miércoles, 2 de diciembre de 2009

Que el espectáculo no pare

Andrés Pérez | Era cuestión de tiempo que el escándalo salpicara a España. Hace un par de días ya se comentó en Más que Fútbol el siniestro escándalo que estalló en Alemania y que, además, no era el primero de esta índole. Pues bien, el fútbol español también está lacerado por la apuestas ilegales de quienes protagonizan la competición, esto es, los futbolistas. Qué quieren que les diga. Tampoco me parece ninguna novedad. Que el fútbol está podrido ya lo sabíamos. Que nadie quiere verlo, también, y que es mucho mejor ocultarlo, lo mismo.

No hay que retroceder demasiado en el tiempo. Ahora ha quedado en el olvido pero el año pasado Jesuli denunció un supuesto amaño entre Málaga y Tenerife para que el equipo malacitano ascendiera a primera división con la connivencia pasiva del Tenerife en detrimento de la Real Sociedad. La denuncia de Jesuli fue archivada, entre otros motivos, porque el protagonista y el resto de partes implicadas se indignaron muchísimo ante lo publicado en El Mundo, escuchas que demostraban por medio de conversaciones entre Badiola, presidente de la Real, y Jesuli el amaño.

La investigación duró apenas un día y fue muy decidora de cómo se hacen las cosas en España y en el fútbol en particular. Mejor no tires de la manta, no vaya a ser que suceda algo malo y la gente comience a pensar que todo esto es una farsa. No todo es una farsa pero es evidente que hay mucha suciedad oscura en los profundos pozos del fútbol. Ya sea el dopaje, el amaño de partidos o jugadores vendiendo su alma al diablo por cuatro euros más de los que ganan en sus multimillonarios salarios.

La cuestión es si queremos verlo o no. De si nos interesa saber qué hay de malo para erradicarlo y obtener un espectáculo real. Y todo ello a pesar de que las pruebas son jugosas y extensas. El fútbol es experto en hablar de "casos aislados" y "situaciones particulares", siempre intentando que ningún escándalo se extrapole al resto de la competición. El Moggigate ya queda en el olvido y pocos parecen recordar que, efectivamente, hubo un equipo un día que compró todo lo que uno puede comprar con dinero para ganar varias Ligas en Italia. Y en el olvido, premeditado no lo olviden, de tales situaciones encontramos el hecho de que hoy, cuando un escándalo como éste salpica a nuestra Liga, todos callemos como putas y corramos un tupido velo.

De investigar a fondo nada. De sancionar estrictamente menos. Hay siete, hasta la fecha, futbolistas implicados, la mayoría de segunda a excepción de uno particular y notorio: López Vallejo, portero titular del Real Zaragoza, conjunto que el año pasado ascendió y hoy intentan salvar su culo en primera. Quédense con este nombre: probablemente no lo vuelvan a oir, como tampoco leerán demasiado sobre tamaño escándalo. Es preferible que, aunque se investigue, las penas disciplinarias sean vagas y laxas y lo de las apuestas ilegales no sea más que tema del día, no del año. Que el espectáculo no pare, cueste lo que cueste.

No me gustaría cerrar el post sin recordar algo que ya escribí en su día a raíz del caso Jesuli: "Barrer un poco el piso no viene mal de vez en cuando. Parece que sale algo y la gente se olvida de todo el polvo que queda dentro. La cuestión es ¿cuánto polvo tenemos en casa?". Pues eso.

P.D.1

Me ha gustado este post de Diarios de Fútbol al respecto aunque temo que refleja demasiado bien lo que sucede:

Hasta ahora veíamos la corrupción en el fútbol como un fenómeno lejano, de liga pobre del este, de equipos cuyo nombre apenas sabíamos escribir. Ricos con intereses en el negocio futbolístico, con beneficios ilícitos conseguidos en las apuestas y la especulación. Un fenómeno mafioso medio ruso, medio turco, medio ucraniano, siempre al otro lado del mundo; donde las leyes son blandas para los poderosos y duras para los que no tienen nada.

Claro. Si queremos ver únicamente eso será lo que finalmente terminemos viendo.

P.D.2

Por supuesto no esperen mayor cobertura de este asunto en nuestra bonita prensa deportiva que la que pueda merecer algún tipo como Verdasco pasando de cuartos en un torneo de segunda. En As tenemos que bajar la ruleta del ratón varios segundos hasta llegar a la noticia. En Marca aparece a la derecha de la relevantísima noticia sobre Kaka' y su posible titularidad para el próximo partido. Ya es algo. En As si quieres interesarte sobre el asunto has de tragarte antes cosas tan interesantes como la mala integración de Benzema, que va estrellando coches porque el tipo, a pesar de la millonada que cobra y de jugar en el mejor equipo de la historia, lo está pasando realmente mal.

P.D.3

Aquí el comunicado de la Federación. Como ven muy extenso y amplio.

Noticias relacionadas | Owned (Flitrando la realidad)
Vía | As, Marca, Diarios de Fútbol, Más que Fútbol, El País
Imagen | Diario Equipo, Daily Mail, Marca

lunes, 30 de noviembre de 2009

Paradoja (Jornada 12)

Andrés Pérez | Paradójicamente, el Real Madrid perdió el partido que mejor disputó en toda la temporada. Cosas del clásico, de la mística y del rival, supongo. Saltó el Madrid ciertamente ordenado y sabedor de su rol: esperar al Barça con las líneas muy juntas y no tan atrás como el año anterior. Presión axfisiante en medio campo, rápida recuperación y velocidad arriba en ventaja numérica. Lo hizo de maravilla hasta que el fuelle se terminó y Kaka', ciertamente inspirado los primeros veinte minutos, y Ronaldo, peligroso, como siempre, se cansaron. Por cierto, sin noticias de Higuaín, ese maravilloso delantero experto en Valladolid, Xerez, Sporting y demás pero nulo ante Milan, Liverpool o Barça, donde la verdadera talla de un jugador se define. Para cuando el Madrid se hubo cansado, el Barça, que no cuajaba un mal encuentro, se encontraba distraído. Aturdido por el ímpetu del eterno rival. Le costó la primera pate e Ibrahimovic para imponer su ley.

Lo hizo a pase de Alves y de volea, el gigantón sueco, esplendoroso, magnífico, irrepetible, genial, peligrosísimo. Los adjetivos no son suficientes. Un golazo y tres puntos, pero más allá de todo eso, tres puntos justificados frente al mejor Madrid del año. Como digo, el partido podría satisfacer a ambos conjuntos. El Barça no jugó su mejor encuentro pero estuvo sólido atrás y se marcó una buena segunda parte, apagando a un cansado Madrid por momentos; y, lo que es más importante, salió del campo con la certeza de que ni el mejor Madrid del año puede con un día mediocre por su parte. El Madrid tampoco debiera deprimirse. Plantó cara y se mostró como un equipo digno, que ya es bastante más de lo que viene haciendo durante toda la temporada.

