jueves, 25 de febrero de 2010

El Inter y la encrucijada de los octavos

Andrés Pérez | Al Inter, equipo propenso a la desgracia, le debió saber a gloria la victoria de ayer frente al Chelsea. Acostumbrado como suele a flaquear en los momentos de importancia, a no saber imponer ni su nombre ni su historia allende Italia, empequeñecido a pesar de sus reiteradas victorias en el Calcio, ayer debió rozar el orgasmo. Venció al Chelsea, al todopoderoso Chelsea, el equipo que lleva alcanzando las semifinales prácticamente todos los años desde 2003.

Uno de los grandes. Solían los neroazzurros reblandecerse en Europa, palmar ante el Villarreal, o ante el Liverpool, no hacer justicia a sus figuras o viceversa, sucumbir ante el peso de su cliché fatalista. Anoche no. Anoche Diego Milito se propusó asombrar a Eurpoa definitivamente, reírse de todos aquellos que desearon no ficharle cuando lo tuvieron al alcance de su mano. Anoche Mourinho se gustó, gesticuló airadamente como suele, se deleitó haciendo lo que mejor sabe hacer. Ganar.

La cuestión es, ¿superará el Inter los octavos? Parece improbable, atendiendo a las estadísticas, que el Chelsea sucumba en Stamford Bridge, no aún en octavos de final, pero el Inter, este año, es otro. Lo dirige Mourinho, solo con eso debiera bastar. El fatalismo, las maldiciones, años después, quedan atrás. Un entrenador. Un delantero. Un espíritu. La confianza ciega de los jugadores en sí mismos y sobre todo en Mourinho. Un cómputo de casualidades buscadas. Todo ello obra la leyenda. Recuerden: la última vez que el Chelsea palmó en octavos lo hizo frente al futuro campeón, en 2006.

Vía | Wikipedia, El País, BBC
Imagen | Qué.es

miércoles, 24 de febrero de 2010

La oportunidad que no fue del Stuttgart

Andrés Pérez | Es una obviedad que casi ni merece la pena comentar: el Barça atraviesa un bajón físico notable. Como casi en todas las facetas de la vida, el bajón físico viene dado a su vez por cierta temeridad psicológica, quién sabe si una pérdida de confianza. No conviene, en todo caso, hacer de la derrota ante el Atlético, el pobre partido a pesar del resultado ante el Racing y la primera parte ante el Stuttgart ya en Champions ningún drama.

Como equipo que ha rozado la excelencia, cualquier cosa que no sea una victoria amplia con un abrumador dominio estilístico sobre el terreno de juego será motivo de suspicacias. No debería ser así, todos lo sabemos, pero lo es. Advirtió Guardiola: "jugando así no se pasan unos cuartos de final de la Champions". Llevaba parte de razón. El Stuttgart es un equipo competitivo y así se mostró anoche, ahogando al Barça durante todo el primer periodo con un Cacau hiperactivo y peligrosísimo. Xavi e Iniesta erraban pases, Messi perdía balones en la conducción y el cómputo de desorden lo representaba un Márquez escandalosamente débil atrás.

En tal tesitura el Stuttgart, sin jugar a gran cosa pero con la virulencia de los equipos alemanes cuando observan a su presa débil, se lanzó hacia la portería de Valdés, quien le ahorró al Barça, de nuevo, y demostrando que ha de ir sí o sí al Mundial, un disgusto mayor. Marcó Cacau tras un espléndido centro de Gebhart y el Barça se fue al descanso absolutamente noqueado.

La bronca en el descanso debió ser notable por parte de Guardiola. La segunda parte fue diferente. El Stuttgart se arropó atrás y dejó de lado los insistentes martillazos ofensivos que atestaba a la defensa baulgrana, esperando un contraataque. En esa tesitura le tocó a Xavi de nuevo echarse el equipo a las espaldas y, ya con el dominio del balón, el Barça se abrió buscando el empate. Llegó en una polémica jugada de la que Relaño, para no variar, habla hoy en su término paranoico 2.0, el Eurovillarato. De ahí al final el Stuttgart pudo marcar pero no lo hizo, y llegará al Camp Nou con la sensación de que perdió la eliminatoria avatares del azar o suerte de los campeones. Quién sabe. Pero se antoja lejana una machada en Barcelona.

