viernes, 31 de octubre de 2008

Tirando a dar | "Que se vayan a estudiar"

Eduardo Lázaro | "'Que se vayan a estudiar' les hemos dicho, pero no ha habido nada más". Y sorprende quién lo dice, oigan. Rubén Gracia "Cani", futbolista en la actualidad del Villarreal C.F. Tras ser interpelado por un periodista acerca de los incidentes sucedidos en el entrenamiento matutino de la entidad amarilla, el intrépido aragonés se ha descalzado con estas declaraciones acerca de cómo se han tomado los jugadores de la plantilla el asunto. Y es que, tras el ridículo copero ante el Polideportivo Ejido, numerosos aficionados se han acercado al entrenamiento para increpar la actitud mostrada en el encuentro. Que se vayan a estudiar… dicho a los jóvenes -adolescentes la mayoría- allí presentes como quien dice: ¡váyanse a tomar por donde amargan los pepinos, amigos! Despectivamente, qué duda cabe. Sorprendente.

No obstante, viniendo de quien viene, lo entiendo. Y no voy a la figura de este jugador en concreto. Al menos él ha tenido la valentía de salir delante de las cámaras y expresar el sentir del equipo. Voy al colectivo de señores que componen el panorama futbolístico -más concretamente a los que se visten de corto y salen en la Play Station-. A esos señores que tienen el don de controlar bien un balón y hacer con él juego en equipo, más o menos bonito y mejor o peor. Pero lo hacen. Por este ejercicio son recompensados con cantidades desmesuradas de dinero. Mucho más dinero de el que su limitado intelecto pueda abarcar jamás. Gentes que les ha sonreído la vida y han tenido la suerte de ganarse la vida así. Pero la mayoría no la hemos tenido y, para salir adelante, o pretendes estudiar o te deslomas picando una zanja. Así que, por lo visto, para ellos, una manera despectiva de intentar abrirse camino en la vida es la de estudiar. Es más fácil ser un retrasado mental adinerado; y mucho más cómodo.

Pero lo que mas me enerva es que gente como este preciso jugador, viene de un pasado de reponedor de hipermercado -ojo, que no tengo nada contra los reponedores-. Con la Educación Secundaria Obligatoria como colofón de su carrera de estudiante. Que tuvo la suerte de pegarle decentemente patadas a un balón y ya ven; de un equipo de juveniles al Real Zaragoza. Que hizo una buena temporada en Segunda División y ya comenzó su escalada personal de reclamaciones salariales. La compra de pisos en la ciudad para especular y sacar réditos a los ingresos. El SLK gris metalizado. Otra temporada buena y ¡milagro! llega un equipo con presupuesto que ofrece algo más de dinerillo y me paso los colores que me han sacado de la mierda por el arco del triunfo. La pela es la pela y maricón el último. Y a vivir la vida que son dos días. Cambio de casa, de zonas de bares y de uniforme. A regodearse en la mediocridad y a pasar desapercibido; pero cobrando…Y chino chano llega el día que te ríes de los que estudian. Y el que te trata las lesiones ¿acaso no ha estudiado?, y el que escribe sobre ti en el periódico, ¿que puñetas ha hecho para estar ahí?. Y la mayor parte de seres que te rodea en algún momento lo ha hecho. Así que es una lástima, pero le doy la razón al amigo Ramón Calderón cuando criticó a su propia plantilla. Cabezas huecas con mucho dinero, salvo honrosas excepciones.

- ¿De qué me sorprendo yo ahora?

Vía | As, El Villarreal
Imagen | El Villarreal

Más que Fútbol ● 2008

jueves, 30 de octubre de 2008

La Copa, la defenestrada Copa

Andrés Pérez | Como decía mi compañero Pablo en su blog, no es turno para los equipos pequeños en la Copa del Rey. Me apena, como me apena que una competición antaño preciosa y emocionante se haya convertido en lo que es hoy, el segundo plato de los equipos de primera, estén por arriba o deambulen por abajo. Da igual, la Copa no es el objetivo primordial para nadie a estas alturas. Temo que ni siquiera para los equipos de Segunda, quienes hace años que dejaron de soñar con llegar lejos en una competición inexplicablemente dinamitada por todos, desde Villar hasta el último entrenador de cualquier equipo de Primera División. El actual formato, con eliminatorias a ida y vuelta, no da lugar a sorpresas, y por tanto, no da lugar a la esencia de un campeonato pensado para que lo gane quien más se lo merezca, sea el mejor o no. Observo el torneo de al FA Cup en Inglaterra y sospecho que todavía tenemos demasiado que aprender de los ingleses a nivel futbolístico. En todos los aspectos. Allí la FA Cup no es una competición secundaria donde acudir a secarse las lágrimas de Europa o del torneo doméstico, sino el broche de oro a una buena o mala temporada. Es un objetivo más, primordial y especial para el aficionado. Aquí, para algunos, no deja de ser un incordio absurdo.

Hablo de los equipos grandes, quienes acuden a campos de Segunda y de Segunda B cansados, sin ilusión alguna y con el ferviente deseo de que la competición termine cuanto antes. Tan sólo hay que fijarse en el dubitativo Villarreal, que ayer, lejos de vencer holgadamente a un humilde Poli Ejido, recibió una manita de humildad y una lección de cómo un equipo pequeño no debe olvidar sus orígenes. El Villarreal deambula ya por Europa y por la Liga con el comportamiento de un equipo históricamente ganador. Y en absoluto lo es. Ante el Aalborg creyó tenerlo todo hecho antes de empezar, y ante el Atlético creyó haber vencido antes de terminar el partido. Ayer, ante el Ejido, creyó lo mismo que ante el Aalborg, pero, gracias a la magia de la moribunda Copa, cayó con cinco goles de diferencia. Merecidamente. Quizá el ejemplo del Ejido anoche espolee al resto de equipos, tanto de Primera como de Segunda para tomarse un poco más en serio el torneo. Los primeros para no ser humillados y los segundos para soñar con cualquier cosa, idílica o no. A pesar de todo, el verdadero motivo por el que la Copa yace medio muerta en la cuneta de las competiciones que nadie quiere jugar -como la Copa Confederaciones a nivel de Selecciones- es la desidia de la Federación en crear un ambiente de emoción, en el error de la misma y de los equipos grandes por promover un torneo a ida y vuelta.