Cansados todos, al término del encuentro las cámaras buscaban a Iniesta. No es para menos. Fue el mejor y demostró con argumentos plausibles porqué él puede merecer el balón de oro tanto como Xavi o Messi, aunque esa es ya otra historia. Es uno de los mejores jugadores del planeta y todos deberíamos sentirnos afortunados de poder contar con él en la selección. Sin más. 1-0 para el equipo de Guardiola y liderato, un clásico igualadísimo, precioso y satisfactorio. Sin duda, lo que se podía esperar de ambos conjuntos, algo, como digo, novedoso por la parte que le toca al Madrid, del que desconozco si dado el partido de hoy puede comenzar a levantar vuelo en su ideología futbolísitca.

El resto de la jornada no anduvo exenta de sorpresas. El Málaga resucitó frente al Sevilla y sacó un empate que pudo ser mucho más de no ser por, 1) Luis Fabiano y 2) la mala fortuna. El Valencia, nuevo segundo espada de la competición junto al conjunto hispalense, se dejó dos puntos frente al Mallorca, equipo revelación por méritos propios, en un penalti absurdo de Bruno. Por cierto, cada día me convenzo más: Villa es probablemente el mejor delantero del planeta. Qué capacidad.

Por abajo el Zaragoza demostró que lo pasará mal de aquí al final de temporada tras perder ante Osasuna. Pocas luces y muchas sombras, especialmente en lo concerniente a la actitud y la capacidad goleadora, pero como mínimo hubo algo de fútbol y varios rayos de esperanza de cara al futuro liguero. No mereció perder el Zaragoza ni tampoco ganar, lo cual es muy decidor de su fútbol: gaseoso, bonito cuando se pone pero sin pólvora ni energía. Osasuna se llevó los típicos tres puntos que en mayo salvan del descenso. El Zaragoza aún tendrá que encontrar esos tres puntos, temo. Por cierto, el Atlético ganó a costa del Espanyol y el Villarreal decidió inmolarse ante el Sporting, como el Racing ante el Athletic. El Getafe abusó del Xerez y de verdad que la zona baja de la tabla está interesantísima. Como la lucha por el título.

Resultados | (pincha aquí)

Clasificación | (pincha aquí)

El resumen del clásico |




Vía | YouTube, Marca
Imagen | El Mundo

martes, 24 de noviembre de 2009

Irlanda, Francia y la ONU

Irlanda y Francia, en cambio, siempre han gozado de una buena amistad, unidos por la religión católica y su común desprecio hacia la pérfida Albión. Ya no. Hoy, los irlandeses se sienten más cerca que nunca de sus antiguos opresores ingleses, que comparten de manera solidaria y ruidosa su indignación ante la clarísima injusticia sufrida esta semana ante la selección francesa de fútbol. Tal ha sido la enormidad del crimen que uno se queda asombrado ante la cordura del Gobierno irlandés. A la hora de escribirse esta columna, aún no habían convocado una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para exigir sanciones económicas o proponer "una coalición de los dispuestos" contra el enemigo francés.

Andrés Pérez | John Carlin en El País sobre lo sucedido el pasado fin de semana. No todo lo referente a la prensa que se comenta en Más que Fútbol ha de ser malo, vaya. Hay calidad. Poca, pero la hay.

Vía | El País, Más que Fútbol

lunes, 23 de noviembre de 2009

Cambio de líder a pesar de todo (Jornada 11)

Andrés Pérez | Tuvo el Madrid un buen arranque frente al Racing de Santander y le sirvió para adelantarse en el marcador. De ahí al final, se diluyó. Peca de inconstante y de altanería el conjunto de Pellegrini sabedor de su enorme calidad individual, pero desconoce que en la virtud de sus jugadores reside el mal del fútbol grupal inconexo y superfluo que desarrolla. A pesar de todo, a pesar de rendirse a la vagancia tras anotar su tanto, a pesar de que el Racing demostró que de haber salido al Bernabeú con un planteamiento más valiente hubiera obtenido mayor recompensa, el Madrid es líder. Lo es porque el Barça es mucho más inconstante, como el Madrid, que el año pasado. Su fútbol a pleno rendimiento sigue siendo inapelable pero sus momentos de esplendor son menos frecuentes esta temporada. De ahí su empate en Bilbao. De ahí que el Madrid llegue líder al Camp Nou.

Merece un epígrafe particular el caso del Barça. Se acerca a una de las semanas claves de toda la temporada con más dudas que certezas, sabedor de su menor efectividad y con Messi perdido y entre algodones. No deberían dispararse las alarmas ya que, no en vano, insisto, el Barça sigue siendo el mejor equipo de España en cuanto a fútbol propuesto y resolución de cara a portería. Pero falla en la regularidad. Pasa de una apatía desesperante al frenesí imparable de la temporada pasada. En la auto-complacencia reside la trampa que se crea a sí mismo el propio Barça, y las dudas le han llegado frente al Inter, jugándose la clasificación para octavos de la Champions, sin liderato y recibiendo a un Madrid presumiblemente inspirado tras la vuelta de Ronaldo.

Parece evidente que el Barça aún no ha alcanzado la excelencia del año pasado, pero también que el Madrid no está en condiciones de discutirle gran cosa el próximo fin de semana si ambos practican el fútbol que conocen. También parece dudoso que este año el Barça arrase del modo que lo hizo el pasado en la Copa y, especialmente, en Europa. Sea como fuere es cuestión de tiempo su recuperación, en caso de llegar, claro está. Sigue habiendo vida tras los dos grandes y una vida bastante agradable. Tanto el Sevilla como el Valencia, dos equipos que han encontrado su identidad, se muestran como la alternativa a los dos grandes.

Notoria alternativa en caso del Sevilla. Ventiló rápidamente a un ingenuo Tenerife por medio de armas proscritas al tiempo que legendarias: los extremos. Navas dio otro recital y Perotti demostró que crece partido a partido hacia un jugador de altos vuelos, muy por encima del ya olvidado, justamente, Capel. En su fútbol vertical, de amplio espectro ya que es moldeable para cada situación, repleto de goleadores, descubrimos el mérito de un Sevilla magnífico, al que da gusto observar. Algo parecido le sucede al Valencia. En la tradicional defensa hercúlea de sus últimos diez años, en un medio campo rocoso que le da una salida rápida al balón y en futbolistas eléctricos y escurridizos arriba nace su magnífica racha. Sus cuatro puntas de lanza se bastan para finiquitar un partido y de ahí la renuncia premeditada del Valencia a dominar a su rival por medio de la posesión. Ahogó al Osasuna, que no arranca.

Como tampoco lo hace el Atlético, desesperado frente a un Deportivo que en cierto modo mereció la misma suerte que su rival. Que el empate era lo más equitativo para ambos conjuntos era una evidencia, pero Pablo se encargó de perpetrar un penalti absurdo y que, efectivamente, era, supuso una nueva derrota del conjunto de Sánchez Flores. El Atlético se hunde en el fondo de la tabla como el Málaga, que empató cochambrosamente frente a un Zaragoza que, si bien cuajó un lamentable fútbol, mereció siempre más que su rival. El partido pasó por ser uno de los peores de los últimos 150 años, pero encontramos tal motivo en el césped de La Rosaleda, la-men-ta-ble. Como lamentable, barriobajero, paleto, rastrero, triste y sancionable fue la actitud de Apoño durante todo el partido, escupiendo a la cara de Ander Herrera. Un vergonzoso personaje que no merece mayor protagonismo y que se retrata a sí mismo con sus actos. Se dedicó todo el partido a provocar sin aportar nada de valor para su equipo. Patético.