Vía | As, El País
Imagen | Qué.es

martes, 23 de febrero de 2010

"La mejor liga del mundo"

[Ronaldo se salió ante el Villarreal]

Andrés Pérez | Tras la llegada de Ibrahimovic, Kaka' y Ronaldo este verano al Barça y al Madrid nos bombardearon con un lema ya olvidado: "La liga española es la mejor liga del mundo". Y se aceptó como máxima universal a la que no le cabía ninguna duda a pesar de que la realidad distara de semejante axioma, temerario cuanto menos. Creímos que por tener a los mejores jugadores y, probablemente, a los dos equipos más poderosos del planeta lo teníamos todo. Mejor dicho: creían. "La mejor liga del mundo". Esa era la consigna, prohibido discutirlo.

Pues bien, el sábado el Barcelona goleó en uno de los peores partidos de la temporada tras el del Atlético al Racing de Santander. Le endosó cuatro goles. Sin Ibrahimovic. Y todo ello a pesar de practicar un fútbol que, para lo que suele ser el Barça, tiraba a mediocre. Por su parte, el Madrid se dio un festín —y en especial Cristiano Ronaldo, de nuevo demostrando que es el 90% del ataque madridista— a costa de un blandísimo Villarreal, equipo al borde del abismo en la Europa League e inmerso en plena crisis existencial en mitad de la tabla.

Madrid y Barça gobiernan tiránicamente la liga hasta el punto de que nadie espera ya que palmen frente a rivales que no superen la cuarta posición. El interés de la liga se reduce a cuatro partidos, uno arriba uno abajo, a falta de que las últimas jornadas deparen el habitual drama de la lucha por sobrevivir en Primera. ¿Es esa la mejor liga del mundo, como decían? Que cada uno saque sus conclusiones. Pero yo ví el mismo sábado a todo un Everton vapulear al todopoderoso Manchester. ¿Se imaginan al Mallorca dando un baño al Barcelona? La mejor liga del mundo.

Vía | El País, As
Imagen | Marca

viernes, 19 de febrero de 2010

Y así es como Asenjo se convierte en Lucifer

Andrés Pérez | El caso de la portería del Atlético esta temporada cobra cada partido que pasa tinites más dramáticos para el que, al inicio de la temporada, fuera el fichaje estrella: Sergio Asenjo. El portero que despuntó en el Valladolid, por el que se pelearon los grandes y que, finalmente, recaló en el Atlético como refuerzo principal del club colchonero. Hoy, Asenjo, quien antaño estuviera destinado a salvaguardar la portería del Atlético, se encuentra a un paso del exilio. Ha descendido a los infiernos y se postra delante de un cartel que ya le dice, irónico y burlón, "Oh, vosotros que entráis, abandonad toda esperanza".

Porque Asenjo ya no es el portero fiable y seguro que solía. La irrupción de un chaval surgido de la cantera del club rojiblanco, David De Gea, y su estelar primera actuación cuando él estaba sancionado y Roberto, el segundo portero, lesionado, le dio alas. Quienes hasta entonces no habían alzado la voz por su ostracismo vieron entonces el filón perfecto, la esperanza blanca, o rojiblanca, el "portero del futuro". Y así, numerosos expertos de distinto calado y en diversos púlpitos mediáticos fueron apropiándose de De Gea como quien pugna por un Pulitzer. "Ya lo decía yo", comentaban algunos. "Siempre mantuve que el fichaje de Asenjo era innecesario", pregonaban otros.

Asenjo, progresivamente, bajó su nivel. La lupa estaba sobre él. Cualquier fallo, cualquier calamidad que al Atlético le costara un par de puntos sería excusa suficiente. Bastaron dos inseguras salidas, dos críticas lanzadas en momentos convenientes y la ilusión que en la grada despierta siempre un canterano para que Asenjo se encontrara donde ayer, suplente y perdido. Podía suceder, evidentemente: De Gea se lesionó. Y salió Asenjo. Y Asenjo falló. Y lo que no hubiera pasado de un error garrafal se torna, hoy, en esto:

Un Galatasaray ramplón, pero muy bien plantado, sacó tajada de la falta de temple de Asenjo, un portero en plena crisis existencial y más pendiente de la grada del Calderón que de lo que se cocía en el tapete [...]

El canterano, brillante siempre que le requirieron y con el de anoche titular en los últimos nueve partidos, cedió el testigo a Asenjo, un proyecto de futuro venido a menos [...]

Emborronó así el pulmón africano la obra maestra de Reyes, que en la primera parte adelantó a un Atlético sereno y aplicado hasta que perdió a De Gea [...]

