, blog reconocido por muchos de los lectores y donde comenzaré a colaborar cada martes con mis impresiones del fin de semana futbolístico. Nos vemos por allí, mientras os dejo los artículos de ambos blogs. Y algún vídeo, que siempre son interesantes.

Noticias relacionadas | Visiones diferentes, Sobre la juventud y algún golazo

He aquí los vídeos del fin de semana con Higuaín, Eto'o y el golazo de Zárate ante el Siena. Imperdible (segundo 23 del vídeo).







Vía | You Tube, El Balón Digital, Dale Pelota

Más que Fútbol ● 2008

domingo, 9 de noviembre de 2008

Desde Segunda con amor (La teoría definitiva)

Andrés Pérez | Los menesteres del fin de semana me impiden en la actualidad presentarme con cierta regularidad en la Romareda. Eso sí, cada vez que lo hago me llevo gratas y no tan gratas sorpresas. Siento como si todo comenzara de nuevo, como si yo en realidad fuera nuevo tras ocho temporadas de alegrías y tristezas, como si todo hubiera cambiado. Empezando por mis congratulados vecinos de asiento, los cuales nunca dejarán de sorprenderme. Ayer, mientras el Castellón se asentaba dignamente en el césped del estadio y el Zaragoza jugaba a nada me dediqué a escuchar, como es habitual, los ya consabidos comentarios acerca del equipo y del fútbol en general. Lástima que para mi sorpresa se hablara de todo menos de fútbol. "¡Bien Marcelino! Por fin te has quitado el polo de Lacoste... ¿qué lleva ahora, un chaleco?" fue la primera frase que pude percibir durante los 90 minutos que duró el encuentro. Menciones honoríficas a los recogepelotas, jóvenes pero con desgana a la hora de levantarse a por los balones al parecer, a Songo'o -ídolo de ciertos jóvenes sentados ahora a mis espaldas- y un pequeño deja vú. Un hombre, de muy avanzada edad y tembloroso, tierno a primera vista y descorazonador cuando abre la boca, volvía a mi lado. A fin de cuentas todo sigue igual, me dije. Y en efecto, seguía igual.

El Zaragoza, para desgracia del aficionado medio, no jugaba absolutamente a nada. Era curioso comprobar como un equipo medianamente ordenado en defensa y rápido en las transiciones era capaz de desesperar a todo un equipo recién descendido y estrella de la categoría y a la afición consigo. Aunque pueda parecer obvio lo que a continuación voy a comentar, es el descubrimiento de mi vida tras tantos años intentando explicarme la verdadera idiosincrasia del zaragocista. En realidad lo que sucede es que la afición del Zaragoza no es ni buena ni mala. Son términos absolutos que no se pueden corresponder a una muchedumbre tan veletera, tan emocional, tan impulsiva. La Romareda es fiel espejo del equipo, y como tal, cuando el equipo es desesperante y está desesperado la grada se comporta de una manera desesperante y se desespera. Normalmente, cuando el equipo juega bien y gana con comodidad, la grada se torna en un Anfield imprevisto, llena de cánticos y elogios hacia los once jugadores que corren sobre el terreno de juego. Ya les había puesto en alerta, el razonamiento es bastante obvio, pero no dejo de maravillarme con tal descubrimiento.

La nueva teoría que acabo de elucubrar viene a colación del estado emocional en el que la mayoría de la gente se encontraba a mediados de la primera parte, ya con un gol en contra -grotesca situación vino después del mismo, tras anunciar los cárteles del estadio el autor del gol un rótulo anunciando High School Musical on Ice en Zaragoza apreció en la Romareda. Lo consideré un insulto a la inteligencia de los allí presentes, exagerado o no- fruto de la enésima pifia en defensa de un equipo que por momentos me recuerda al Real Madrid. Demoledor en ataque si tiene el día pero desordenado, sin ideas en el medio del campo y por supuesto endeble en defensa como un colista. El gol fue un horror que prefiero pasar por alto. Entre tanto la grada se impacientaba, hasta el punto de comenzar a comparar jugadores con las grandes estrellas del firmamento futbolístico. "Hidalgo no mueve nada el equipo. No como Xavi. Ese hombre coge el balón y lo zarandea por todo el campo hasta que se marca gol". Hombre, pensé para mis adentros prefiriendo callar a arrepentir, si tuviéramos a Xavi en el equipo probablemente no estaríamos en Segunda División. Dio igual. Entre pitos y maravillosos adjetivos en relación a Pino Zamorano, tan entrañable como siempre, Ewerthon consiguió empatar tras una buena jugada de Braulio, que, ya que nos ponemos a comparar, me recuerda a Higuaín. El día que meta gol quizá no pare. Lo demás lo hace relativamente bien.