Resultados | (pincha aquí)

Clasificación | (pincha aquí)

Osasuna - Valencia |



P.D.

No tiene demasiado que ver con la actualidad liguera, pero no se ve un 9-1 todos los días. El Tottenham al Wigan.



Vía | YouTube, Más que Fútbol, Marca
Imagen | El País

viernes, 20 de noviembre de 2009

Noticiario fúnebre

Andrés Pérez | Aquí van tres ejemplos de cómo el fútbol, a pesar de sus grandezas, está rodeado de miseria, para desgracia de todos sus aficionados.

El primero de ellos es de hoy mismo y nace en Alemania, teutón país donde ya en 2005 un árbitro llamado Robert Hoyzer fue condenado a dos años y medio de cárcel por pertenencia a una banda de apuestas ilegales internacional y amañar partidos. Resulta que la fiscalía de Bochum, de la que supongo sin miedo a equivocarme una mayor eficacia que cualquier fiscalía española que se ocupe de un escándalo deportivo, ha descubierto más de 200 partidos amañados por las apuestas ilegales. Entre ellos tres de la Copa de Europa y doce de la Europa League. El escándalo salpica a ligas menores del este de Eurpoa y a las segundas divisiones de, por ejemplo, Alemania, donde ya hay 15 detenidos.

De acuerdo con los datos de la fiscalía, Alemania está afectada con 30 casos, entre ellos cuatro de segunda división, tres de tercera y 18 de ligas regionales. La red internacional de apuestas futbolísticas ilegales ordenó al parecer pagos a jugadores, árbitros y dirigentes de alto rango de ligas europeas para manipular el resultado de los partidos.

Jugadores, árbitros y altos dirigentes. Todos metidos en la pomada. ¿Se acuerdan del caso del Málaga, la Real Sociedad y Jesuli? Su repercusión mediática duró dos días. El fraude está considerado como delito pero en España interesa muy poco investigar a fondo sobre estas peculiares prácticas delictivas que tanto daño causan al deporte.

De Alemania a Francia. Henry controló con la mano y en su infausta acción descubrimos porqué Francia acudirá al Mundial de Sudáfrica en detrimento de Irlanda. Fue una injusticia de calibre histórico pero el problema no radica en la solución que se quiera dar a posteriori sino en un retraso tecnólogico evidente. Con una sencilla televisión en la que el árbitro pudiera comprobar si se había cometido infracción o no, la polémica hoy sería inexistente e Irlanda caminaría rumbo Sudáfrica. No es nada descabellado: en el fútbol americano el tiempo se detiene cuanto sea necesario con tal te esclarecer los lances del juego.

Irlanda ahora pide que el partido se repita y Henry, protagonista arrepentido que en su momento advirtió al árbitro en cuestión de la ilegalidad que había cometido, también, en un gesto que le honra pero que servirá de poco consuelo para los irlandeses: la FIFA ya ha dicho que ni de coña. El tema es tan absurdo que hasta Sarkozý, muy preocupado, llamó al primer ministro irlandés para pedirle disculpas. Con lo fácil y sencillo que es colocar una televisión en la banda.

Y de Irlanda, Europa, el mundo occidental tan preocupado por estas injusticias diarias que envalentonan la opinión pública de todo un país, a África, donde los problemas van mucho más allá de una polémica decisión arbitral. Argelia y Egipto se odian. Son aficiones rivales y como tal así lo demuestran: el pasado miércoles la selección argelina tumbo a la egipcia y se clasificó para el Mundial. Lo que vino después fue una tragedia: 14 personas murieron en accidentes de tráfico en Argelia celebrando el pase de su selección. El ejemplo perfecto de cómo el fútbol radicaliza las conciencias y sirve como excusa para el fanatismo. Egipto y Argelia hubieron de jugar en Sudán su encuentro. Imaginen hasta qué punto enloquecieron las hinchadas respectivas como para reisgnarse a jugar en un país que lleva 25 años inmerso en una guerra civil.

El fútbol señores. Toda su grandeza oscurecida por sus miserias. Fin del noticiario fúnebre futbolístico de hoy.

Vía | El Mundo
Imagen | El Mundo, El País

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Cinco segundos de paz

Andrés Pérez | Cuando el paso de los años tinte de sepia el recuerdo de aquella Eurocopa, la de 2008, cada aficionado a la selección guardará en su memoria un detalle insignificante que ejemplificó en su momento todo lo que aquello supuso. El mío reside en los cuartos de final, frente a Italia, en la tanda de penaltis. Si España anotaba aquel penal, pasaba de cuartos. La barrera maldita estaba a once metros y el encargado de derrumbarla era un tal Cesc Fábregas, líder absoluto del Arsenal con tan sólo 21 años. A él se encomendaba un sueño, una maldición que romper. Yo me encontraba sentado en una silla de un apartamento de Salou.

El curso universitario había terminado escasas semanas antes y como es menester en residentes jóvenes de Zaragoza, la localidad tarraconense fue lugar de colonización masiva. También por nuestra parte ya que, entendamos, la originalidad no era nuestro mayor fuerte a la hora de elegir destino vacacional. El caso es que allí nos hallábamos frente a un televisor destartalado en silencio sepulcral. Suena a tópico pero no deja de ser cierto: la tensión se mascaba en el aire y el nerviosismo se traducía en cojines a modo de uñas y muñones por dedos. La noche se había echado encima y la hora nos era indiferente. Un penalti daba la gloria o enterraba el sueño. Nos jugábamos demasiado como para estar atentos a cualquier otro aspecto de la vida que sucediera en los alrededores.

Podría haber surcado el cielo un unicornio rosa fosforito cantando el himno de Italia. No nos hubiéramos percatado. En tal tesitura, dos de los allí presentes íbamos cinco segundos por delante del resto. Un minúsculo aparatito hacía las veces de radio y escuchábamos cariacontecidos Carrusel Deportivo, producto de nuestra larga tradición de tardes de domingo acompasadas por un transistor. La diferencia entre emisión televisiva y radiofónica permitió durante todo el partido que supiéramos de antemano el desenlace del drama que se cuajaba en el Ernst Happel de Viena.

Conllevaba sus ventajas y sus innegables inconvenientes. Por un lado el corazón no palpitaba al ritmo desenfrenado del resto de nuestros compañeros y por otro, la emoción instantánea de cualquier lance del juego nos era privada. Sin embargo allí seguíamos cuando Fábregas se disponía a lanzar el penalti. Cinco segundos por delante de la humanidad, entendida como las seis personas que frente al televisor nos agolpábamos ansiosos de conocer el éxito. No existía nada más en el mundo que aquella habitación y aquel aparato que emitía aquel partido. Nada importaba ya. Tan sólo el gol de Fábregas.