En Inglaterra, por ejemplo, las eliminatorias son a partido único. Hasta la final. La presión de los equipos grandes por no caer humillados provoca que no se reserven en exceso ante cualquier equipo, de primer nivel o no, y la ilusión de jugárse el todo o nada en un partido de los pequeños provoca una motivación extra y una dificultad añadida para los equipos más poderosos, de tal manera que, llegado el momento, el aficionado contempla feliz un espectáculo único, el del torneo más antiguo del mundo, el del mejor torneo que se pueda ver en un país. David contra Gholiat a una batalla. No se puede pedir más. Entiendo que determinados campos de Segunda y Segunda B no son los más adecuados para los señorcitos de Primera División, temerosos de una encerrona o de las dichosas lesiones. Entiendo a su vez que la verdadera diferencia entre el fútbo inglés y el resto del planeta es el nivel de sus categorías inferiores -contemplar un partido de la Tercera División inglesa, con un campo de 15.000 personas abarrotado, es un espectáculo único- y entiendo especialmente que esto no son las islas británicas. A pesar de todo ello, a pesar de ser diferentes, algo de interés por este maravilloso torneo, más allá del puro económico, no le vendría mal al fútbol nacional. Para recuperar la esencia. Para conseguir, algún día, parecernos a los ingleses.

Vía | Casi todo fútbol, Público
Imagen | Blog de Fútbol, Marca

Más que Fútbol ● 2008

lunes, 27 de octubre de 2008

El cuento más viejo del mundo (Jornada 8)

Andrés Pérez | No soporto el victimismo arbitral. Me aburre y destiñe los partidos, así como el análisis de la jornada. Suele ser ventajista porque nos acordamos cuando nos perjudica pero no cuando nos favorece y por supuesto está infundado. Las teorías conspiratorias en contra de un equipo o de otro no existen, simplemente el nivel arbitral de la Liga Española es paupérrimo. Las teorías judeomasónicas en contra del Real Madrid, a día de hoy, son absolutamente inciertas. Por no hablar del discurso victimista de Schuster o Mijatovic, que siempre están más guapos callados. Es triste comenzar un post hablando de esto pero más triste aún es comprobar que es el tema principal en los periódicos de información deportiva a nivel nacional. Ayer el Madrid ganó 3-2 al Athletic de Bilbao en un partido precioso y con ritmo, con goles y con errores arbitrales garrafales que a la postre no supusieron nada, ya que ganó el que más atacó y el que más lo mereció, el Madrid.

Al Madrid le bastaron dos zarpazos para intimidar al Bilbao. Y dicho sea de paso, para ponerse con dos goles de ventaja en el marcador. Los de Schuster comenzaron bastante bien ante un rival de categoría menor a la Juventus, sin ir más lejos, triangulando normalmente hacia adelante y buscando la portería en última instancia constantemente. El estilo del Madrid, el mismo que consigue amedrentar a rivales pequeños pero que naufraga ante conjuntos de mayor solidez. El mismo que se pone con dos goles por encima en el marcador para relajarse a la postre y conceder dos goles al mismo rival. Fue lo que sucedió. Un Bilbao medianamente ordenado llegaba con cierta fluidez al área de Casillas, hasta que Exteberria consiguió perforar la red blanca. Pasaron pocos minutos hasta que se destapó la caja de pandora, la acción definitiva para que el pobre Real Madrid históricamente castigado por el arbitraje reclame algo más de justicia en este mundo cruel hacia su persona. La jugada del penalty de Heinze a Llorente -del que habría que hablar más a menudo como un delantero diferente para la selección, añado-. Para mí es una jugada más dentro de las mil y una que se presentan en el área en cada balón parado. De hecho los dos agarrones de Pepe al riojano previos al manotazo de Heinze fueron mucho más flagrantes y merecedores de pena máxima que la acción de Heinze.

Dio igual, porque Álvarez Izquierdo pitó. No tiendo a hablar sobre los árbitros en Más que Fútbol, y de hecho no hay ninguna etiqueta que se le parezca, pero lo que ayer sucedió, tanto en el campo como posteriormente en los pasillos del Bernabeú no tiene nombre. Primero por Álvarez Izquierdo, quien arbitró de manera lamentable en reflejo de cómo está el arbitraje español en la actualidad. Vaya por delante que los árbitros son mediocres, Mijatovic, pero para todos. El problema en cuestión radica en el escaso nivel que presentan los árbitros españoles probablemente más preocupados de su otro trabajo que de su segunda profesión. No está de más recordar que no son profesionales. A partir de ahí se equivocan en mayor o menos proporción para todos por igual. Miento, para todos por igual no, normalmente el Madrid y el Barcelona siempre salen mucho más beneficiados que el Numancia o el Osasuna sin ir más lejos. Tiene gracia que proteste el Madrid de los árbitros y no lo haga con tanta vehemencia el Osasuna tras los contínuos ultrajes de mitad de temporada pasada hasta hoy. Tiene mucha gracia que no sea Izco quien clame contra una conspiración anti-osasunista.

Como decía el partido sufrió un punto de inflexión tras el penalty pitado de Heinze a Llorente. Iraola empató y el partido se volvió loco. Primero el propio Iraola abofeteó sin mayores consecuencias a Marcelo, más tarde Robben se encaró con el propio Iraola y finalmente Marcelo casi mata a Exteberria en una de las entradas más escalofriantes de la temporada. Mereció ser expulsado pero inexplicablemente Álvarez Izquierdo no lo hizo. Amarilla y final del primer tiempo, no sin antes Caparrós enemistarse con el siempre lenguaraz, políticamente incorrecto y desagradable Schuster. Tras la reanudación, el Madrid, ajeno a toda la polémica suscitada en los banquillos y maquinada en la mente de Mijatovic decidió lanzarse a por el partido. Y lo consiguió con otro gol de Higuaín tras un robo de Gago y un pase del mismo. Si algo tiene el Madrid es que te mata cuando roba el balón en tu campo. Posteriormente un penalty no pitado a Llorente, una expulsión justa a Amorebieta y anteriormente un gol anulado a Higuaín e posición legal. Álvarez Izquierdo firmó un arbitraje lamentable, pero no veo que se equivocara más a favor de uno que de otro.