Se me olvidaba mencionar el precioso momento del minuto de silencio en honor a las víctimas españolas en Afganistán tras el atentado. Silencio absoluto, en lo que supone un engrandecimiento absoluto del fútbol. Que casi treinta mil personas que por norma general acuden al estadio a proferir insultos y cualquier vocablo malsonante que conozca silencien al ritmo de una música estremecedora, dice mucho del verdadero sentido del respeto de la afición pertinente. Sea de donde sea. Por ejemplo la del Castellón, que abarrotó su sector de la Romareda y que, bufandas al viento y extendidas, mostraron una actitud ejemplar. Sigamos. Comenzó el segundo tiempo y el Zaragoza jugó sus mejores minutos, aunque, el gol nunca llegó. Por aquel entonces ya comencé a refutar mi teoría del segundo párrafo puesto que la gente comenzaba a aplaudir y a comentar por encima que sí, que estaban jugando muy bien. Las quejas se apartaron por poco tiempo. Nada se movió y mientras el Zaragoza se desesperaba y por ende los aficionados también, Pino Zamorano se llevo las críticas de cualquier honorable allí presente. Ya se sabe, cuando no hay contra quien cargar, siempre sale uno perjudicado. Lo haga bien o no.

Imagen | Marca, Heraldo de Aragón

PD: He sido incapaz de encontrar más imágenes por el momento del partido en Internet. Por lo pronto tiro de archivo para las dos últimas imágenes.

Más que Fútbol ● 2008

Ramón, Pedja, Bernd y otros jugadores del montón (II)

Andrés Pérez | En su primera temporada Mijatovic eligió a Capello. ¿Capello? sonó en la cabeza de todos los aficionados. Sí, Capello, el mismo que diez años antes había logrado una Liga con una suficiencia absoluta. Los fichajes que llegaron distaron de ser los prometidos. Dos fichajes de relumbrón pero de avanzada edad, a saber, Cannavaro, Van Nistelrooy y una amalgama de jugadores de talla media con altas aspiraciones, como Diarra, Cicinho y en invierno Higuaín o Gago. Capello no convenció en ningún momento de la temporada. El equipo no jugaba absolutamente a nada bonito, pero sí jugaba a algo, o al menos durante la segunda mitad de temporada. Capello no es vistoso pero es efectivo y aquel año jugó a ser Capello con un equipo mediocre. A pesar de las sonoras humillaciones (el Recreativo recién ascendido bailó y goleó al equipo blanco por tres goles en el Bernabeú) y del liderazgo del Barcelona, que parecía repetir, los blancos espoleados por Beckham, Van Nistelrooy, Guti y Casillas se llevaron la Liga junto las aportaciones no menos importantes de Higuaín (el hombre de los goles importantes), Sergio Ramos, Robinho y por supuesto Roberto Carlos (el gol al Recreativo en su campo, vital, en el último minuto).

El clima de todo el año con Capello fue distante y frio. El Bernabeú no estaba nunca contento con el juego desplegado por el conjunto y tenía motivos para estarlo. Sin embargo, y a pesar de lo que pudiera parecer, el título estaba más cerca que el resto de años. Hay que entender que el primer año de Calderón fue un año de reestructuración absoluta, con nuevas miras y con nuevos ideales. La casta, la raza y toda esa nomenclatura castiza abandonada por el glamour de Florentino fue recuperada para la causa por Calderón. El Madrid de siempre, el de la lucha y la garra. Con objeto de recuperar esos valores se escogió a Capello. Por eso la sensación, más allá de desoladora, era de reconstrucción. Ladrillo a ladrillo. Se perdonó a Capello en repetidas ocasiones sabedores los directivos de que un proyecto de recuperación necesitaba de paciencia y no de decisiones precipitadas por lo escandaloso de los resultados o por lo poco vistoso del juego -de ello nos daría una lección, por lo malo, el Valencia el año siguiente-.

El Madrid, sin embargo, y a pesar de todos los males, que eran muchos, se alzó con el título liguero. El cómo es todavía a día de hoy una verdadera incógnita. A ocho jornadas del final el Barcelona parecía tener la Liga en el bolsillo. Había vuelto a ser el mejor de la temporada en cuanto a juego, pero la decadencia de Ronaldinho fue un aviso de lo que vendría después. Los resultados no acompañaron tanto como en años anteriores y sólo una buena racha a falta de pocas jornadas provocaron un exceso de confianza en los culés. El Madrid apeló a la épica. Se dijo a sí mismo que aquella Liga no estaba perdida y tiempo más tarde demostró el porqué. Remontó un sinfín de partidos para remontar un sinfín de puntos al Barcelona. Entre aquellos épicos -si repito este término es porque no encuentro un calificativo tan aproximado- encuentros habría que destacar la remontada ante el Espanyol, Zaragoza, Recreativo de Huelva o el mismo Mallorca en la última jornada de Liga, para estupor de toda España. Del buen juego ni rastro. Pero no hizo falta. Jugando a nada, Capello recuperó la ilusión de toda la afición, porque, tras los últimos encuentros de Liga, sencillamente, se hacía imposible para un madridista no volver a engancharse.

