martes, 30 de mayo de 2006

Historia del Fútbol: Va por ti Georgie

Ahora que el Mundial empieza me gustaría recordar uno de esos grandes jugadores que se pierden Mundiales por nacer en países donde su selección no es potente. Podría ser el caso de Shevchenko o de Drogba pero tuvieron más suerte. Es el caso de George Best, para mí el mejor extremo de la historia, también el peor futbolista que se cuidó después de Maradona...

El futbol perdió mucho con la prematura retirada de un alcoholizado Best, y con su reciente muerte. A recordar, sus grandes regates, su capacidad de sacrificio y el tener todas las cualidades de un futbolista. Pele dijo de el cuando jugaban en la misma época que era el mejor jugador del mundo. Jugó en el Manchester United consiguiendo la primera Copa de Europa para los reds junto a Bobby Charlton o Hurst.




Siempre te recordaremos Georgie

sábado, 27 de mayo de 2006

Los porqués del Fútbol

¿Porque más de 400 millones de personas seguirán el Mundial en todo el Mundo? ¿Porque más de 14 millones de personas ven una final de la Copa de Europa en España?¿Porque un futbolista puede ser tan famoso como el Papa? ¿Porque millones de chavales en todo el mundo sueñan cada día en sus camas con llegar a ser futbolista? ¿Porque hay gente que viaja de Corea hasta Alemania para ver a su equipo? ¿Porque Maradona con un gol con la mano se puede convertir en uno de los pocos futbolistas capaces de impresionar al mundo? ¿Porque el fútbol es capaz de alegrar miles de almas que en Brasil se mueren de hambre? ¿Porqué en Brasil salen tantos jugadores ahogados por la miseria que luchan por llegar a ser futbolistas y sacar de pobre su familia? ¿Porque el fútbol nos importa más que la economía? ¿Porque somos capaces en un partido de la selección de apoyar conjuntamente con aquellos que son del equipo rival y compartir 90 minutos con estos? ¿Porque ese cosquilleo en el cuerpo cuando suena nuestro himno en el Mundial? ¿Porque cantamos el Chunda Chunda cuando vemos a la selección y no cuando el Rey anuncia su mensaje de Navidad? ¿Porque los segundos despues al gol de nuestro equipo son los más felices de la vida? ¿Porque lloramos desconsoladamente cuando nuestro equipo pierde?...

¿Acaso no es el fútbol un deporte más? ¿Acaso no es un equipo y no un ser querido? ¿Acaso no es un himno más el que suena en un partido? ¿Acaso el fútbol es la felicidad plena? ¿Acaso no es una estupidez gastarse 120 € en la entrada de una final de la Copa del Mundo? ¿Acaso los triunfos de Brasil en el Mundial no sacaran a su pueblo de la pobreza?... Puede que no, pero por lo menos los niños ríen, ¿Acaso todas las últimas preguntas
no son infelices
?

Quizas sea por cosas como estas:

jueves, 25 de mayo de 2006

La Frase del día

"En Italia quieren importar árbitros extranjeros: Nosotros les regalamos todos"

Tomás Guasch en el As de hoy. Cierto como la vida misma, el dia que se pongan a investigar en España...

miércoles, 24 de mayo de 2006

Palomitas, Colegas, Pro y... Diversión

Son dos sensaciones distintas, las que provocan el fútbol y el Pro, pero ambas están relacionadas. Relacionadas por un vínculo común evidentemente que es el fútbol y toda su magia y alegría, pero son diferentes por claras razones. En el fútbol te sientes mejor, eres más alegre, es una felicidad permanente, como un paraíso de felicidad... cuando tu equipo gana, porque cuando pierde todo es tristeza, tu vida se hace más gris y no soportas las bromas de los colegas de turno burlándose de la goleada que recibió tu equipo la noche anterior.
Por el Pro no cambia tu vida, ni te comportas de manera diferente. Es una felicidad instantánea, de media hora como mucho y si la goleada ha sido de escándalo. Tampoco si pierdes te deprimes y no soportas bromas, pero vamos, los cinco minutos posteriores a perder contra un colega contra el que te sabes superior son dolorosos para cualquier objeto que ande a mano, menos mal que yo tengo una pelotita desextresante, porque si no cualuier objeto cercano no andaría muy bien...