[...] el meta del Galatasaray, salvado por el poste en un remate de Simão, se resarció las pocas veces que Agüero se escapó de los centrales, un muro en el segundo tiempo. Justo al revés que Asenjo, un desastre de 4,5 millones.

Lo escribe José Marcos en El País. La negrita es mía. El titular ya es lapidatorio: "Asenjo —y ojo, nadie más— castiga al Atlético". Nada se dice del resto del equipo hasta el punto de afirmar que el Atlético jugó bien hasta que perdió a De Gea, como si Asenjo fuera un cáncer que afectara a todo el rendimiento del conjunto.

El arquero de 21 años, decía, se encuentra frente a la puerta del infierno, allá donde reluce un fatídico cartel que dice "abandonad toda esperanza". Es un proscrito. El entorno mediático del Atlético ha necesitado media excusa para hundirlo.

Vía | El País, Marca
Imagen | Mercafutbol

jueves, 18 de febrero de 2010

Robben o la sencillez del fútbol

Andrés Pérez | Observando a Robben uno asume que el fútbol es más sencillo de lo que nos quieren hacer creer. Robben lo hace todo fácil, o nos hace que parezca fácil. Su jugada siempre es la misma, sin posibilidad de variante: arranca desde la derecha y con su pierna izquierda y endiablada conducción de balón va dejando atrás un oponente tras otro para, posteriormente y ya al borde del área, perfilarse para disparar. Como si jamás nadie hubiera tenido tal idea, la de correr más que el rival y en velocidad recortar hacia adentro para armar el disparo, nadie puede parar a Robben.

Quizá tan sólo él mismo sea su freno. Quién sabe si su mente provoca sus lesiones, o si sus lesiones minan su mente. Ayer, frente a la Fiorentina, Robben se reencontró una vez más con el jugador Guadiana que cada tres meses deja retazos de talento puro en cada estadio que pisa. Probó suerte mil y una veces con la misma jugada: arrancar desde la derecha, ganar en velocidad, recortar hacia adentro y golpear el balón. Obtuvo una expulsión del rival, un penalti efectuado y un rechace que Klose convirtió para dar la victoria al Bayern en el último minuto.

Sencillo. Al menos lo parece. Ningún defensa podría ser capaz de parar a Robben si éste estuviera en forma por más que su planteamiento futbolístico sea tan simple, en absoluto adornado con filigranas y amplio repertorio ego-técnico como el de Ronaldo. Robben es previsible pero infalible. Tan sólo cuando sus piernas dicen basta su fútbol vertical y subversivo se ve frenado. Tan sólo una desesperante escasez de visión de juego es achacable a un extremo de su calado. Un extremo de los de siempre. Qué hubiera dado Pellegrini por una de sus arrancadas el martes en Lyon.

Vía | El País
Imagen | La Vanguardia

miércoles, 17 de febrero de 2010

Un mismo periódico, dos realidades muy distintas

Andrés Pérez | Hay días en los que, leyendo prensa deportiva, a uno le entran ganas de crear un periódico aparte y colocar allí a todas las voces sensatas que aún se escuchan en la primera línea de fuego del periodismo deportivo nacional. Ejemplos los hay a patadas más allá del reducto de los blogs, y uno de ellos es Santiago Segurola. Parece increíble pero no, esto se ha escrito en Marca tras la derrota anoche del Real Madrid:

[...] El Madrid decepcionó en Lyon, donde se volvió a utilizar la coartada de costumbre: Pellegrini. Y todo porque utilizó a Mamadou Diarrá en lugar de Lass Diarra, que si no son lo mismo, lo parece. Es decir, se enfoca el problema a través del entrenador y dos jugadores secundarios. Lo son porque acompañan, no porque se les pida que ganen un partido de este calibre. Como mucho, que no lo pierdan.

De ganarlo deberían encargarse las figuras. Para eso se les contrató. Pues no. El mismo equipo –los arbeloas, por definirles de alguna manera- que ha llevado al Madrid hasta aquí, con menos ayuda de la prevista y con un rendimiento magnífico, aparece como responsable del fiasco de Lyon. No se llevaron las portadas cuando lo merecieron y se les pone en duda ahora, en la derrota. Típico del Madrid y su entorno mediático.

Un análisis bastante acertado, por otro lado, de la situación actual del Real Madrid y sus eternos porqués existenciales. Más allá del acierto o no de Segurola a la hora de hablar del Madrid, cabe elogiar su estilo. Su refinada pluma, su prosa de calidad, su inteligencia a la hora de no caer en los forofismos, su mirada crítica.