Todo esto -habrá tiempo de comentarlo largo y tendido durante la semana- sucedió en el último partido de la jornada. El sábado el Osasuna se hundió un poquito más moralmente tras perder ante un ordenado Betis que terminará mucho más arriba de lo que está a día de hoy y el Barcelona se dio otro festín de goles a costa de un paupérrimo Almería, que nada pudo hacer. Hoy por hoy el Barcelona practica el mejor juego del campeonato y uno de los mejores de Europa. Por eficacia y por espectacularidad. Una maravilla. La primera parte fue digna de enmarcar ya que el equipo de Guardiola consiguió marcar cinco goles, pero por poner algun pero, convendría plantearse porqué en los segundos tiempos se adormece el equipo cuando puede conseguir resultados históricos. Ante el Almería quizá no, pero ante un equipo de entidad mayor puede haber remeontada. En todo caso el partido del Barça fue perfecto y ya está a un punto del Valencia.

Valencia que empató y que me sigue produciendo la misma emoción que una carrera de caracoles. Villa y nada más. El Recre por su parte consiguió un más que meritorio punto. El partido de la jornada se jugó en El Madrigal, donde el Villarreal y el Atlético empataron a cuatro. Por partes. Para el Villarreal supone una derrota moral y la prueba palpable de que ataca muy bien y defiende muy mal. Está bien meter muchos goles, pero para conseguir títulos conviene no recibirlos. Por su parte el Atlético salió enormemente reforzado en su moral. Durante el partido Aguirre fue destituido y renovado unas cinco veces. Se adelantó el Atlético con dos tantos, marcó cuatro el Villarreal en la reanudación y volvió a marcar dos seguidos el equipo colchonero al término del partido. Increíble. Fútbol en estado puro. El Sevilla por su parte pinchó ante un sorprendente Málaga y se aleja de la cabeza. La jornada de ayer dio para muchos comentarios y entristece comprobar como la teoría conspiratoria de Mijatovic y demás cabezas visibles madridistas ensucia un fin de semana precioso. Insisto, no soporto el victimismo arbitral. Venga de quien venga.

Resultados |

Osasuna 0 - 2 Betis
Barcelona 5 - 0 Almería
Recreativo 1 - 1 Valencia
Getafe 1 - 0 Valladolid
Sevilla 0 - 1 Málaga
Mallorca 3 - 0 Espanyol

Deportivo 0 - 3 Sporting de Gijón

Numancia 2 - 1 Racing de Santander

Villarreal 4 - 4 Atlético de Madrid

Real Madrid 3 - 2 Athletic de Bilbao


Clasificación | (pincha aquí)

La locura de El Madrigal |



Vía | As, Marca
Imagen | El País, As, Marca

Más que Fútbol ● 2008

viernes, 24 de octubre de 2008

"Oiría al pueblo"

Andrés Pérez | El seleccionador nacional de la Selección Española de Fútbol cobra su salario de los impuestos de todos los españoles. Es una realidad, una frase bastante obvia que no aporta nada nuevo. Lo sé, pero al parecer, para Del Bosque, cobrar del dinero del comúnmente llamado pueblo implica tomar sus decisiones basándose en el criterio del mismo, lo cual no es su misión. Hablo de esto porque hoy en as.com (y deduzco que a su vez en la edición impresa) me he encontrado con este titular: "Si me pasase lo que a Luis con Raúl, oiría al pueblo". Y me he asustado ya que tales palabras son atribuídas a Vicente Del Bosque. Más tarde, leyendo el cuerpo de la noticia, he descubierto que textualmente esa oración nunca ha salido de la boca del seleccionador, sino que ha sido una treta muy válida por parte del redactor para llamar la atención. Aunque, en el fondo, la esencia del comentario de Del Bosque sea la misma que la del titular. Lo cual me preocupa, ya que la misión de un seleccionador no es escuchar al pueblo y formar el equipo en relación a su criterio, sino formar el equipo en relación a su criterio. Que para eso cobra.

Por otro lado, leyendo la noticia, encontré esto: "¿Y si viviera una situación similar a la del seleccionador anterior, a quién el pueblo le pedía la presencia de un jugador, ¿le convocaría?". La pregunta del periodista es cuanto menos absurda y ventajista. ¿El pueblo pidió a Raúl para la Eurocopa? ¿Quién es el pueblo? ¿Los redactores de Marca o de As? ¿O el entorno del jugador madridista que se relaciona con los periodistas de sendos periódicos? No podía dejar de comentar tal pregunta ya que hacía tiempo que no me reía tanto leyendo prensa deportiva. Concretamente desde este día. Hasta lo que yo comprendo ni el periodista debiera haber formulado jamás una pregunta tan ignorante ni Del Bosque tendría que haber respondido como respondió, afirmando que hay que escuchar al pueblo en la formación de un equipo de fútbol. Está muy bien que de fútbol hablemos todos y comprendamos hasta cierto punto todos, pero no es suficiente como para que la composición del equipo nacional se someta a referéndum, o en su defecto, que la convocatoria de un jugador a todas luces inferior al resto de seleccionados se someta a consulta popular. Dicho todo esto he de aclarar que no tengo nada en contra de Raúl, quien hace su trabajo y lucha por volver a la selección sin decir una palabra más alta que otra, sino contra su entorno y todos quienes hasta la exaltación más absurda aburren cada fin de semana que el capitán del Madrid marca dos goles con que debe ir a la selección. Hemos ganado la Eurocopa. ¿No es suficiente para terminar con el dichoso debate?