Cuando Fábregas aún no había salido del círculo central, junto al resto de sus compañeros, nosotros ya conocíamos su particular ritual antes de golpear la bola. Había besado el cuero en nuestra imaginación antes siquiera de haber alcanzado el área en la televisión. Mientras tomaba carrerilla ya conocíamos el desenlace, fatal o genial, redentor o desdichado. El shock fue tal que nos quedamos paralizados. A mitad de camino entre el respeto y la incredulidad, nuestra expresión facial no varió un milímetro cuando Manolo Lama estalló en la absoluta desidia. Nuestro pulso no varió cuando la pelota dirigida por Fábregas engañó a Buffon y se coló en la portería de Italia.

El silencio reinaba y sin embargo conocíamos el final. Fueron cinco segundos mágicos. La euforia se desbordaba en nuestro interior y, sin embargo, de cara a la galería mostrabamos una frialdad inexcrutable. Una expresión petríficada de la que nada podía inituirse. Cuarenta y cuatro años de desdicha brotaron en nuestro interior erizando el vello de nuestros brazos, humedeciendo nuestras pupilas, obnubilando nuestra mente. Trasportándonos a otro tiempo y a otro lugar, fuera el que fuera. El alivio transpiró por nuestras pieles mientras el resto de desgraciados aún suspiraban por conocer el resultado final.

Cuando la televisión mostró el gol que ya conocíamos, cuando el pase de España a semifinales se hizo efectivo a ojos del resto de inquilinos que aquella noche compartían con nosotros sus fobias y sus miedos, un desesperado sonido reverberó por nuestras gargantas. Aquellos cinco minutos de silencio, de inexpresividad, estallaron de manera especial en quienes durante más de noventa minutos supimos todo cinco segundos antes que el resto. Desconocimos qué proferían nuestras cuerdas vocales pero nos daba igual. Los otros cuatro compañeros se levantaron encolerizados y automáticamente hicimos lo propio, aquello que anhelabamos hacer durante cinco segundos de reflexión que se hicieron eternos. Cinco segundos en los que asumimos que ya, que podíamos, en los que pensamos: "Ya está".

Junto a ellos celebramos aquel pase como si del mismo título se tratara. Los fantasmas habían volado de una maldita vez. Lo que vino después es inenarrable porque una niebla de euforia destiñe mis recuerdos. Pero aquellos cinco segundos supusieron, sin duda alguna, lo que esa Eurocopa significó para España en su conjunto. Una sensación de alivio sin igual en la historia del deporte.

Tanda de penaltis con Carrusel |



Vía | Más que Fútbol
Imagen | De archivo

lunes, 16 de noviembre de 2009

España o la peligrosa autocomplacencia

Andrés Pérez | Cayó España en la apatía de la rutina victoriosa. Lo hizo consciente de su superioridad sobre un rival enclenque, venido a menos, marrullero y dirigido por un impresentable revanchista incapaz de asumir los notables fallos que atesora su conjunto. No es excusa que Argentina trasladara el partido a su terreno, al de la confrontación, la patada fácil y la bronca generalizada. España se durmió como venía avisando Del Bosque, a quien el tiempo le dio la razón. Haría bien el seleccionador nacional en arengar debidamente a un grupo que no debe dormirse porque en tal apatía reside el fracaso.

No digo que España haya entrado en una dinámica de confianza excesiva, sino que podría llegar a ella. A pesar de todo cuajó un primer tiempo maravilloso en el que aunló a una Argentina muy débil. Sin recursos a los que aferrarse, con un Messi desesperado, se resignó al contragolpe. Y en tal resignación descubrimos las carencias de un equipo mediocre. El baile de seleccionados impide que llegue la estabilidad para un equipo cuyo juego no fluye porque sus líneas se deshilachan ante el dominio del rival. Sucede que Argentina no sabe a qué juega, y en tal vacío de ideal reside su estraetgia. Embarrar el partido y lanzarse rápida hacia la portería contraria cuando el contrario entra en su demencial juego. España lo hizo, cayó en la trampa, y Argentina consiguió que el combinado nacional olvidara su esencia. En tal tesitura llegó el gol de Argentina.

Al contragolpe. Balón y a correr. Argumentos escasos para ganar un Mundial, si es lo que pretende Maradona. La marrullería habitual de Heinze contagió al resto de argentinos y las piernas de Xavi, Silva, Iniesta o Villa lo pagaron caro. A pesar de todo, de una segunda parte floja y conformista de España, un último arreón plagado de fútbol logró de penalty el tanto que otorgaba la victoria a España. Justamente. Argentina puede desenvolverse bien en un partido de este nivel, pero España no debería haber caído en el círculo vicioso al que le arrastró una impotente Argentina. A pulir por parte de Del Bosque la inquietante muestra de arrogancia por parte de España. El trabajo psicológico se antoja esencial, primero, para no caer en el la autocomplacencia, y, segundo, para saber sobreponerse a rivales que ante la impotencia que supone plantar cara al fútbol de España, actuarán como Argentina. Tirarán de barrio, por si suena la flauta. Sea como fuere, es una alegría saber que un campeón del mundo siempre estigmatizado por encima de España, ha de recurrir a ello.

Imagen | Marca

viernes, 13 de noviembre de 2009

Mitomanía textil

Andrés Pérez | Diseño y fútbol son dos palabras que han caminado de la mano desde que las grandes firmas deportivas decidieran adentrarse en este deporte. Es una fuente inagotable de ingresos, polémicas, publicidad positiva e iconos que se quedan grabados en la memoria de los aficionados. A modo particular, siempre he sido un mitómano de las equipaciones de fútbol. Huelga decir que de pequeño siempre tuve mi colección de equipaciones para las chapas y que de adolescente pasaba más tiempo en el modo Editar de los simuladores de fútbol que recreándome en el artificio de un videojuego. Siempre maravillado por aquellas añejas equipaciones que trasladaban a mi imaginación a tiempos pretéritos en los que el fútbol se veía de color sepia y los jugadores se contaban por leyendas.

A los setenta, a los ochenta, a los sesenta. Fútbol de otras épocas que no disfruté y que idealizaba, y sigo idealizando. Pantalones cortos y ajustados, camisetas pesadas de lana, números diseñados sin estridencias, claros y sencillos, colores vivaces y poca ornamentación inservible y detallista. Camisetas como la segunda equipación de Inglaterra en 1966, roja y blanca, como la de Alemania en 1974, la de Brasil en 1982, la siempre impactante de Holanda en el mismo Mundial 1974, la de España que durante tantos años vistió medias negras y pantalón azul eléctrico. Camisetas sin trampa ni cartón, elegantes, sobrias, pero inquietantes.

España estrena nueva equipación tras el fracaso que supuso la que portó en la pasada Copa Confederaciones, una mezcla burda entre la exitosa prenda de la Eurocopa y colores apagados y aburridos. Adidas se reinventa a sí misma y rescata una moda de otro tiempo, la de los ochenta. A mí me parece bien y de hecho la equipación me encanta. Rojo eléctrico, azul intenso y un Casillas vestido como lo hiciera en su tiempo Arconada: de verde, con los hombros negros y la bandera de España formando las tres líneas de la marca Adidas.