Porque realmente todos nos creemos los mejores al Pro. Ya cuando hemos alcanzado un nivel aceptable de juego, hemos ganado la Liga Máster e incluso nos hemos atrevido con seis estrellas, si nos llegan los puntos PES. En ese momento todo se iguala, ahí contará ya la calidad de cada uno, por más que practíques no conseguirás elevar tu nivel, al igual que el fútbol, Bogarde por más que practicara el hombre no hubiera sido una superestrella, pues lo mismo con el Pro.
A lo que iba yo con lo de que todos nos creemos los mejores era a que alcanzamos las mayores cotas de felicidad cuando ganamos a un amigo que tiene un nivel más o menos aceptable al que nos creemos. Ninguno llega a nuestra estela por favor, que herejía, ¿quién ha dicho que es mejor que yo jugando al pro?, le retamos y si no se atreve deducimos que es un farol.

Siempre quedan frases históricas en los partidos con los colegas, si alguien se siente identificado con este post, sabrá de lo que hablo. Primero nada más empezar el partido creas una ocasión peligrosísima y tu colega se excusa:

- A ver, no hagas la chasta porque siempre sacas tú y me pillas en frío, así también metería yo gol en el primer minuto.
- Ricardo que me he ido de cinco defensas...
- Porque estaban fríos.

Las excusas sin sentido que todos ponemos son lo mejor. Las risas que caen después de un partido del Pro entre amigos no las saca nada en este mundo, o al menos por estas latitudes. Si ya antes de quedar en casa tu colega te advertía:

- Mira, esta vez te gano, por mis narices, si hace falta me dejo los dedos en el mando, pero te gano.
- Bueno, creo que la última vez que dijiste eso perdiste 3-0...
- Esta vez es diferente, es tu cumpleaños y te regalo una derrota.
- Que amable.

Continúas el partido por la tarde y salen a relucir las reglas no escritas del Pro:

- ¡Alaaa! Pero vaya empalada, eso es ilegal maño, debería estar prohibido, que perroooo...
- Nada, nada, excusas. No tenía opción que Ljunberg no tiene mucho angulo de tiro y lo mejor era un pase atrás a Henry, además las empaladas son igual de válidas que otra cosa.

No se por donde ti, lector, pero por aquí una regla no escrita es evitar la empalada a toda costa, como una moralidad inevitable. Si no quedas como un ruín, lo típico: te vas por banda y solo ante el portero das un pasecito al lateral para que llegue otro a puerta vacía y marque.
Luego llegan los fallos defensivos, a los que todo el mundo echamos la culpa a los jugadores pero de los que nosotros tenemos la culpa:

- ¡Pero tu has visto lo que me ha hecho Lehmann! Que era perfectamente parable, mira, mirando se ha quedado.
- Esque los lanzamientos de Nakamura son peligrosos, pobre Lehmann, ante Nakamura poco se puede hacer (risas de tu rival)

Cuando ya has metido el segundo gol y tu compañero se deleita en insultos al árbitro:

- Vaya robo, mira que penalty no le han pitado a Ogasawara, y tu gol era en fuera de juego, es tan realista el juego que hasta los árbitros los han hecho malos. (En Italia ahora dicen, que en vez de que son malos, que Moggi los ha comprado)

En fin, que en el último minuto cuando tu amigo lo tiene todo perdido se oye una frase ya mítica entre nosotros, los que por primera vez se enfrentan a mi colega o a mí y la oyen no saben lo que les espera:

- ¡Esto solo lo puede solucionar un hombre!
- ¿Que hombre?
Es el momento en el que el portero contrario sale hasta medio campo y roba el balon al delantero, si no te la sabes o no miras el radar, te sorprende pero a mí ya... Se la robo tiro y gol. Fin del partido, gano yo (ya que el blog es mío ¿para que perder?).
Palomitas, Colegas, Pro y... Risas y Diversión. La vida es fácil, el Pro uno de esos placeres ocultos de la vida.

martes, 23 de mayo de 2006

¿Delantero a 50 millones? ¡Compro!