Entre tanto, ni que decir tiene que el equipo cayó en octavos de final de la Copa de Europa por tercer año consecutivo. Desde luego que la épica, la raza y demás historias consiguieron llevarse la Liga, pero la anarquía en Europa no servía absolutamente de nada. Hablo de anarquía porque el equipo de Capello no funcionaba ante situaciones previstas. Necesitaba de la anormalidad para reaccionar, necesitaba del descontrol, de los partidos locos, del desorden. En Liga lo encontró, pero en Europa, repito, eso no existe. El rival fue uno de los peores Bayern que se recuerda y el resultado paupérrimo. A parte de quedar en evidencia, fue ridiculizado en Münich, donde Makaay a los diez segundos ya había eliminado al equipo blanco, que no fue capaz de marcar un gol en 90 minutos. A pesar de todo la temporada fue positiva. Un título años después y la afición que volvía a creer. Sin embargo la misión de Capello había terminado. Ganar era en apariencia lo único que le podía ofrecer Capello al club, lo cual no es poco, pero Calderón, acertadamente o no, decidió que el Madrid necesitaba algo más que emocionar por el sendero del orgullo y la garra. Necesitaba jugar bien.

Vía | Más que Fútbol
Imagen | Más que Fútbol, Mcalcio, As

Más que Fútbol ● 2008

viernes, 7 de noviembre de 2008

Ramón, Pedja, Bernd y otros jugadores del montón (I)

Andrés Pérez | Supongamos que vamos conduciendo por una carretera de alta montaña. Rodamos plácidamente entre los maravillosos parajes de los Alpes y llegado el momento nos topamos con una montaña absolutamente colosal, gigantesca, grandiosa. Se llama Alpe D'Huez. La ascendemos emulando en nuestra mente a las gestas ciclistas más gloriosas de la historia. Nuestra progresión ascendente es evidente. Sin embargo, llegado el momento, Alpe D'Huez se torna en una estación de esquí y toca descender. La bajada, cuando has subido mucho, obviamente, es más acentuada de lo normal. Rebobinamos. Ahora rodamos en los Pirineos, igual de bellos pero menos majestuosos, y nos encontramos con el Portalet, el último puerto que separa España y Francia tras dejar a un lado Formigal. No hace falta ser un genio para contemplar una subida. Como tampoco hace falta serlo para, si se ha estado en Alpe D'Huez o como mínimo se ha observado, saber que en absoluto alcanza el groso tamaño de aquella cima. Una vez coronado el Portalet la bajada da inicio. Tanto si bajas de Alpe D'Huez como si bajas del Portalet, llegas abajo. Pero la caída, y sobre todo, a dónde has llegado, es muy diferente.

Entiendo la incredulidad del lector tras haber leído el primer párrafo. No se trata de ningún drama existencialista, aunque pueda parecerlo en caso de muchos periodistas empeñados en teñir de amarillo cualquier noticia que pase por sus manos. En realidad el primer párrafo pretendía y pretende ser una metáfora más o menos original -juzguen ustedes- sobre la situación actual en la que veo al Real Madrid. Tras su derrota previsible ante la Juventus la prensa de Madrid y la opinión pública en general hablan de crisis en el seno madridista. Bien. Yo, escéptico desde la llegada de Calderón al poder de la cúpula blanca, no creo que haya crisis. Y sencillamente no lo creo porque no creo que el lógico encadenamiento de los sucesos se haya de catalogar como crisis. Crisis es lo que sufrió el Barcelona cuando tras ser Campeón de Europa perdió todo lo que aspiraba a ganar, cuando tras maravillar al mundo con su fútbol decidió inmolarse y no jugar a nada. Crisis es algo inesperado, excesivamente preocupante y sin aparente solución preventiva. Crisis es lo que atraviesa el mundo. Crisis no es lo que le sucede al Madrid. Porque crisis es un cambio sustancial de los acontecimientos, siempre a peor.