Como digo, las equipaciones se guardan en la memoria colectiva. Y por un motivo o por otro, todas aquellas equipaciones de un fútbol del que aún sigo enamorado marcan mi imaginación, mi visión del fútbol actual. Todas aquellas selecciones y equipos que nunca pude ver y que hubiera gustado en conocer de primera mano suponen para mí aromas del verdadero fútbol que aún no se había convertido en el negocio que es hoy. En tiempo de leyendas, mitos, barro y pantalones muy cortos. Es comprensible, pues, que la equipación que España llevará en Sudáfrica me agrade ya que, no en vano, es un guiño a todo aquel fútbol.

Eso sí, echo de menos algo: las medias rojas no me convencen. ¿Por qué hay tanto miedo a recuperar las efectivas medias negras que siempre portó el combinado nacional? Que se fijen sino en el Sevilla. Las recuperó para su centenario y salta a la vista que han sido un éxito.

Noticias relacionadas | La nueva camiseta de España (Diarios de Fútbol)
Vía | As
Imagen | Marca, Google Images

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Enajenación futbolística

Andrés Pérez | Nunca dejen de sorprenderse. Nunca desesperen en su búsqueda: aún puede haber algo peor que palmar 4-0 en Alcorcón tras haber realizado el mayor desembolso económico de la historia. Es posible caer más en el descrédito y es posible que el espectador siga sin explicarse absolutamente nada, deje de comprender el mundo y, hastiado, decida romper el televisor, porque nada merece ya la pena si un equipo de Segunda B es capaz de superar al Real Madrid en todas las facetas del juego para simplemente perder por un gol y eliminar al gigantón del fútbol español. O, seamos felices optimistas, puede suceder que tras contemplar semejante logro, el espectador en cuestión se reconcilie con la humanidad y descorche su mejor botella de vino para celebrar el milagro de cada día, seguir vivo. Como ven la enajenación que domina mi mente me impide hablar de fútbol. Hablo de la vida. Porque la vida es maravillosa, que diría cierto narrador ya en otro tiempo, y alumbra milagros e historias inverosímiles en cada esquina. Como la del Alcorcón. ¿Locura? Explíquenme ustedes de otra manera lo que ha sucedido en sólo dos partidos.

Como decía, era complejo imaginar un descalabro superior a la derrota... Disculpen, a la goleada histórica que el Madrid recibió de un equipo de barrio asentado con cierta holgura en la Segunda B. Pero he de insistir: jamás dejen de sorprenderse, es la gracia de la vida. Y en estas, el Alcorcón, noble equipo exento de calidad alguna en comparación al Real Madrid de los 250 millones de euros, se plantó en el tupido verde césped del Bernabeú, estadio mítico para la gloria, las remontadas y tantas cosas más. Y fue el Madrid quien osó desafiarle, quien hablaba de épica, noche de remontada, espíritu de Juanito y tantas banalidades más en boca de quien es incapaz de llevarlas a cabo. Y el Alcorcón, ni cortado ni amedrentado, planteó fútbol. Simple y llanamente. Ni bueno ni malo. Fútbol, señores, que es más fácil de lo que parece. Bandas, asociación, ensanchar el campo, cierta presión, orden, colocación, y lo que es más importante, conocimiento de causa. En el conjunto de barrio todos y cada uno de los futbolistas sabían qué tenían que hacer en el campo. Así jugar a este bello deporte es mucho más sencillo.

Qué les voy a contar del Madrid que no sepamos ya. Parece increíble, pero un equipo de Segunda B sabe jugar al fútbol mucho mejor que el segundo clasificado de la Liga Española. No es una cuestión de calidad ni de belleza estética. Repetimos: es una cuestión de orden y conocimiento. En el Madrid el orden es inexistente en todas sus líneas y el conocimiento brilla por su ausencia, como Kaka', como Raúl, como el inoperante Gago, como Higuaín, ese maravilloso jugador, como tantos otros que osaron enfrentarse al Alcorcón en la ida. Sin concierto alguno, únicamente Van der Vaart con un disparo lejano acertó a maquillar el ridículo, si es que a tamaño horror le cabe disimulo. El Bernabeú finalizó el partido aplaudiendo al Alcorcón y toreando a su propio Madrid: se llegaron a escuchar olés. ¿Hablar de fútbol, del sistema del Madrid, de las consecuencias y de las posibles soluciones? Venga ya. Una noche como esta merece hablar de todo menos de fútbol. Y en esto también descubrimos la magia de tan encantador entretenimiento.

P.D.

En otro orden de asuntos, el Zaragoza debió decidir que el gol no es su jurisdicción y empató a cero frente al colista de Primera División, huelga decirlo, el Málaga. Málaga que salió de su propio campo, habiendo logrado la clasificación, pitado y abucheado. Según Carrusel Deportivo la segunda parte fue un asedio constante del Zaragoza. Bien, si saben jugar, tocan con holgura, tienen conocimiento de causa que decíamos antes, pero mientras la defensa mantenga el mismo nivel de mediocridad y ningún delantero asome para perforar porterías rivales mantendremos la incertidumbre hasta el final. Yo no desespero. Equipo hay. Faltan los goles.

Vía | Más que Fútbol
Imagen | Marca

lunes, 9 de noviembre de 2009

Habitual (Jornada 10)

Andrés Pérez | El Atlético es un equipo que no admite medias tintas. Pasa de la más absoluta efervescencia a la apatía desesperante en cuestión de segundos, y en tal actitud descubrimos sus carencias. Es inconstante y el paso de los días provoca que las dudas hundan al conjunto en el pozo de la clasificación. Perdió contra el Madrid ejemplificando lo antes dicho. Cuajó una primera parte deplorable frente a un Madrid que tampoco hizo demasiado por imponerse al descanso 2-0, y salió atolondrado, lo que, Perea y el circo habitual mediante, provocó el 3-0. Parecía muerto el equipo de Quique Sánchez Flores pero salió Agüero y resucitó de espíritu a sus compañeros y a la grada. La noche y el día. Así imposible, por más tesón que demuestre Agüero. Casillas, para colmo de males, tuvo una de sus habituales agraciadas noches. Lo paró todo. En estas, ganó el Madrid y se debió reconciliar consigo mismo tras las dudas derivadas del Milan. Lo hizo también el Barça pero alejado de su habitual brillantez. 4-2 al Mallorca sin aspavientos. Vuelta a los cánones habituales de esta nuestra Liga. Ganan los grandes, no hay más historia.

Un punto separa al Barça del Madrid mientras el Sevilla se acerca sigilosamente con 22, a tres del Madrid y cuatro del Barcelona. Venció también 3-2 a un Villarreal que parece querer recuperarse y que sucumbió ante la pegada descomunal de Luis Fabiano y los culebreos de Navas, por fin seleccionado. Quien también decide asomarse por arriba es el Valencia. Venció a un Zaragoza digno y superior en el planteamiento del juego. Me explico. El conjunto de Marcelino palmó 3-1 pero puede salir de Mestalla con la cabeza alta. Le robó el balón al Valencia, lo administró con inteligencia hasta el primer gol de Mata, presionó la salida del balón del conjunto de Emery y se acercaba sospechosamente a las inmediaciones de César. Intentó jugar al fútbol y no agachó la cabeza, pero, eso sí, cometió un error garrafal. Adelantó la defensa frente a los cuatro pequeños diablos que tiene el Valencia arriba, lo que a la postre supuso un infierno. Huelga decir que dos de los tres goles del Valencia jamás debieron subir al marcador, especialmente sagrante el caso del primero, pero no es óbice. El Zaragoza perdió, probablemente de manera justa, pero no hay que caer en el fatalismo. Lo hizo con estilo.