Noticias relacionadas | "Hay que escuchar lo que quiere la gente"
Vía | As, Más que Fútbol
Imagen | Marca

Más que Fútbol ● 2008

miércoles, 22 de octubre de 2008

La cruda realidad (Juventus 2 - 1 Real Madrid)

Andrés Pérez | Europa es la piedra de toque para el Real Madrid esta temporada. Estaba por ver antes del partido en Il Comunale ante la Juventus cuál era el estado real del equipo blanco frente al resto de candidatos europeos. La Juventus, como leyenda y como italiana, es eterna candidata a llevarse un título que escasea por cantidad en sus vitrinas. Como decía, el partido de ayer para el Real Madrid suponía una piedra de toque, una dosis de realidad tras las victorias ante el Atlético de Madrid y el Zénit de San Petersburgo, dos rivales de entidad. Y resultó que la dosis fue más letal de lo esperado, más descorazonadora de lo que se pudiera esperar. Realmente el Madrid jugó a lo único que sabe jugar, a nada más bien. Ante un equipo bien ordenado atrás y con la calidad de la Juve arriba el equipo sufre, porque no crea juego y su tradicional estilo metalúrgico y poco vistoso se apaga ante un equipo que lleva toda la vida enseñando como se juega a la defensiva. Dando lecciones maestras añado, como la de ayer. La Juventus sabe manejar como nadie el aspecto psicológico sobre el terreno de juego, y a los pocos minutos de empezar cada parte había endosado ya dos goles al equipo español. Aquí estoy yo, vino a decir. Y el Madrid cayó inconsciente.

No habían pasado siquiera cinco minutos cuando Del Piero, el eterno -odiosa comparación la de su partido y el incomensurable Nedved ante la de otros mitos apagados, como Raúl-, perforaba la portería de Casillas tras un fallo garrafal de la defensa. Uno más. Del Piero, que ya no está para largas carreras, vio a Casillas un poco adelantado y armó el disparo con una parábola perfecta para firmar uno de los goles más bonitos en lo que llevamos de competición. A partir de ahí el Madrid se colapsó, sabedor de que no hay plan B cuando el equipo rival juega a lo que suele jugar él mismo. Sneijder no apareció durante 45 minutos y el mediocampo volvió a demostrar que no sabe crear juego sin Guti de por medio. Sergio Ramos y el resto de la defensa se cansaron a lanzar balones largos a la cabeza de Van Nistelrooy, con escaso premio para el delantero holandés para gozo de los defensas turineses. Y sin embargo, a pesar de tener peor equipo y de jugar mucho peor que los de Schuster, la Juve siempre llegaba al área de Casillas con una sensación de peligro constante, normalmente de la mano de Nedved, que con 35 años mantiene un fondo físico envidiable.

Nedved fue el pulmón, una vez más, como durante tantos años, de la Juve. Sus diagonales sin balón volvieron locos a los centrales y al propio Sergio Ramos, que nunca pudo pararle a pesar de lo poco que queda de su otrora velocidad punta. Nedved ordenó con criterio al tiempo que Amauri luchaba abriendo espacios para la entrada de uns segunda línea que nunca llegaba. Cosas de la edad. Del Piero y Nedved siguen siendo los dos mejores jugadores de su equipo, pero no llegan a todo, y de ahí que la Juventus no sea todavía lo que fue. Quizá por eso sea más dolorosa la derrota del Madrid en Il Comunale, porque la Juventus no demostró ser mejor equipo, simplemente mucho más ordenado. Insisto en que la victoria de la Juventus no se debe a su magnífica calidad, que hoy por hoy brilla por su ausencia, sino a su inteligencia a la hora de plantear el partido. Sabían que el Madrid tiene carencias serias cuando tiene que organizar el juego ante un equipo que defiende bien, y sabían también que los de Schuster se han acostumbrado a tener el viento a favor. La evidencia sobre el terreno de juego terminó por despertar a Schuster, quien vio cómo Higuaín luchaba por luchar sin saber muy bien a qué jugar.

Higuaín fue sustituido -tarde- en la segunda parte y entró Robben para dar más profundidad a un equipo plano y aburrido en el que ni Sneijder ni Van der Vaart habían demostrado absolutamente nada de su parangón futbolístico más allá de su disparo desde fuera del área -algo hoy por hoy inherente a cualquier buen centrocampista holandés-. Pero su fogosidad se apagó tan pronto como Pepe le regaló a Nedved un balón en la banda izquierda. El checho centró, Amauri en el segundo palo remató y el balón rebotó en Heinze -defendiendo el segundo palo demasiado por delante de Amauri, que remató a placer- desviándolo hacia la portería de Casillas, que de no haber sido por el toque fatal del argentino hubiera parado el remate. Y vuelta a empezar, un equipo moribundo ante una Juventus pletórica sabedora a su vez de que con poco era superior psicológicamente. Aunque esta vez el Madrid reaccionó acorde a su condición de equipo de raza y casta -dos términos odiosos-. De la mano de un vertical por poco cerebral Robben y de un Sneijder considerablemente recuperado para la causa, los blancos acorralaron una vez más en su historia a la Juventus para buscar la heróica.

Corría el minuto 65' cuando la Juventus comenzaba a defenderse lo más penosamente posible. Ante el aluvión del Madrid -personificado en los trallazos de Sneijder y en los balones colgados que causaron estragos en el área de Manninger- la vieja señora no supo que hacer, y recurrió a la antítesis del fútbol, a su prehistoria, al patadón a la banda como último recurso posible. Quedaban treinta minutos por delante y el Madrid supo buscarle las cosquillas a la Juventus, jugando medianamente ordenado en ataque. Sneijder decidió encerrar a la Juve en su área hasta que tarde o temprano llegara un gol. Y llegó de mano del de siempre, de Van Nistelrooy, que siempre está ahí aunque haya hecho un partido lamentable como el que jugó ayer. Marcó el Madrid y la Juve se quedó sin respuesta ya que Del Piero y Nedved, quienes la habían sostenido hasta ese momento, se desmoronaron físicamente fruto de su avanzada edad. De nuevo, patada a seguir por parte de los italianos y asedio por parte del Madrid. Asedio infructífero. Realmente el Madrid se fue con todo, recordando quién es, pero no consiguió inquietar en exceso a la zaga italiana, que al término del encuentro celebraba la victoria como si hubiera ganado la Copa de Europa en ese mismo instante. Que le pregunten a Chiellini si no. El Madrid ofreció dos caras. La cara amable, la de la segunda parte, la de aunque no haya fútbol como mínimo intentarlo, y la cara desagradable, aquella que muestra cuando se queda sin ideas y no sirve únicamente con la garra y la fuerza. Mucho tendrá que mejorar -como la Juve, por otro lado- para ganar la décima. Mucho, me temo.