Su calidad, su talento. Su integridad, vaya. Parece mentira, decíamos, que semejante periodista escriba en un medio como Marca, cuya editorial, hoy mismo, vuelve a ser ese cómputo de gañanismo paleto rancio como pocos. El estilo de quienes a falta de talento funcionan por medio del amarillismo, de la basura adobada en colorines llamativos y titulares provocativos. Esta basura:

[...] El madridismo sueña con un equipo capaz de imponer su estilo en cualquier campo, pero se encuentra con un entrenador empeñado en revolucionar a los suyos en función del rival. Pellegrini se saltó anoche la máxima que dice que si algo va bien no hay que tocarlo. Cambió un bloque que venía funcionando perfectamente para introducir a un buen futbolista como Diarra, pero que carece por completo de ritmo. Si lo hizo porque no confía en que el equipo pueda imponer su fútbol ante el Olympique, mal. Si lo que tuvo fue un ataque de entrenador, peor.

Ambos supuestos llevan a concluir que, seis meses después, El Ingeniero no tiene un plan para el Madrid.

[Para Inda el único culpable de la derrota del Madrid fue Pellegrini]

No es lo que dice, que también: culpar a Pellegrini de la derrota de ayer no es más que la vía de escape que señala Segurola, paradójicamente, en el mismo periódico. Se trata de la enésima vía de escape mediante la cual no se culpará a las estrellas que debían haber aparecido ante un equipo teóricamente inferior.

No, no se trata del fondo en esencia. Se trata de la forma. De ese tufillo reincidente de este periódico a la hora de hablar de Pellegrini, de la forma de expiar todos los males de una deficiente, quizá, gestión administrativa y directiva por medio de la cabeza de turco de Pellegrini. No es lo peor que hemos leído en Marca, convengamos, pero no deja de chocar que junto a la estilosa pluma de Segurola se perpetren artículos como el anteriormente citado. O como éste, de la mano del indescriptible Inda:

[...] Que el Barça ya no es lo que era lo soltó este menda hará cosa de dos meses entre el escándalo de la corrección política imperante y el histerismo del barcelonismo con menos seny. Barcelonismo cascarrabias que, dicho sea de paso, es cuantitativamente hablando una minoría bastante minoritaria.

[...] Pellegrini debe tener claro que ni a Fernando VII se las ponían tan a huevo. Le han regalado la mejor plantilla del mundo-mundial, un calendario que para sí quisiera Pep y el factor Bernabéu. Claro que siempre puede aparecer un Quique que te amargue la fiesta.

En el otro extremo de la galaxia.

[Visto en La Libreta de Van Gaal]


Vía | Marca, La Libreta de Van Gaal, Más que Fútbol
Imagen | La Razón, Marca

El Madrid de los últimos años (Olympique Lyon 1 - 0 Real Madrid)

Andrés Pérez | Parece afectarle una negativa afección al Real Madrid cada vez que este año pisa territorio europeo. No ha cuajado un sólo buen partido en Copa de Europa desde que comenzó esta temporada el torneo, todo ello a pesar de los 300 millones de euros que en teoría debían estar destinados, por calidad de las figuras y nostalgia de tiempos pretéritos, a alzarse con el máximo cetro europeo. Nada. Niet. Rien. Cero. El Madrid, una temporada más, camina rumbo al fracaso en la competición. Perdió anoche en Lyon, 1-0, tercera visita al campo del Olympique sin anotar un tanto, tercera derrota consecutiva.

Los porqués son variados pero obedecen a una misma razón: la falta de fluidez en el centro del campo y una posesión inocua a los pies de un equipo que tan sólo sabe jugar por el centro, donde los rivales son más capaces de frenar los geniales impulsos de Ronaldo, auténtico y único baluarte ofensivo regular del Madrid. Las bandas, aquel territorio desconocido desde la marcha del anoche, por ejemplo, muy útil Robben, son ocupadas por mediapuntas como Kaka', centrocampistas de todo tipo de corte como Granero o delanteros que no lo son tal como Higuaín. Terreno inhóspito y de fácil defensa para laterales capaces.