Por abajo, Málaga y Tenerife fueron presa de su propia desesperación, el Getafe no hizo nada por evitar la victoria del Depor, Osasuna dio aire al Almería, el Athletic confirmó que de seguir así no tendrá problemas este año y el Xerez arañó su sexto punto a costa de un flojo Valladolid. Interesante el caso del Xerez. Poco a poco se aferra al sueño de la salvación y en tal pugna contra sí mismo y contra los elementos descubrimos la verdadera belleza de los pozos del fútbol. Veremos.

Resultados | (pincha aquí)

Clasificación | (pincha aquí)

Real Madrid y Atlético de Madrid |



Vía | Marca, YouTube
Imagen | Público

Por fin, Navas

Andrés Pérez | Lo llevaba mereciendo el sevillista y por fin uno de los particulares anhelos de quien aquí escribe se cumple. Un extremo de verdad con calidad para dar y vender que dará profundidad a la banda derecha de España. Es una alegría que Navas haya solucionado sus problemas de ansiedad cuando se aleja demasiado de casa, típica desviación mental incomprensible en los futbolistas, rodeados de la opulencia más absoluta. En fin, sea como fuere, una buena noticia.

La convocatoria de Jesús Navas es la gran novedad de la lista de convocados ofrecida por el seleccionador nacional, Vicente del Bosque, de cara a los encuentros amistosos ante Argentina, el próximo sábado, y contra Austria, en Viena, el miércoles 18. La llegada de Navas al combinado absoluto es el resultado de un trabajo psicológico llevado a cabo por el Sevilla y el entorno del jugador para que superara sus problemas de ansiedad, que hasta este momento le habían impedido acudir a las llamadas de la selección nacional.

Por cierto. Ramos cuidará de Navas. ¿Está alguien seguro de esa decisión?

Vía | El País

jueves, 5 de noviembre de 2009

Y los privilegiados pusieron el grito en el cielo

Andrés Pérez | España no se caracteriza precisamente por ser uno de los países más justos fiscalmente hablando. Ahí están las SICAV, auténtico sueño húmedo de millonarios empresarios, y ahí estaba, hasta ayer, la Ley Beckham, para jolgorio y algarabía de las súper estrellas de esta nuestra Liga. Gracias a tan inteligente Ley, los futbolistas extranjeros con sueldos superiores a 600.000 euros cotizaban en el fisco el 24% de sus ganancias, lo mismo, no se lo pierdan porque tiene su gracia, que un mileurista como usted o como yo. ¿Divertido eh? Sí, para no parar de reír. O de llorar, depende del temperamento de cada uno. Pues esperen. El Gobierno de Zapatero ha decidido, cinco años después, que esto está muy mal y que hay que modificarlo. Así que a partir del uno de enero de 2010 los nuevos fichajes estrellas de los grandes clubes destinarán al erario público el 43%, algo muy semejante a lo ya existente en países mucho más justos fiscalmente hablando como Alemania o Gran Bretaña. Pues bien, la Liga se queja. Muy indignada se halla porque según sus cálculos perderá alrededor de 100 millones de euros anualmente. ¿Y qué hacer? A la huelga, dicen.

Partamos de la siguiente base: la medida tomada perjudica únicamente a los nuevos fichajes, es decir, a Riberý, por poner un ejemplo, pero no a los ya existentes. Como dicta la justicia española, las leyes nunca tienen carácter retroactivo por lo que Cristiano Ronaldo e Ibrahimovic pueden dormir tranquilitos, no les tocarán su estratosférico sueldo. Así que la Liga, de la mano de Astiazarán, su patético presidente, de manera torpe y necia intenta presionar al Gobierno amenanzando con un parón de la competición. Alegan en la LFP que eso impedirá la llegada de talentos extranjeros y por ende menor beneficio para los clubes por eso de los contratos televisivos, mediáticos y demás retahíla de argumentos, resumiéndolo todo en un laxo las estrellas eligirán otras Ligas. Lo que cierto presidente llamó en su día importar talento del extranjero se irá al carajo, resume Astiazarán.

En el plano fiscal no hay debate alguno: tipos que cobran cantidades millonarias por pegarle bien a un balón han de tributar exactamente lo mismo que el resto de empresarios de este país. El sistema fiscal español no es justo, lo sabemos, pero por algo se empieza, y que los futbolistas coticen al 43% como un rico más es una buena medida. Que la medida supone un freno para los grandes fichajes puede que sea cierto: hasta ahora España era un paraíso fiscal para nuestros ídolos del balompié y no es de extrañar que Riberý se niegue a pagar el 43% de su sueldo al Estado Español, que a ver quién nos creemos que somos, que él no se fue a Alemania para pagarle a los alemanes el 45% de su sueldo... Vaya. Ha quedado demasiado explícito. Una pena que Astiazarán no quiera leer, aprendería muchísimo el tipo.

Hablan de huelga. Veremos. Los clubes poderosos deben estar que trinan, y eso en España se traduce en dos: Barça y Madrid. Laporta ya ha hablado y ha puesto el grito en el cielo, pero como a este hombre nunca merece la pena escucharle a no ser de que se desee una úlcera estomacal, es mejor hacer como que no ha abierto la boca. Ya saben, sonrían y digan que sí. Huelga decíamos. Considero que es un farol. En la Liga Española no manda Astiazarán, mandan las televisiones y los patrocinadores, y ponen muchísimo dinero como para que durante dos jornadas los sufridos futbolistas no salten al campo a partirse la cara por tres puntos. Veremos cómo termina el asunto, pero una huelga no haría más que retratar el fútbol tan patético y lamentable que tenemos y que no merecemos. O sí. Uno ya no sabe dónde está el límite.

Vía | Público, ADN, Dominio Público, El Mundo
Imagen | Google Images

viernes, 30 de octubre de 2009

Golpes autoritarios

En un último intento por zanjar el encontronazo con Pellegrini en Alcorcón, Guti apareció en la sala de prensa de Valdebebas para repetir ante todos los medios lo que ya había asegurado a los medios del club: que no hubo falta de respeto al técnico y que su relación con el chileno es "increíble". Un guante que no ha recogido el técnico chileno, que también desmiente el altercado, pero que le ha dejado fuera de la lista para Getafe, a pesar de que el centrocampista está "perfecto para jugar".

Pobre Guti. Un incomprendido, él. ¿Golpe de autoridad de Pellegrini para demostrar que él realmente manda? Si lo necesita tiene un problema.