Vía | Más que Fútbol
Imagen | Marca

Más que Fútbol ● 2008

lunes, 20 de octubre de 2008

Nadie falla (Jornada 7)

Andrés Pérez | Se había hablado tanto del derbi en el Calderón que terminó por decepcionar. El partido y el Atlético, al que una extraña crisis de ansiedad le afecta cada vez que se enfrenta al vecino de enfrente. Y es para estudiarlo porque como muchas otras veces el circo mediático en torno a los duelos que depara cada jornada la Liga termina por dejar una sensación agridulce en el paladar. Amarga para el Atlético, quien es incapaz cada año de hacer frente a un equipo que le tiene carcomida la moral a base de golpes certeros. Como el del sábado, el penalty en el último minuto y el gozo en un pozo tras el golazo de Simao que ponía las tablas en el marcador. A pesar de lo frustante que pudiera parecer el desenlace final, tan trágico como conmovedor, el Atlético jamás mereció empatar un perdido que tenía perdido antes de saltar al campo. El Madrid, fiel a su estilo imperante durante tres años, aplastó la ilusión de los rojiblancos antes del primer minuto dando fe del aspecto psicológico del que hablo, aquel que impide que un buen equipo sea capaz de incomodar por escaso tiempo que sea, la solidez inquebrantable del Madrid.

El partido, en sí mismo, no sirvió de mucho. Al Madrid para auto-convencerse de que le sobran el 80% de minutos de todos los partidos. Un gol al principio y otro al final son más que suficientes para optar al título y para infundir cierto miedo entre los rivales. Realmente no debieran sus competidores por el título inquietarse por su victoria ante el Atlético ya que entraba dentro de lo previsible si tenemos en cuenta que los rojiblancos han perdido cuatro de los últimos cinco partidos y que atraviesan una crisis de ansiedad permanente tras su perdida de moral e ilusión a partes iguales. Agüero, que no aparece cuando más se le espera, arrastra en su desidia al resto del equipo incapaz de encontrar una brújula sin el jugador bandera. Ni siquiera Aguirre es capaz de buscar una solución cuando Agüero no está. Corría este riesgo el Atlético cuando a principio de temporada aspiraba a luchar por todo, sin miedo a nada. Tal aspiración es siempre un arma de doble filo, que un domingo te otorga la gloria y al siguiente te envía al infierno fruto de tus esperanzas enterradas por un aplastante 6-1 o por un penalty en el último minuto de fatal desenlace.

Poco a poco el Madrid se acerca al liderato. Se acerca y no lo consigue, lo cual es debido el buen estado de forma de tres equipos de segunda fila si hablamos de la pelea por la Liga, coto privado de Barcelona y Real Madrid durante toda la historia a excepción de algunos momentos gloriosos de otros. El Valencia, líder, se aferra al mejor jugador español del momento, Villa, y al posiblemente bloque más sólido del campeonato para soñar con todo. O como mínimo con un título. La Liga parece un reto interesante al tiempo que destroza rivales con el estilo sofisticado a la par que ordenado de Emery, que convierte en oro todo aquello que acaricia. El Numancia sucumbió en Mestalla, presumiblemente inexpugnable esta temporada, avisando seriamente al resto de equipos de la zona baja de lo que les espera este año allí. Atrás quedaron los días en los que viajar al campo del Valencia, era sinónimo de ganar 0-3. Le siguen el Villarreal y el Sevilla, dos invitados en estos últimos cinco años a cualquier tertulia entre grandes equipos. El primero empatando y gracias en Montjuic y el segundo superando sin aspavientos ni problemas el siempre difícil campo almeriense.

Queda el Barça, que ganó en Bilbao también sin prodigarse demasiado. Otro gol de Eto'o, que lleva seis y va camino si Villa no lo impide de llevarse el pichichi, para certificar el buen estado de forma del equipo, que acudió a San Mamés sin Xavi ni Messi. El Barça resucita de las cenizas en las que se había convertido estos dos últimos años. Resucita o parece hacerlo ya que hasta que no se enfrente a un rival de cierta entidad -al Atlético lo descartamos como tal- no sabremos con certeza cuales son sus armas y sus aspiraciones. Presumo que muchas, incluida la siempre ilusionante pero no menos idílica Copa de Europa, donde se deciden en realidad las temporadas del Madrid y del Barça cada año. Hasta entonces, hasta que termine la liguilla de grupos y la Liga comience a estar más clara, con menos de cinco candidatos al título -lo cual sería maravilloso en Febrero, a la par que improbable- no sabremos hasta dónde es capaz de llegar el equipo de Guardiola. Temo que hasta ese momento ninguno de los cinco se prodiguen en exceso en su juego. Más resultado que espectáculo. Como todos estos años.

Resultados |

Valencia 4 - 0 Numancia
Racing 0 - 0 Deportivo
Sporting 2 - 0 Osasuna
Betis 3 - 0 Mallorca
Málaga 2 - 1 Getafe
Valladolid 1 - 1 Recreativo
Athletic 0 - 1 Barcelona
Almería 0 - 1 Sevilla
Atlético 1 - 2 Real Madrid
Espanyol 0 - 0 Villarreal

Clasificación | (pincha aquí)

El derbi:



Vía | As, Marca, Más que Fútbol
Imagen | Marca

Más que Fútbol ● 2008

miércoles, 15 de octubre de 2008

España hace de campeona de Europa (Bélgica 1 - 2 España)

Andrés Pérez | Resulta complicado pretender describir el partido de anoche. En caso de ser una final europea de cierto renombre hablaríamos del partido del siglo, de veintidós héroes -con sus más y sus menos, no olvidemos que siempre ensalzamos a los protagonistas en caso de que la épica aparezca en citas de tal importancia- y de un partido para recordar durante el resto de la historia del fútbol. Por parte de España, claro, que por momentos alcanza cotas de perfección inimaginadas dos años atrás, o el mismo año pasado por estas fechas, cuando Luís Aragonés era discutido y perdíamos contra Irlanda del Norte tocando fondo. Pero, como la economía y en general cualquier aspecto de la vida, el fútbol funciona a base de ciclos. España atraviesa la cresta de la ola de su particular ritmo biológico y hace el fútbol perfecto cada vez que se viste de dorado. Parecemos Malta, pero jugamos como Brasil en 1970. No hay que olvidar el espectáculo perfecto ante Rusia en las semifinales de la Eurocopa, también de dorado. Por eso resulta complicado describir lo que anoche sucedió bajo la lluvia, como fue complicado describir la segunda parte ante Rusia. Pocas veces el fútbol roza la perfección. Es entonces, cuando te quedas sin palabras.