Repasemos acontecimientos. Florentino Pérez, hastiado tras constatar la decadencia de sus estrellas mimadas desistió en su empeño de mantener al Real Madrid como el mejor equipo del mundo, algo que era dos años antes del comienzo de su decadencia. Treas terminar la temporada con un presidente temporal, Fernando Martín, se convocaron elecciones para designar a un nuevo presidente que devolviera al equipo a donde debía estar. Venció Ramón Calderón en las ya célebres elecciones de los votos por correo. Tan sospechosas como lícitas, finalmente, Calderón se asentó como presidente de la entidad blanca gracias a sus promesas electorales, tan idílicas como finalmente irrealizables. Entre los tres nombres que propugnaba en 2006, Ramón Calderón y su director deportivo Pedja Mijatovic aseguraban a Kaka', Fábregas y Robben. ¿Fichajes factibles o un sueño más? Aún recuerdo con gran sonrisa en la cara las afirmaciones clarividentes de Calderón sobre Kaka'. "Jugará en el Madrid". Ya veo. A día de hoy la política de fichajes de la directiva blanca se ha tornado en catastrófica. Y eso que se han gastado 200 millones de euros en la mayor operación de despilfarro jamás contemplada. Si en algo se basa la actual situación del Madrid es en la mala política de fichajes.

[Continuará]

Vía | Más que Fútbol
Imagen | Marca, Apuerta

Más que Fútbol ● 2008

jueves, 6 de noviembre de 2008

20.45, cuarta jornada (II)

Andrés Pérez | El Madrid se ahogó en sus propias penurias. No fue la Juventus, ni Del Piero, quienes dejaron en evidencia las carencias de un equipo a todas luces descompensado. Fue Schuster, Mijatovic, y todos los jugadores en general, incluído Casillas, quien tampoco se libra de la quema. Por extraño que resulte, la Juventus, un equipo poco dado a los excesos y normalmente parco en destellos de calidad, fue capaz de sobreponerse al vigente campeón de la Liga Española con una facilidad envidiable. Insisto en que esta es probablemente una de las peores Juventus de la historia, sustendada en cuatro jugadores rápidos y trabajadores en el medio del campo y en los destellos de calidad, por escasos, de Nedved o Del Piero, dos futbolistas prehistóricos cuya condición física y mental dista de ser la de hace unos años. Pinto el panorama negro porque es como lo veo para el equipo de Schuster, que una vez más ha demostrado ser un simple alineador que un estratega táctico. No sé cómo plantearía el partido ante la Juventus durante los días previos, pero la necesidad de vencer para evitar un coco en octavos hacia presagiar cierto plan. No fue así.

Como el plan fue inexistente, como el plan lleva siendo inexistente en dos años, como los recursos no existían, la Juventus ganó con una suficiencia pasmosa. Un mínimo de orden, una vez más, en la defensa del equipo rival colapsa las ideas de un Madrid prefabricado para la épica y los enemigos metahumanos, no contra las visicitudes cotidianas, del día a día, aquellas previsibles y trabajables. El equipo de Ranieri se asentó en defensa y se encomendó a la fantasía de Del Piero -una vez más denostó a Raúl con su juego- para ganar el partido. Lo hicieron sin rubor. El Madrid, por su parte, perdió con el rubor necesario como para plantearse un cambio de rumbo. Empezando por el esquema del equipo. Un equipo exento de genios como lo fuera el Galáctico no se puede permitir el lujo de jugar sin un extremo y dejar la banda libre a Sergio Ramos; un equipo metalúrgico como el de Schuster no se puede permitir jugar con un sólo mediocentro cuando ese mediocentro es un Diarra escaso de calidad; un equipo como el Madrid no se puede permitir jugar con Raúl de titular. No soy precisamente fan de Higuaín, pero duele observar su suplencia frente a la pasividad del otrora genio del fútbol.

En resumen, el Madrid perdió algo más que el partido, probablemente perdió la dignidad ante una Juventus, insisto una vez más, pobre. Quizá sea lo peor para el Madrid. Pensar que hubiera sucedido en caso de enfrentarse a un Chelsea de la vida. Por su parte el Villarreal demostró que dista mucho de ser un equipo puntero en Europa y empató en casa del Aalborg. Para gozo del equipo amarillo el Manchester empató en los últimos minutos ante un muy digno Celtic de Glasgow, con lo que la clasificación del conjunto castellonense está prácticamente asegurada. El Villarreal sigue manteniendo una tónica de fútbol excelente en ataque, pero no deja de ser un coladero de proporciones catastróficas atrás. Si juega tan bien como lo hace pero defiende tan mal, no llegará lejos. Pellegrini tiene trabajo, el Villarreal no es un grande, no debe dormirse en los laureles.

Vía | Más que Fútbol
Imagen | Marca

Más que Fútbol ● 2008