Capaces, claro, no laterales de los equipos de la zona baja de la Liga Española. Tanto Réveillère como Cissokho lo son. Ofuscado Xabi Alonso ante la falta de espacios a lo que reduce el Madrid su fútbol ofensivo, incapaz Ronaldo de hacer frente a toda la defensa, demostrado un día más que Higuaín es un futbolista llanito en partidos de alta gama, el Lyon trabajó rápidamente sus transiciones defensa-ataque para sorprender al Madrid en inferioridad numérica en defensa. Lo consiguió varias veces y de ahí que tirara más a puerta.

Optó por probar en la banda izquierda del Madrid, su lugar más débil, allí donde paseaba Marcelo y donde jugaba al gato y al ratón Gouvou. Pjanic y Delgado se encargaron de lanzar rápidas ofensivas donde el Madrid tenía problemas para recular. Tan sólo el buen hacer de la pareja de centrales y Arbeloa impidió que el Lyon se acercara con mayor peligro a Casillas, quien, a falta de puntería de Lisandro, no tuvo mayor trabajo a lo largo del partido. Caminaba el minuto 30 de la segunda parte y lo poco positivo que ostentaba el Madrid, cierta inquietud que causaba en la defensa del Lyon, lo había perdido.

Un par de azotes de los franceses en forma de balón parado y en estas se llegó a la segunda parte. Con un Madrid perdido, de nuevo, sin fluidez, sin energía, sin saber cómo hacerlo para sobreponerse. Y con un Lyon seguro de sí mismo, menos talentoso pero más inteligente. Un trallazo de Makoun que batió a Casillas, dos contras que pudieron ser más de no ser por Albiol y Garay y un Xabi Alonso inoperante ante la falta de movimientos arriba, punto. El Madrid camina sobre los mismos pecados de otros años a falta de soluciones mejores. La única noticia positiva para el conjunto de Pellegrini es que aún les queda un partido. Nada más.

Vía | As
Imagen | Marca, El País

lunes, 15 de febrero de 2010

El Atlético cumple su papel

Andrés Pérez | Le corresponde al Atlético, por herencia histórica, por motivos que no alcanza a comprender la razón humana, ser la bestia negra del Barcelona. Y no importa que éste esté en un estado de forma magnífico y encadene 21 jornadas ligueras sin perder un sólo partido o que lleve seis años sin alzar un título. En cualquier circunstancia, si el Barça juega en el Calderón sucederán dos cosas: habrá goles y el Barça sufrirá gane o pierda, o, en un caso remoto, a falta de un hecho acaecerá otro. Si a todo esto le sumamos un notorio estado de forma de determinados jugadores del Atlético, una plaga de lesiones inoportuna en las filas del conjunto de Guardiola y un Calderón encendido, el resultado fue el de ayer. Que el Barça jugó su peor partido en dos años.

¿Por qué? Más allá del resultado, de la derrota, del buen planteamiento táctico del Atlético, el Barça fue débil. No practicó un fútbol brillante, anduvo ciertamente descolocado, su fútbol de toque y ruptura de las líneas rivales se convirtió en un descafeinado por inservible dominio absoluto del balón si alguna profundidad. Ibrahimovic anduvo como lleva dos meses, inútil; Messi quiso hacerlo todo ante la pasividad de sus compañeros; Iniesta estuvo inusualmente impreciso y Xavi descolocado. Lo nunca visto. Al Barça le pasó factura la presión psicológica de bajas físicas, esto es, reales. No hay que lanzar ninguna alarma en este sentido.

Perdió el Barça y esto le sirvió al Madrid para acercarse a tan sólo dos puntos. La derrota del Barcelona se explica por la conjunción de varios factores: el rival, el estadio, las bajas, la fatiga psicológica y fisiológica acumulada y un mal día. El Madrid venció al Xerez en Chapín con un Ronaldo en su línea, esto es, esencial, y con un Kaka' notable y mejorado. Imposible extraer conclusiones de buen fútbol, ordenamiento táctico y rentimiento personal de cada jugador: el rival era el colista, una victoria no es un éxito pero un empate o una derrota es un fracaso redomado.

Escasas sorpresas en el resto de la jornada. No considero el empate del Valencia en Gijón algo negativo, más bien al contrario. El Real Zaragoza empató un partido que hace un mes habría perdido con todas las de la ley y de ahí que, amén de jugarse fuera de la Romareda, el resultado frente al Valladolid sea aceptable. El Málaga confirmó su mejoría a costa de un Racing que ha pagado su intentona de llegar a la final de la Copa del Rey; el Sevilla a su ritmo sin practicar un fútbol brillante y dependiendo en gran medida de Zokora y Jesús Navas y el Villarreal quizá mejore a raíz del buen partido que jugó frente al Bilbao, que terminó exasperado tras marrar Iraola el penalti del empate.