Bélgica, en otro orden, jugó un digno partido. Tras Turquía, la inestable mezcla de valones y flamencos es el conjunto más complicado del grupo y España, bajo la lluvia y remontando, supo salvar el partido. Comenzaron los belgas adelantándose con gol del incombustible Sonk a pase del mejor jugador hoy por hoy del país de las árdenas. Kompany, el del City. Buen mediocentro y mejor central, es rápido, va bien por alto, es fuerte y no escatima recusos en técnica como demostró anoche ante Sergio Ramos, al que sacó los colores por el simple hecho de ser central y pesado. Tras un córner le llegó el balón en la esquina del área, recortó de la manera más simple posible -el regate de Stanley Matthews, de un pie a otro y salgo hacia el lado contrario de la finta- y la puso perfecta ante la desidia de la defensa y la desesperación de Casillas. Bélgica se adelantaba y ya no se colocaba con el equipo entero tras el balón. Ahora el equipo entero se colgaba del larguero. Para colmo de males Torres se había lesionado y tuvo que salir Fábregas, lo cual no siempre es una mala noticia. Que se lesione Torres sí, pero que en un partido como el de ayer saliera Fábregas por el delantero del Liverpool sí. Villa solo se sintió -siente, sentirá- más a gusto y comenzó su exhibición de desmarques sabedor del talento que detrás acumulaba el mediocampo español.

Sin embargo los pases de Xavi y Fábregas no encontraban buen destino en parte por culpa del incomensurable Kompany, tan apto para un roto como para un descosido. Hasta que Fellaini, que apunta maneras, perdió un balón aparentemente tonto ante Fábregas, quien al borde del área le puso el gol en bandeja teóricamente a Iniesta. Teóricamente para un delantero. Iniesta, que no es de pegarle a la primera, controló en carrera, con un sólo movimiento tumbó al portero rozando la línea del fuera del campo y sin ángulo clavó el balón entre las redes de Stijnen -más nombre de ciclista que de portero, como casi todos los belgas-. Iniesta firmó un gol que perfectamente podría haber creado Maradona, un gol para la historia. El gol del año, me atrevería a decir, por la dificultad técnica que conlleva. El del Barça se ha convertido en el regateador absoluto de su equipo y de la selección. Conduce el balón como pocos y en carrera es simplemente imparable. Un proyecto de Balón de Oro el día que vuelva a ganar la Copa de Europa, porque, no olvidemos que Iniesta a excepción del Mundial y de la Copa del Rey lo ha ganado todo.

Marcó Iniesta, Bélgica se echó atrás y lo que quedó de partido fue un monólogo de España. Que rozó la perfección sin encontrar en ningún momento el gol. Pero a esta España campeona de Europa le vale cualquier cosa para ganar un partido, e incluso cuando todo parece que va a terminar en empate y que definitivamente, no es el día a pesar de jugar de maravilla, España saca la suerte, la definición, pegada, duende o como lo quieran llamar para llevarse el partido. Y ayer lo volvió a hacer con Villa, el hombre más desesperante para cualquier defensa del planeta, marcando un golazo de cabeza al segundo palo tras un centro del inédito Güiza en estos lares. Corría el minuto 87' y España se reafirmaba como seria candidata a ganar todos los partidos de esta fase de clasificación en caso de que en Turquía no pierda, el partido más complicado de largo. Incluso el empate ayer hubiera sabido bien. España toca tan bonito, lo hace tan fácil y disfruta tanto jugando al fútbol que jamás se podrá decir que esta selección, si sigue este camino, ha perdido un partido. Se lo habrán ganado, o le habrán empatado -como casi hace ayer Bélgica-, pero nunca habrá perdido. Porque juega para ganar y tal y como juega es complicado que no gane. No hay reproches. Pierda o gane, España enamora.

Vía | As, Más que Fútbol
Fotos | Marca

PD: La noticia triste, como ya habeis leído, es la lesión de Torres. Para España en general -esperemos que no sea grave-, para el Liverpool en particular -se pierde casi seguro el partido ante el Atlético de Madrid-, y para el propio Torres en lo personal. Sin contar la cacicada de la UEFA con el Calderón de lo que hablaré mañana, no volverá al estadio de sus amores.

Más que Fútbol ● 2008

Sobre el Balón de Oro

Andrés Pérez | Adelanto, como ya hize el año pasado, que no me gusta ni el Balón de Oro ni el FIFA World Player ni nada que se les parezca. Me parecen distinciones injustas a un jugador individual que no sería nada sin su equipo que le rodea. Contados son los casos en los que un sólo jugador puede presumir de haber ganado los títulos él sólo con un equipo mediocre. Por eso no creo que distinguir a uno y otro jugador como el mejor del mundo sea lo más acertado. Cristiano Ronaldo no habría ganado nada sin Scholes y vicevesa. ¿Bajo qué criterio cuentan más los goles de Villa que las paradas de Casillas en la Eurocopa? ¿O bajo cuál cuenta más el criterio Xavi por el sacrificio de Senna? No hay baremo posible, por tanto la votación de los galardones individuales no deja de ser más que un paripé para vender camisetas y juegos de fútbol para videoconsolas. Para vender que Cristiano Ronaldo ha ganado tres títulos y no el Manchester United, para vender que Casillas y Torres son los héroes de Viena y no Senna o Capdevilla. Resignado a la jamás extinción de estos trofeos me aventuro a comentarlos, y a opinar sobre ellos. Como cada año.