Ahora que llega el verano y los clubes abren la caja empezamos a ver los planes de los diferentes equipos para la próxima temporada. La verdad esque como Abramovich no empieze a tirar de chequera el mercado va a estar paradito, y más todavía cuando Henry el insumiso se queda en su amado Arsenal, lo que frena el vertiginoso intercambio de delanteros que se preveía. Aunque claro, el Moggi-gate y el descenso a Serie B de la Juve va a provocar la entrada en mercado de jugadores de gran calidad y con ganas de irse a uno club bueno antes de que se les pase entre playa y playa y se queden en Serie B...

- El flamante semifinalista de la Copa de Europa, el Villarreal, ha conseguido grandes beneficios gracias a contratos televisivos y recalificaciones de su presidente y de una tacada se trae a Nihat (prefiere la Costa Blanca a la Plaza Roja), a Pires en un estado de decadencia evidente y a Cani, la estrella del Zaragoza que en busca de más dinero abandona nuestra Pilarica para ir a ver cerámicas y suelos bonitos...

- El impresionante despliegue de medios del Atlético de Madrid no va a ser tan impresionante. Al parecer Agüero no está tan cerrado como se creía y va a haber que lucharlo y lo de Rosický ya se ha convertido en lo que no fue. El Mozart del fútbol se marcha a los finalistas de la Copa de Europa, algo que hace de el Arsenal un equipo ya a tener en cuenta para muchos años. El Checo en cuestión tiene 25 años, jovencito y con calidad, que se une a Cesc, Hleb, Eboué, Touré y Henry, el jefe de los gunners.

- La Juventus y su posible matrimonio con la Serie B dejaría numerosos jugadores de calidad en el mercado, veáse: Trezeguet e Ibrahimovic (suenan a baulgranas, Ibrahimovic también rossonero), Camoranesi (al Bayern), Cannavaro, Emerson, Zambrotta (otro que suena para el Barça), Buffon, Vieira etc... Si el cataclismo se confirma, muy probablemente Nedved se retirará después del Mundial.

- Para hablar del Madrid me tomo un respiro. Ya. Miren cuantas cosas: Elecciones, depurar plantilla, nuevo entrenador, nuevos directores deportivos, Roberto Carlos, Ronaldo, Cassano, Albiol, Chivu, Robben, Diarra, Carvalho... demasiadas tareas pendientes.

- El Zaragoza aspira a siete fichajes y tres de ellos mundilalistas. Victor Fernández, el nuevo entrenador quiere un proyecto comprometido y a ver si Agapito se suelta un poco más que el conocido por vox populis como el tacaño de la década aquí en la capital del agua. Suenan fuerte Solari (caro), Regueiro, Alexis, Diogo y Juanfran...

- Para los Abramovich boys, Ballack ya es un nuevo compañero y Shevchenko le podría acompañar. Drogba, Carvalho, Robben y un largo ecétera están hasta cierto lugar de Mourinho, a ver como acaba la cosa...


Seguiremos informando...

domingo, 21 de mayo de 2006

Historia del Fútbol: 2 minutos

Para once jugadores sólo quedaban dos minutos. Para los otros once todavía quedaban dos minutos. Con esa frase tan lapidaria se puede resumir lo que la noche del veintiséis de mayo de 1999 ocurrió en el Camp Nou. En el césped, a saber, se enfrentaban Bayern de Múnich y Manchester United. Ambos tenían la oportunidad de volver a ganar la Copa de Europa mucho, pero que mucho tiempo después...

Quizás por la edad (16 años), esta final y la de Estambul han sido las más emotivas para mí. No dudo de que las haya habido mejores, pero dudo que las haya habido más épicas, gloriosas, dudo de que haya habido demostraciones más grandes de luchar hasta el final o de no abatimiento ni con un 3-0 en contra. Que el hecho de que los dos equipos de las finales con las que todos soñamos jugar o vivir sean ingleses no es un dato casual; que el hecho de que sus aficiones cantaran ante la adversidad y ante la falta de tiempo o de juego tampoco es un hecho casual.