Por cierto, la jornada aún no ha terminado. Gracias a la idea de la RFEF esta noche Mallorca y Tenerife juegan. Como dato: quien aquí escribe no podría ir al estadio, sale a las 9 de la universidad. Gracias, genios.

Vía | El País
Imagen | Marca, El Mundo

viernes, 12 de febrero de 2010

Exclusiva mundial

Andrés Pérez | Impactante información la que nos ofrece Marca hoy. De primera calidad, de interés notable. ¿El último escándalo de dopaje en el mundo del deporte en exclusiva? ¿Algún extraño teje-maneje de algún directivo de un club de fútbol? ¿El descubrimiento del elixir de la eterna juventud? ¿El asesino de Kennedy? No.


P: Muchas estrellas participan en películas de Hollywood. ¿Se plantearía hacer alguna?
R: ¿Por qué no? Es posible. Las ofertas ya me han llegado algunas veces, pero ahora no es el momento correcto para este tipo de cosas. Ahora estoy concentrado al cien por cien en el fútbol y en el Real Madrid.

Todo el mundo se preguntaba, en efecto, qué había sido de la personalidad de Ronaldo, esa estrella, tras el injusto altercado frente al Málaga. Y por su futuro como actor, claro.

PD: Desisto de comentar el "Exclusiva Marca".

Vía | Marca

jueves, 11 de febrero de 2010

El efecto Kanouté

Andrés Pérez | Pedro León conducía de manera altiva a su equipo hacia la portería de Palop, el único hombre junto a Navas y Escudé salvable del Sevilla de anoche, cuando Kanouté hizo acto de presencia en el campo. Se fue Luis Fabiano, desaparecido hasta la fecha, como casi todo el Sevilla, eclipsado por un centro del campo dirigido por Casquero colosal, superado en todo momento por los costados, incapaz de hacer frente al reguero de energía que deja Soldado allá donde fuere. Allí se hallaba Pedro León, decíamos, diamante en bruto del fútbol nacional, cuando el de Mali apareció.

Hasta entonces el Sevilla corría detrás del Getafe. Desarbolado, cansado, perdido, en otro mundo, veía peligrar la diferencia de dos goles que había obtenido en la ida. No mantenía el balón y lo pagaba a nivel físico; Boateng, Casquero y Parejo se hicieron los amos y señores del centro del campo y esclavizaron el balón. Había marcado Soldado, necesitaba algo de pausa el Sevilla, algo que en aquel momento, de ansiedad, de peligro, de miedo, se hacía imposible.

En estas Kanouté apareció. Y jugó al gato y el ratón con Rafa y el Cata, centrales del Getafe. Escondió la pelota. Movió elásticamente su gigante cuerpo para acaparar todas y cada una de las pelotas perdidas que la defensa sevillista enviaba al cielo de Madrid. Ralentizó el ritmo de juego provocando faltas. Hundió la espiral efervescente que comenzaba a crear el Getafe en la recta final de partido. Oxigenó, en suma, un equipo que caminaba hacia la eliminación a pesar de la ventaja. En sus gestos, en su elegancia, en su maravillosa forma de controlar cada balón, encontramos la clave oculta del pase del Sevilla hacia la final.

Un jugador diferente, Kanouté, qué duda cabe. Harían bien en temerle Racing o Atlético, candidatos a pareja de baile del Sevilla en la final. Pareja que, por justicia futbolística, debía bailar con el Getafe. Lástima que la justicia sea un término abstracto en el deporte.

Vía | Marca
Imagen | Diario de Sevilla

miércoles, 10 de febrero de 2010

Por una prensa deportiva inteligente


[Posiblemente el único día en que no provocaba repugnancia coger un diario deportivo]

Andrés Pérez | Hace no mucho tiempo, en la redacción de los cuatro grandes periódicos deportivos de España sonó el teléfono:

(Riiiiing)
—¿Diga? —respondieron los directores.
—Sí, hola, ¿qué tal? Verá, soy Don Demagogia —sonó al otro lado del auricular.
—¡Hombre! Le estábamos esperando ahora que las ventas comenzaban a bajar. Pase, pase. Y diga, ¿no se habrá traído a su colega, el muy respetable Señor Sensacionalismo? —.
—Pues mire, casualmente, por aquí viene...