Vía | El Mundo

jueves, 29 de octubre de 2009

Tirando a dar | La última proeza del Atleti

Eduardo Lázaro | Hay veces en las que a uno no le queda otro remedio que pensar en la vida como un cúmulo de contradicciones. Cuestiones triviales toman un cariz revelador; y empiezo a pensar que el extraño en este mundo soy yo. Cuando quiero ir rápido, oigo voces que me recomiendan ir con calma. Hay días en los que espero ansiosamente la noche. En otras ocasiones, tomo un refresco que no hace sino aumentar mi sed. Salgo a la calle y me encuentro con grandes dosis de ignorancia orgullosa de sí misma —lo cuál me parece una incongruencia—. Y como éstos, podría poner innumerables ejemplos que formarían una lista, cuando menos, curiosa.

Perdónenme por esta monserga existencialista, pero es que por mucho que le doy vueltas desde el suceso, aún no consigo responderme a la siguiente cuestión: ¿qué coño pinta el Frente Atlético en un entrenamiento a puerta cerrada del Atlético de Madrid?, ¿acaso el fútbol no caminaba por los derroteros de aislar y silenciar a estas bandas de cafres? De verdad, todavía no he podido resolver el crucigrama mental que me ha supuesto esta contradicción porque no sé que ha pretendido el club madrileño.

No pretendo hacer demagogia barata demonizando su ideología que, por otro lado, es comúnmente conocida. Tampoco pretendo recordar que en su triste historial se pueden encontrar innumerables detenciones, agresiones, destrozos e incluso asesinatos de aficionados rivales. Ni siquiera me he propuesto sacar a relucir supuestas actitudes xenófobas o racistas. No sería justo, por otra parte, dar estopa a un grupo que no es más que uno más de los que ocupan las gradas en todos y cada uno de los estadios de España. Cada uno con su ideología, sí; pero sea cual sea el punto cardinal de la misma siempre confluyen en unas coordenadas: la violencia.

Por tanto, volviendo al hilo argumental del post, me resulta difícil de comprender que el Atlético de Madrid, a través de decisiones como ésta, dé publicidad a este grupo cuando, en teoría, se está tratando de quitar voz y voto a los aficionados que se pasen de la raya. O lo que podría ser lo mismo, quitar fuerza e influencia a aquellos aficionados incapaces de comprender los valores del respeto y sana rivalidad que deberían imperar en el deporte.

No menos sangrante es leer las declaraciones del nuevo míster colchonero, Quique Sánchez Flores —al que personalmente respeto mucho como preparador—. No es de recibo que a las primeras de cambio salte a la palestra hablando en los siguientes términos acerca del suceso: “son aficionados normales, hay que darles cariño y hablar con ellos. El diálogo es la base del entendimiento”.

Qué razón tienes, el diálogo es la base del entendimiento con quien puede entenderte. Pero no con quien se presenta al estadio con aires chulescos y exigiendo la comparecencia de los jugadores. ¿Acaso no hay un presidente de peñas o representante de la afición?, ¿qué han hecho para merecer ese trato de favor por parte del club? Yo no comulgo con ruedas de molino. No quieran venderme como aficionado normal al prototipo de cantamañanas que va al estadio a insultar, a enseñar emblemas violentos y a provocar el caos; que se desplaza fuera de casa a apoyar a su equipo con el único propósito de incordiar y, si se puede, hostiar —sí, acción y efecto de dar de hostias— a todo aquel que no comparta sus silvestres pensamientos. Que se presenta en un entrenamiento con caretas y un bate para amedrentar a los jugadores y cuerpo técnico.

Mal hace pues el equipo del Manzanares en dar publicidad a quien no debería tener cabida en el club, y peor todavía es rebajarse a su altura. Lamentable que un club con historia tenga miedo de una jauría de baja ralea que más que beneficiar, está demostrado que les ha perjudicado. Sobre todo a nivel de imagen —¿seguirá queriendo venderse como la mejor afición de España esa que monta una manifestación en la jornada dos?—.Y repugnante se antoja que presidentes y demás soplagaitas que copan el fútbol se tengan que defender soltando y azuzando a estos cachorros. Si el éxito de los equipos y su capacidad de salir de situaciones adversas se cimentara en los berridos y los pitotes que éstos organizan en las gradas aún podría verle sentido al asunto; lo que no significa entenderlo.

Con actitudes serviles como éstas, seguirán pagando aficionados justos por los pecadores. Y así, gilipollas asalariados y otros como yo, que lo hacemos por amor al arte, tendremos que seguir escribiendo y dándole bombo a quien menos lo merece.

Pero, ustedes mismos, ¿acaso es mejor callarse y mirar para otro lado?

Imagen | Google Images, Fútbol 91

miércoles, 28 de octubre de 2009

Un Madrid de vergüenza

Andrés Pérez | Cuatro, four, vier, quatre, quattro, fyra. Repítanlo un millón de veces hasta que consigan creérselo. El Real Madrid perdió anoche por cuatro goles a cero frente al Alcorcón, equipo de Segunda B. Lo hizo de la manera más ruín y patética que se recuerda a un equipo de su nivel, lo cual es aún más sangrante si tenemos en cuenta que ningún equipo, jamás en la historia, había llevado a cabo un desembolso econónimo tan brutal como el Madrid este año. Sé que es redundar en el mismo tema pero no se puede dejar de lado que una plantilla de 250 millones de euros ha sido humillada, laminada y ridiculizada por un humilde conjunto de Segunda B. El Alcorcón, vaya por delante, hizo el partido de su vida frente al Madrid y merece todo el reconocimiento. Más aún, haría bien el Madrid en aprender de su rival copero ya que le dio una lección de cómo se ha de jugar al fútbol de manera sencilla y eficaz. Basta con cierta presión a la línea defensiva del rival, transiciones rápidas y aperturas constantes a la banda con desdoblamientos del lateral. Así se juega al fútbol en el barrio y así se gana a un grande. Pim, pam, pum. Cuatro goles. Que pase el siguiente.

Eso debieron pensar los miles, por escasos, aficionados que anoche abarrotaron el campo Santo Domingo de Alcorcón. Que pase el siguiente. Y no es para menos. El fútbol es de los humildes, ya lo dije una vez, y lo será por siempre. Equipos como el Alcorcón, gestas como la de anoche dan motivos para reconciliarse con un deporte que parecía sin rumbo en este país, dominado por el talón y por la hipocresía, por el poderío de los grandes y el olvido de los más pequeños y débiles. Hechas las correspondientes presentaciones, no cabe ya sino preguntarse qué le sucede al Madrid. Es posible aceptar que pierda de manera decrépita frente a un conjunto que estuvo a su merced. O que se retratara frente a un envalentonado Sevilla. Pero no ya que se humille, que reciba cuatro goles y lo que quedaron en el tintero, por parte de un equipo mediocre de Segunda B. Porque a fin de cuentas es un equipo mediocre, como todos los que batallan por los campos enfanganados de la tercera división española en orden descendente, orgullosos sí, pero mediocres en su calidad respecto a clubes más poderosos.