Yo, en mis ingenuos sueños de cuando era más pequeño y soñaba con jugar algún día la Copa de Europa, soñaba que en mi final perfecta el encubrimiento de gloria llegaría de maneras insospechadas, de maneras imposibles, con goles espectaculares en el último minuto, o con remontadas gloriosas ante el rival más duro, o metiendo el penalty que me diera la victoria y a mi equipo. Las finales con las que soñaba nunca creía que se harían realidad, pero la Copa de Europa es diferente. En la Copa de Europa es posible todo, y digo todo. En los Mundiales te coronas como el mejor del mundo, en tus ligas te proclamas el más regular, en la Eurocopa te proclamas la mejor selección de Europa, pero en la Copa de Europa no solo te consagras como el mejor club del Mundo, te proclamas un pedacito de historía para tí (hablando en primera persona como un club), te proclamas ganador de una competición que huele diferente desde el himno hasta el balón o las insignias en el lateral de la camiseta de los jugadores. La Copa de Europa es la competición de nuestros sueños y por eso en ella solo podía ocurrir lo que ocurrió en Barcelona aquel día primaveral del marzo de 1999.

Las cosas no empezaban bien para los diablos rojos, en el minuto 6' Basler, tras un disparo de falta lejano, adelantaba a los bávaros por culpa de una cantada de uno de los mejores porteros de todos los tiempos: Schmeichel.
Ciertamente el resto del partido fue un completo despilafarro de final. Hay finales y finales, y el problema de las finales de tus sueños es que sólo te imaginas la parte en la que tras un gol de chilena con centro de rabona de tu compañero, metes gol por la escuadra en el 96' y das la victoria a tu equipo, o sólo te imaginas el penalty decisivo, o la parada decisiva, que los porteros también sueñan. No soñamos con el partido en el que hay especulación de los medios, las defensas se la pasan hasta el aburrimiento de los presentes o en la que los delanteros no rascan bola. Eso es demasiado feo como para meterlo en los
sueños, la fantasía exige un mínimo de imposibilidad, un mínimo de belleza inalcanzable y no admite algo que no sea heróico a la luz histórica, aunque lo sea, como por ejemplo Baros pegándose con la mejor defensa del mundo y desgastándola hasta conseguir que falle.

La final tuvo dos minutos realmente, uno al principio y otro al final. El caso es que Matthaüs, el tipo que lo había ganado todo, había jugado tres Mundiales y en todas las posiciones menos portero, estaba a tan solo tres minutos de alcanzar algo que era lo único que le faltaba: La Copa de Europa. Tres minutos que había añadido el árbitro. Debió ser en ese momento cuando a los Giggs, Solsjkaer, Beckham, Butt, Sheringham y compañía les entró la venada orgullosa e inglesa y decidieron remontar el partido. Así, sin piedad con el enemigo. Insistentemente los diablos rojos consiguieron un córner.
La hinchada de Manchester lo celebró como un gol, y diez segundos más tarde entendimos porqué. Beckham botó el balón, salió rechazado, respiraron los muniqueses, le llegó a Giggs (zurdo cerrado) le pegó con la derecha (mal, evidentemente) y Sheringham aprovechó que pasaba por allí para batir a Kahn. Se caía el Camp Nou, el Manchester empataba, los alemanes no se lo creían.

Prórroga pensamos todos. Todos menos los jugadores ingleses. Sacó el Bayern de centro, tan rápido como sacó la perdió, pelotazo arriba, Solsjkaer controla, encara a un nervioso Kuffour y provoca otro córner. Dicen que el hombre es el único que cae dos veces en la misma piedra. Dicen también que el alemán es el único de los hombres que cae una vez con la piedra, la hace pedazos y sigue caminando hasta encontrar otra piedra, pero...
Beckham sacó el córner, mientras la pelota volaba los seguidores del Bayern debieron pensar "la pesadilla se repite", Sheringham remató mal y Solsjkaer disparó a gol sin opción para nadie. Fin de la final.
Matthäus no se lo creía, Kuffour lloraba desconsoladamente, Kahn perdía su arrogancia por momentos, Collina en una imagen inédita consolaba a los inconsolables, a los desgraciados que perdían la final que llevaban ganando ochenta y cuatro minutos para que en dos se la quitaran.
Mientras, Beckham levantaba la Orejuda. Lágrimas, sudor, sólo faltaba la sangre y la particular Segunda Guerra Mundial del fútbol podría haber cabido en esos momentos, y creo recordar que a alguien le abrieron una ceja. Los aficionados al Bayern y los propios jugadores se pegaron dos semanas escuchando canciones meláncolicas y llorando.