Y así, tras gran eyaculación por parte de los cuatro directores ante tamaños invitados, la prensa deportiva de este país se fue a la mierda. Literalmente. A una mierda grande y marrón, maloliente y rodeada de moscas, con forma de espiral, plantada en plena acera mugrienta y sucia, bien cerquita de un pozo gigantesco con otros montones de mierda que la aguardaban impacientes. Un pozo en el que estamos a puntito de caer si no lo hemos hecho ya.

Escabroso, dirán. Pero es la mejor manera de retratar las miserias del periodismo, por llamarlo de alguna forma, deportivo de este país. Entre tanto, mantuve y mantendré que el último reducto donde encontrar textos futbolísticos de calidad y que se preocupen por la salud mental del lector será la blogosfera.

Pero, claro, los blogs no tienen el alcance que pueda tener Marca, el sorprendente diario más leído cada día en España. Por más que haya rincones exquisitos como Diarios de Fútbol, El Hacha de Rubén Uría, La Libreta de Van Gaal, Órbita Gustems, Fútbol no es fútbol y un largo etcétera, su radio de impacto es corto. Y, para colmo de males, el lector habitual de prensa deportiva tiene el cerebro dormido y, oiga, para qué pensar y leer un texto largo y meticuloso cuando puedo, yo qué sé, ¡coño! ¡ver los nuevos tatuajes de CR9!

Así que no he podido más que sumarme a la iniciativa que desde Diarios de Fútbol, buque insigina de los blogs de fútbol en la red, han planteado:

Parece como si una especie de histeria colectiva hubiera invadido las páginas de deportes de nuestro país, como si una nueva e implacable Inquisición persiguiera cualquier texto, reportaje o propuesta razonable y razonada, como si una epidemia de estupidez hubiera contagiado las redacciones deportivas de este país.

[...] hemos creado un grupo de Facebook llamado "Queremos una prensa deportiva inteligente". A través del mismo, vamos a intentar sumar a cuantas más personas mejor, para que ese número que entre todos formemos haga recapacitar a quienes definen los contenidos de la actual prensa, les haga (al menos) pensar que sí hay gente que cree que deporte y letras pueden tener al menos un feliz noviazgo y que estaría dispuesta a invertir un euro diario de su bolsillo en contenidos deportivos de calidad [...]

Es un granito de arena en un océano putrefacto, sí. Se antoja complicado cuando no imposible revertir la tendencia cafre y rebuznante de la prensa deportiva actual pero no debemos dejar de intentarlo. La voz de un público que aún reclama contenidos de calidad y que no quiere ponerse el traje NBQ cada vez que acude al kiosco a comprar un periódico, o algo, que trate sobre el deporte.

¿Estamos a tiempo? No lo sé. Pero por intentarlo que no quede.

[Únete aquí al grupo en Facebook "Queremos una prensa deportiva inteligente"]

Vía | Diarios de Fútbol
Imagen | La Comunidad El País

Raúl o la definitiva transición

[Raúl marcándole esta temporada al Milan]

Andrés Pérez | Parecía lejano el día en que Raúl González Blanco, uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol español, ocupara permanentemente una plaza en el banquillo del Real Madrid. Lo cierto es que hoy, oscurecido por las jóvenes y refulgentes figuras salidas del talonario de Florentino Pérez, Raúl es suplente con todo el merecimiento del mundo. Su luz se apagó, el cicló se terminó, su juventud se evaporó tiempo atrás y de aquel jugador genial que levantó tres Copas de Europa queda tan sólo la nostalgia de un recuerdo. Raúl es melancolía de lo que un día fue y de lo que no volverá a ser jamás. Cuando un futbolista llega a este punto, conviene plantearse la retirada.

El debate planteado en la prensa madridista durante los últimos años acerca de la titularidad de Raúl y su utilidad en el equipo ha dinamitado su imagen. Ha contribuido a polarizar un debate estéril: la valía de Raúl. Lejos de favorecerle, su condición de morbo + audiencia le ha lacerado de manera irremediable y hoy, aparcado ese debate por irracional, absurdo y pernicioso, Raúl camina cabizbajo y escondido intentando asumir su suplencia, su muerte como alma máter del Real Madrid.

Como digo, es la hora de cruzar la laguna Estigia para Raúl. Desde 2003 no es el mismo, paradójicamente, desde que decidiera dejarse larga melena, paradójicamente desde que tomó el relevo de Hierro en la primera capitanía del equipo. Las lesiones y el paso de una carrera cimentada desde una tierna juventud le pasaron factura con prontitud, haciendo que demasiados renegaran de su calidad y de sus logros hasta la fecha, sin tener en cuenta las circunstancias, ni las evidentes pruebas arguibles en favor de quien estaba de manera perpetua en el ojo del huracán.

