miércoles, 17 de febrero de 2010

Un mismo periódico, dos realidades muy distintas

Andrés Pérez | Hay días en los que, leyendo prensa deportiva, a uno le entran ganas de crear un periódico aparte y colocar allí a todas las voces sensatas que aún se escuchan en la primera línea de fuego del periodismo deportivo nacional. Ejemplos los hay a patadas más allá del reducto de los blogs, y uno de ellos es Santiago Segurola. Parece increíble pero no, esto se ha escrito en Marca tras la derrota anoche del Real Madrid:

[...] El Madrid decepcionó en Lyon, donde se volvió a utilizar la coartada de costumbre: Pellegrini. Y todo porque utilizó a Mamadou Diarrá en lugar de Lass Diarra, que si no son lo mismo, lo parece. Es decir, se enfoca el problema a través del entrenador y dos jugadores secundarios. Lo son porque acompañan, no porque se les pida que ganen un partido de este calibre. Como mucho, que no lo pierdan.

De ganarlo deberían encargarse las figuras. Para eso se les contrató. Pues no. El mismo equipo –los arbeloas, por definirles de alguna manera- que ha llevado al Madrid hasta aquí, con menos ayuda de la prevista y con un rendimiento magnífico, aparece como responsable del fiasco de Lyon. No se llevaron las portadas cuando lo merecieron y se les pone en duda ahora, en la derrota. Típico del Madrid y su entorno mediático.

Un análisis bastante acertado, por otro lado, de la situación actual del Real Madrid y sus eternos porqués existenciales. Más allá del acierto o no de Segurola a la hora de hablar del Madrid, cabe elogiar su estilo. Su refinada pluma, su prosa de calidad, su inteligencia a la hora de no caer en los forofismos, su mirada crítica.

Su calidad, su talento. Su integridad, vaya. Parece mentira, decíamos, que semejante periodista escriba en un medio como Marca, cuya editorial, hoy mismo, vuelve a ser ese cómputo de gañanismo paleto rancio como pocos. El estilo de quienes a falta de talento funcionan por medio del amarillismo, de la basura adobada en colorines llamativos y titulares provocativos. Esta basura:

[...] El madridismo sueña con un equipo capaz de imponer su estilo en cualquier campo, pero se encuentra con un entrenador empeñado en revolucionar a los suyos en función del rival. Pellegrini se saltó anoche la máxima que dice que si algo va bien no hay que tocarlo. Cambió un bloque que venía funcionando perfectamente para introducir a un buen futbolista como Diarra, pero que carece por completo de ritmo. Si lo hizo porque no confía en que el equipo pueda imponer su fútbol ante el Olympique, mal. Si lo que tuvo fue un ataque de entrenador, peor.

Ambos supuestos llevan a concluir que, seis meses después, El Ingeniero no tiene un plan para el Madrid.

[Para Inda el único culpable de la derrota del Madrid fue Pellegrini]

No es lo que dice, que también: culpar a Pellegrini de la derrota de ayer no es más que la vía de escape que señala Segurola, paradójicamente, en el mismo periódico. Se trata de la enésima vía de escape mediante la cual no se culpará a las estrellas que debían haber aparecido ante un equipo teóricamente inferior.

No, no se trata del fondo en esencia. Se trata de la forma. De ese tufillo reincidente de este periódico a la hora de hablar de Pellegrini, de la forma de expiar todos los males de una deficiente, quizá, gestión administrativa y directiva por medio de la cabeza de turco de Pellegrini. No es lo peor que hemos leído en Marca, convengamos, pero no deja de chocar que junto a la estilosa pluma de Segurola se perpetren artículos como el anteriormente citado. O como éste, de la mano del indescriptible Inda:

[...] Que el Barça ya no es lo que era lo soltó este menda hará cosa de dos meses entre el escándalo de la corrección política imperante y el histerismo del barcelonismo con menos seny. Barcelonismo cascarrabias que, dicho sea de paso, es cuantitativamente hablando una minoría bastante minoritaria.

[...] Pellegrini debe tener claro que ni a Fernando VII se las ponían tan a huevo. Le han regalado la mejor plantilla del mundo-mundial, un calendario que para sí quisiera Pep y el factor Bernabéu. Claro que siempre puede aparecer un Quique que te amargue la fiesta.

En el otro extremo de la galaxia.

[Visto en La Libreta de Van Gaal]


Vía | Marca, La Libreta de Van Gaal, Más que Fútbol
Imagen | La Razón, Marca

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