Sin rodeos, para mí el Balón de Oro se lo debe llevar Cristiano Ronaldo. No es mi jugador favorito y considero que está enormemetne sobrevalorado con todo el circo mediático que se crea a su alrededor, pero es un buen jugador, probablemente de los más deteminantes en plena forma y con la cabeza ordenada. ¿Qué se puede pedir más para ser Balón de Oro? Copa de Europa, Premiership y máximo goleador de Europa. Motivos suficientes como para que le den el prestigioso distintivo de oro. Si nos atenemos a títulos, se lo lleva de carrerilla exceptuando su penosa actuación en Austria y Suiza. Si nos atenemos a rendimiento individual: máximo goleador del continente. Para mí el vencedor debería estar bastante claro ya, a no ser que a la mayor parte de periodistas franceses les entre el fervor que desató España con su juego en la pasada Eurocopa y recuerden las maravillas de Xavi, Villa, Casillas o Torres. Supongo que, aunque lo deseemos todos, es algo improbable. Tan sólo Luís Suárez y jugando en el mítico Inter de Helenio Herrera se llevó el tan codiciado obsequio y desde entonces nunca más pasó por manos de un futbolista español. Ni siquiera de aquel que más lo mereció en su día, el ahora defenestrado Raúl.

Por tanto, justamente, creo que el Balón de Oro se lo llevará Cristiano Ronaldo. Aunque no lo desee. Si hablo con el corazón, ójala Torres o Casillas alcancen el galardón, ya que a Xavi y a Villa les sacan de las quinielas la mal temporada llevada a cabo por sus equipos -a pesar de ser los mejores en la Eurocopa-. Quizá France Football deje de lado su orgullo francés, cometa la locura, y le de el galardón a uno de los nuestros. Pero lo veo complicado. Incluso Messi, tres meses lesionado, ningún título y un rendimiento menor en comparación al que se le supone durante toda la temporada -regateó mucho pero, ¿alguien recuerda un partido deteminante para su club por el resto de la temporada?- tiene más posibilidades a mi parecer de llevarse el Balón de Oro que Casillas o Torres. En todo caso France Football no tardará en despejarnos de dudas.

Vía | Más que Fútbol
Imagen | Flickr, de Archivo

Más que Fútbol ● 2008

lunes, 6 de octubre de 2008

Estrellas y estrellados (Jornada 6)

Andrés Pérez | Unos que se estrellan y otros que son estrellas. Toda la información relacionada con la sexta jornada de Liga la acaparaba el inminente duelo entre los dos mejores jugadores del momento de la Liga, de largo, Agüero y Messi. ¿Messi o Agüero? ¿Quién es mejor? Partamos de la base de que son incomparables y por tanto se hace complicado elegir. Cada vez que veo a Agüero acude a mi mente el mejor Romario de siempre, con el culo echado hacia atrás y con una definición letal, de las que causan auténticas crisis depresivas en los porteros. Messi se acerca más a Maradona, aunque sea el típico tópico cada vez que hablamos de un argentino que emerge en la primera fila internacional. Ya lo comentamos. Messi es verticalidad y desborde, imaginación y talento a partes iguales. Es lo más parecido que hay a Maradona actualmente y probablemente que lo habrá jamás. Porque Maradona sólo hay uno. Y Messi otro. Con sus más y sus menos Messi vive otro fútbol, más rápido, más físico, y sobre todo, se ha creado en Europa, no en sudamérica. Y eso, a la larga, será clave. Como lo fue contra el Atlético el sábado. Volvió loca a la defensa colchonera y propició un 6-1 memorable.

Memorable para todos. Incluso para los atléticos, que recordarán cómo un equipo se vuelve a hacer grande. A base de golpes se aprende y este no es más que el más grande que recibirán en toda la temporada. Si quieren codearse con los mejores te arriesgas a esto, a crear expectativas que jamás podrás cumplir. Aunque quizá sea un análisis rápido si no tenemos en cuenta la historia de los Barcelona - Atlético de Madrid, siempre llenos de goles y jugadas para el recuerdo. Sin embargo, esta vez, los goles sólo cayeron de un lado. Del lado de Guardiola y su equipo, herencia directa de Riijkard quiera o no. Xavi e Iniesta maravillaron y demostraron porqué son dos de los mejores jugadores del momento. Crearon a su antojo mientras Busquest se acomodaba en la posición de cinco. La defensa del Barça por fin no fue un coladero y Messi, acompañado de un renacido Eto'o, decantó la balanza a su favor frente a un Agüero superado por las expectativas. Como su equipo. No hay más que añadir a tal demostración de talento y gol, a excepción del panorama del Atlético. Este año, el equipo rojiblanco sufrirá en la parte alta. Tendrá que acostumbrarse a decepcionarse cuando pierda contra el Barça y a subirse al carro de la euforia cuando quizá, gane a un grande.

Por la parte alta de la Liga los líderes ganaron. El Villarreal, demostrando que cada noche que juega es más grande, ganó como hacen los equipos de la zona noble de la tabla. Sin merecerlo. El nuevo colista Betis jugó mejor pero nunca fue capaz de materializar tal juego en goles y no hace falta recordar los mil y un ejemplos de que, en ese caso, siempre se pierde. Al Villarreal le bastaron diez minutos para seguir líder. Por su parte el Valencia volvió a ganar como ganaba con Cúper, como ganaba con Quique y como seguirá ganando con Emery. Mestalla pide juego pero ningún entrenador ni equipo es capaz de asombrar con un estilo preciosista y de toque. Quizá porque el Valencia en estos diez últimos años se ha acostumbrado a parecer más italiano que español. No es malo, es cuestión de asumirlo. El Valencia no jugará bien este año. Pero ganará. Y mucho. Tan sólo hay que ver como venció en Valladolid. Todos atrás y a buscar fortuna arriba. Fernandes desde fuera del área la encontró.

Y el domingo por la noche, Real Madrid. Se enfrentaba al Espanyol en el Bernabeú y todo hacía presagiar un partido fácil y victoria para los de Schuster. Conviene no menospreciar al rival y el Madrid, además de dormirse, tiende a hacerlo. Sin juego, sin ideas, aferrados a la pegada de Van Nistelrooy o Raúl (el mejor ante el Espanyol) el equipo entristeció. Causa la misma sensación que pueda causar un robot dando vueltas alrededor de una pista de atletismo. Es decir, indiferencia absoluta. Se adelantó, para colmo de males, un mejor Espanyol tras un penalty absurdo de Heinze, que de nuevo y a pesar de lo que diga la prensa, demostró sus carencias. Va siempre al suelo. Y eso en un defensa de su supuesta talla es un error constante a corregir. Empató el siempre inefable Raúl y a partir de ahí el Espanyol se vino arriba y mereció más de un gol, el conseguido por Luís García. De nuevo Raúl y una segunda parte para olvidar. El Madrid consiguió el empate pero se dejó en evidencia tras la exhibición de fútbol del Barça el día anterior. Posiblemente el equipo blanco sea todavía el máximo favorito a ganar la Liga, pero a nadie le gusta.