Raúl durante los últimos cuatro años nunca ha sido el mismo. Normalmente ha sido un lastre, un jugador lento y plomizo, una habitual losa; también ha marcado goles, sí, también ha sido espíritu, en efecto, pero tampoco es casual que desde su bajón de nivel el equipo no haya pasado de octavos en Copa de Europa. Ni tan santo, ni tan demonio. Raúl lleva más de catorce años al máximo nivel: su ciclo evolutivo aventuraba esto. Una retirada a los treinta y pocos años. Cabe planteárselo sin tildarlo de tabú. Por su bien.

Vía | Wikipedia
Imagen | De archivo

martes, 9 de febrero de 2010

Del Villarato y otros tumores

Andrés Pérez | Cómo no empezar el año con el Villarato, pardiez, si es la palabra de moda en el entolno futbolístico de nuestros días. Villarato: término acuñado por Alfredo Relaño, director del diario, por llamarlo de alguna forma, As, para definir los supuestos favores arbitrales que el Barcelona obtiene en detrimento del Madrid gracias a la amistad entre Joan Laporta, presidente del Barça, y Villar, presidente de la FEF. ¿Queda claro?

La prensa, cada año que pasa, se vuelve más sucia y estúpida. Para comprobarlo hay dos métodos bastante eficaces: en internet, La Libreta de Van Gaal, y en televisión, Periodistas Fútbol Club. El patetismo desmedido que alcanzan algunos energúmenos en los platós de televisión o desde sus columnas de opinión roza lo vergonzoso y lo analfabeto. Ejemplos los hay a patadas, de energúmenos que se han tragado con patatas la monserga del Villarato y que lo defienden o lo atacan allende sus dominios, véase: Roncero, Roberto Gómez, el propio Relaño, Inda y especímenes semejantes.

Tal es la movida que se ha montado que el propio Guardiola ha tenido que salir en rueda de prensa a afirmar lo evidente: que el Barça ha ganado seis títulos por méritos propios, por cuidar la cantera y por jugar al fútbol como los ángeles; que de los árbitros nada de nada. Se trata de un hecho inverosímil que sólo puede suceder en un lugar como España y en un deporte como el fútbol, reducto patrio del hombre respetable que se embrutece al portar la bandera de su equipo.

¿Existe el Villarato? No lo sé. Debe ser algo semejante a la conspiración del 11-M perpetrada por otros adláteres del sensacionalismo y en otros tronos no muy distintos a los deportivos, por sucios y amarillentos. O algo así como el yeti, que de tanto hablar de él cobra vida en la conciencia colectiva y uno así no distingue lo real de lo ficticio. Lo que parece evidente más allá de la patética campaña orquestada a uno y otro lado es que el Barça no parece necesitar de ayudas arbitrales para maravillar con su fútbol perfecto y seguir conquistando partidos, títulos y cimas en la historia. Por más que a Relaño esto le pueda parecer irrisorio.

Vía | As, La Libreta de Van Gaal, El País
Imagen | As, Telecinco

Nuevo año, nueva era

Andrés Pérez | El último año para Más que Fútbol fue un año extraño. Alternó épocas de productividad escrita muy bonitas con otras de auténtico vacío de contenido. Diversos avatares tanto míos como de los dos colaboradores de este blog impidieron que se actualizara con la ilusión que se había planteado a la vuelta del verano.

Como podéis comprobar, Más que Fútbol ha retocado levemente su apariencia. La letra se ha hecho más grande para una lectura más cómoda y los dichosos "Leer más" que tan mal funcionaban últimamente —quizá vuelvan en un futuro a medio plazo— han desaparecido. ¿El espíritu en este 2010? El de siempre. Más que Fútbol sigue vivo, se me antoja complicado que algún día muera. Posts de calidad, posts que vayan más allá del simple convencionalismo de corta y pega en el que se ha convertido la blogosfera.

Posts largos, para qué engañar, donde la elaboración primará sobre la inmediatez y la simplicidad del mensaje para atraer más público. Este blog no es más que un hobby, un maravilloso hobby que he de reinventar cada año para mantenerlo con vida. Larga vida a Más que Fútbol, señores, que vida tiene para rato.