La goleada de ayer es una herida que quedará abierta por mucho tiempo en el corazón del Madrid. Desconzoco si tras el ridículo copero vendrán tiempos mejores, y se debe suponer ya que más bajo es complicado caer. Sea como fuere el problema del Madrid obedece a varios frentes. Por un lado el de una plantilla descompensada una vez más, con un banquillo no acorde a los cuatro jugadores excelsos que pueblan la plantilla blanca. Por otro, un entrenador que ha sido incapaz, desconozco los motivos, de otorgar de orden y concierto a la táctica del equipo, de dibujar un plan, de aderezar una defensa en teoría sólida y de otorgar cerebro a un ataque exhuberante. En su empeño Pellegrini ha fracasado y como tal debería marcharse, puesto que se admiten derrotas frente a equipos de alta gama pero no ante un club de Segunda B. Cuesta creerlo pero el equipo de los 250 millones de euros es un juguete roto en manos de unos futbolistas apáticos, un entrenador gélido y una directiva altiva e irresponsable.

Los mismos errores del pasado. Un segundo de a bordo, Valdano, de quien dicen que tiene más importancia que el mismo entrenador. Un nuevo equipo bonito diseñado para las mejores ocasiones carcomido por las fraguas internas de los egos en el cuerpo técnico y en la directiva. Sea como fuere, quienes gozan de mayor culpabilidad son los jugadores, porque a fin de cuentas son ellos quienes anoche permitieron a un equipo inferior un baño de proporciones bíblicas. Quedará en el recuerdo, para mal, la gesta que anoche el Alcorcón perpetró con toda la impunidad del mundo, sin resistencia aparente por parte del Madrid. Será un episodio que atormentará durante varios años a un club nacido para la gloria y a unos jugadores que a día de hoy no valen lo que merecen. Sin motivación ni esperanza, el Madrid es un cadáver deportivo. Y es una notivia positiva, en cierto modo, ya que haría bien el aficionado blanco en darse motivos para la alegría, pensar que de ningún modo es posible descender aún más a los infiernos. La Copa ha retratado a un juguete roto. Quizá sea el punto de inflexión para comenzar, ahora sí, una dinámica ascendente acorde a unos futbolistas que no merecen nada, puesto que nada hacen para merecerlo.

Vía | Más que Fútbol, As
Imagen | Marca

martes, 27 de octubre de 2009

Se pueden meter la Copa del Rey por donde les plazca

Andrés Pérez | Tal cual. Porque, a título personal, comienzo a estar más que harto de la Federación Española de Fútbol y del panorama futbolístico de este país, en términos genéricos. No hablo en este sentido de lo que sucede dentro del campo, si no de lo que se cuece ajeno al mismo. Más allá de las paredes del estadio, en los despachos decorados por mesas de madera de pino gallego, retratos de los retoños, puros, corbatas, americanas y demás utensilios que componen la vida de los administrativos. Están consiguiendo sin rubor alguno que comencemos a ser el absoluto hazmereír de Europa y del mundo civilizado en términos genéricos, como suele suceder en España, por otro lado. Me explico tras semejante declaración de intenciones: este año la Copa del Rey de asco. Y lo da porque la incompetencia supina y el favoritismo absoluto de la Federación hacia los clubes grandes es cochambroso y vergonzoso. Explíquenme si no porqué el todopoderoso Barcelona, el multimillonario Madrid, el boyante Sevilla y el patético Atlético se enfrentan a rivales de menor enjundia que el resto de equipos de primera división. Y porqué, por ejemplo, el Zaragoza se la pega contra el Málaga y viceversa.

¿Es eso justicia? ¿Es eso fomentar una competición que puede servir de vía de escape para muchos conjuntos de menor talla que los europeos? La lógica apunta hacia todo lo contrario. Y es la Federación la única culpable de que se haya creado tan lamentable situación, por la cual la Copa del Rey cae aún en un mayor desprestigio que durante los años previos, si es que es posible. Que la Federación es un grupo de pensadores mediocres es un hecho plausible y a la luz de toda la sociedad interesada en el fútbol español. Pónganse en el lugar de los equipos pequeños de primera. ¿Merece la pena machacarse por un título apenas imaginable y perder fuerzas de cara a la lucha por la salvación? ¿De verdad es posible ganar la Copa del Rey mientras los mejores equipos luchan contra conjuntos dos categorías por debajo de ellos? Pues no. Y así, la Copa del Rey, un año más, quedará reducida a un simposio de partidos intrascendentes y secundarios a excepción de la final, donde todo serán vanaglorias del fútbol español y comentarios forofos y propagandistas del tipo, qué bonito, cuánta gente, qué grande es la Copa.

Con todo el respeto, el mismo que no merecen, les envío su Copa del Rey, su farsa, para que la coloquen donde la deseen. O bien en una vitrina o bien en el ángulo obtuso de su bisectriz. Propongo desde ya un sistema exactamente igual, punto por punto, al inglés, tierra que verdaderamente sabe ser justa y ecuánime con todos los equipos y que respeta las tradiciones, por no hablar de su innegable talento a la hora de aplicar aspectos modernos a un deporte centenario. Hasta entonces no disfrutaremos de eliminatorias a partidos único, de sorteos puros sin favoritismos ni de sorpresas de equipos pequeños, por no hablar de una cobertura televisiva y mediática adecuada o de una final en una sede fija. Hasta entonces caballeros, esta no es nuestra Copa. Es la vulgar mentira que han creado los mediocres directivos de la Federación.

Imagen | Ligafútbol, Fútbol 91

viernes, 23 de octubre de 2009

Adiós Bobo

Andrés Pérez | Podría hablar de la plaga de lesiones que afecta al Barça y que da cierto aire de ilusión al inocente Zaragoza, o de la extraña afección del Milan durante casi dos años, o de los males que aquejan al Madrid de Pellegrini, desorientado, triste y patético, o del Villarreal y su franca decadencia durante esta temporada, o de Villa y su temperamento, sí, podría hablar de muchas cosas pero permitirá usted, lector, que hoy dedique el post a un tipo que lo merece como pocos. Torino, Pisa Calcio, Ravenna, Venezia, Atalanta, Juventus, Atlético de Madrid, Lazio, Inter de Milán, Milan, Monaco y Fiorentina. Christian Vieri, nacido en Bolonia el 12 de julio de 1973, era un culo de mal asiento.

Entre toda la retahíla de conjuntos para los que marcó goles, y muchos, tan sólo uno se puede considerar su casa. O dos, a lo sumo. El Inter, en el que pasó seis temporadas, y el Atalanta, por el que ha jugado en tres temporadas diferentes, ninguna consecutiva. Vieri es un tipo especial y se retiró ayer habiendo marcado una infinidad de goles en Italia y en España, donde aún muchos atléticos suspiran por su olfato. Vieri era un tipo especial dentro y fuera del campo. Controvertido pero simpático, en apariencia lento y bonachón pero despiadado cuando enfilaba la portería. Siempre estuvo al pie del cañón, siempre hizo goles, y su retirada fue digna y paulatina. Marcó 23 goles en 49 partidos con la azzurra, atesora una Liga y una Copa de Italia, una Copa Intercontinental, una Supercopa de Europa, una Recopa de Europa, un pichici en España y un Capocannonieri en Italia. Sencillamente espectacular. Se va uno de los mejores delanteros de los últimos 15 años. Adiós Bobo. Adiós Vieri.




Vía | Wikipedia, YouTube, EFE