Resultados |

Deportivo 1 - 0 Numancia
Osasuna 0 - 1 Racing
Mallorca 0 - 2 Sporting
Sevilla 4 - 0 Athletic
Getafe 2 - 2 Almería
Recreativo 0 - 4 Málaga
Valladolid 0 - 1 Valencia
Real Madrid 2 - 2 Espanyol
Villarreal 2 - 1 Betis
Barcelona 6 - 1 Atlético de Madrid

Clasificación | (pincha aquí)

Los seis del Barça al Atlético |



Vía | As, Más que Fútbol
Imagen | Marca

Más que Fútbol ● 2008

jueves, 2 de octubre de 2008

20.45, segunda jornada

Andrés Pérez | Jornada de confirmaciones para los equipos españoles en Europa. Ganaron todos los equipos sin excepción, a pesar de que pocos fueron capaces de mostrar un fútbol vistoso merecedor de las noches europeas. El que más se acercó fue el Villarreal, que venció 1-0 al Celtic de Glasgow pero que no pasó algún tipo de apuro. El problema del Villarreal, que en absoluto es de juego, se debe a su falta latente de un goleador nato. Al equipazo que forman los amarillos les falta, escandalosamente, un delantero que marque las diferencias como las marcan Cazorla, Pires, Senna o Matías Fernández. Llorente es un buen delantero sí, pero no un delantero determinante que gane semifinales o cuartos de final de la Copa de Europa, algo que el equipo castellonense tenía cuando cayó fatídicamente frente al Arsenal en la semifinal maldita de Riquelme: Forlán. Forlán ahora anda por Madrid, en el Atlético, el mismo Atlético Agüero-dependiente y el mismo Atlético que sin llegar a convencer plenamente, gana de manera justa. El Marsella ayer pudo empatar, pero no hubiera sido más que un espejismo de su partido. Pobre y plano, con Niang y Ben Arfa abandonados a su suerte.

Hasta ahí bien. Real Madrid y Barcelona. Se tuerce el asunto. No porque sus resultados fueran negativos, que en absoluto ya que el Madrid tiene la clasificación absolutamente encarrilada, sino por la manera en la que consiguieron la victoria. Por ejemplo, el Madrid. Salió arrollador. En veinte minutos consiguió que el Zénit construyera una frágil muralla alrededor de Malafeev que ni siquiera pudo evitar el primer gol del equipo blanco, aquel día de negro. Gol en propia meta, aunque en todo caso Van Nistelrooy esperaba con la caña, como siempre, tras el defensa en caso de que éste fallara. Se adelantó el Madrid y los magníficos primeros veinte minutos se diluyeron ante la comodidad del resultado. Y le pasa constantemente, como ante el Betis. En cuanto el equipo de Schuster se siente superior a su rival tiende a menospreciarlo y a relajarse hasta el punto de volver a ser lo que fue hace años: un equipo frágil en defensa. Por mucho que los paladines merengues se empeñen en hablar de la mejor defensa de Europa, la zaga blanca no fue capaz de frenar las internadas de Danny, Arshavin o Denisov. Entre los tres, más el incordio constante que supone Progrebnyak consiguieron empatar tras un fallo garrafal en el segundo palo de Heinze. A un defensa de su talla no le pueden ganar la posición de esa manera. Un error de juvenil que puso de manifiesto la excesiva relajación del Madrid.

El Zénit, débil atrás pero peligroso como pocos arriba, se lanzó hacia la portería de Casillas en lo que supuso un prolegómeno de lo que vendría en la segunda parte, avalancha propiciada por el nuevo gol del Madrid, anotado como si cupiera otra posibilidad por Van Nistelrooy, la fuente inagotable de goles. Le pegó mal, tras un rechace absurdo y consiguió batir a Malafeev. El Zénit se lanzó de nuevo arriba y el Madrid, durante toda la segunda parte, lo pasó fatal. Hasta el punto de no merecer la victoria y de ensuciar los buenos primeros veinte minutos con los que hubiera sido capaz de golear al equipo ruso. Un palo, dos milagros de Casillas y otro de Pepe evitaron el empate, pero moralmente el Zénit salió vencedor del combate, aunque en el futuro le sirva de poco. En resumen: Si el Madrid es el de los primeros veinte minutos puede hacer algo en Europa; si es el de la segunda parte caerá antes de semifinales, los equipos ingleses no tendrán piedad como la tuvo el Zénit. O cualquier otro de nivel superior y menos desdicha de cara al gol como los rusos, quienes pagaron su notable inexperiencia.

Al día siguiente, Barcelona. Y lo triste por emocionante del partido en Rusia se transformó en soporífero por descorazonador en Ucrania. El Barça se enfrentaba a un equipo infinitamente inferior como el Shaktar Donest y aún así fue incapaz de imponerse con autoridad. Los ucranianos merecieron más en todo momento y el Baça, cuya defensa puede presumir ya de ser tan catastrófica -o más- que la del Madrid, permitió a Ilsinho -hombre de Isla en portugués- adelantar al equipo naranja. El frío no era excusa: los únicos en manga larga eran Piqué y el siempre friolero Gudjohnsen. ¿Dónde encontramos el mal latente del Barça de Guardiola? Fuera de casa no convence ni juega a nada. El esquema descoloca a los jugadores, acostumbrados a la más clásica defensa de cuatro y el entrenador, cuando hay que improvisar y cambiar algo el estilo del equipo, no lo hace. Ideas fijas, cambios pre-establecidos y Messi en el banquillo. Cuando en el minuto 80 el Barcelona se hundía en su propia miseria apareció Messi para marcar dos goles y no destapar la caja de pandora. Aunque debieran en can barça. Así, no llegarán muy lejos.

Vía | Más que Fútbol, As
Imagen | Marca

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