El mito de que los alemanes hasta el final del partido están vivos se había vuelto en su contra.
Para once jugadores sólo quedaban dos minutos. Para otros once todavía quedaban dos minutos.

jueves, 18 de mayo de 2006

Ganó el Fútbol (Barcelona 2 - 1 Arsenal)


Anoche en Saint Dennis hubo una película de buenos y malos. El malo en cuestión era el Arsenal, un Arsenal que se traicionó a si mismo en el peor momento de la temporada. Las víctimas eran el fútbol y la Copa de Europa, y digo Copa de Europa no Champions, la Copa de Europa del espíritu estilista y bello del fútbol de las gestas inolvidables, del espíritu de Estambul.
Había un aliado indirecto. Era el árbitro, típico mafioso que no utiliza armas, que lo hace en silencio, creo que más porque es muy malo que porque fuera un aliado realmente de los londinenses.
Bajo la lluvia de París parecía que el asesinato iba a ser consumado sin ningún tipo de escrúpulo ni remordimiento.
Pero había un bueno, como en todas las películas de Hollywood, un héroe con un largo recorrido, como en todas las superproducciones el héroe es guapo, en este caso su fútbol. Era el Barça.

Porque ayer, era el partido de clubes del año. Como todos los años. Si estás vinculado al fútbol lo
sabes, hay dos fechas en este mundo, la final de la Copa de Europa, por su mística y su fantasía, y la final del Mundial porque es el Mundial y se da cada cuatro años. Ayer era el día D y la hora H, esa hora de la que vivo enamorado. Cada día del año que me doy cuenta de que son las 20:45 un extraño cosquilleo con el himno de la Champions de fondo me recorre el cuerpo.
Esta noche era el partido, todo estaba preparado, dos grandes clubes sin suerte histórica en esta competición llegaban a una final inédita, ambos eran los típicos protagonistas de la película de Hollywood, ambos con un fútbol bonito que les hace caer bien a todo el mundo incluso si eres su archienemigo por lo bien que lo hacen. Pero como en muchas películas el desenlace da un resultado inesperado y negativo, que uno de los protagonistas resulta ser el malo de la película. No es el que cayó en octavos a manos del finalmente heróe, estaba más cerca pero siempre parecía bueno. No se si el Arsenal era el típico bueno que se convirtió a asesino ante la situación, o el malo desde el principio que siempre supo actuar bien para luego destaparse al final de la película cuando nadie lo esperaba.

Yo soy partidario de la primera opción. Principalmente por su juventud, la juventud es un problema cuando te tienta el lado oscuro del fútbol, ese que hace meter a todo tu equipo en el área pequeña desde le minuto veinte de la primera parte y no salir de ahí ni siquiera cuando te estás desangrando ante tu héroe fantástico que se repone de la adversidad en las horas límites. Para mí es la primera opción porque el recital estilo Ajax de Cruyjff contra el Villarreal en Highbury, o al Madrid en el mismo Highbury, o a la Juventus, eso no es algo actuado, eso es algo natural que te enseña el entrenador. Pero muchos podrían pensar que es la segunda opción, la mente frívola pensante que sabía
perfectamente desde el principio del campeonato que iba a cometer un crimen, y se pueden basar en partidos en el Bernabeú o el Madrigal, pero creo sinceramente que el Arsenal y su cuadrilla de jóvenes valores obedecía ordenes del muy posiblemente futuro ex – entrenador del Arsenal, Wenger.
Un tipo que ha hecho del Arsenal un equipo grande pero que le matan cosas como las de esta noche, le matan porque quiere matar al fútbol cuando puede venerarlo y prácticarlo hasta sin condón, con ataque violento y arriesgando a un embarazo en forma de gol en contra, y lo puede hacer porque lo han demostrado que saben hacerlo. El Arsenal hechó por tierra la fama bien ganada de equipo ágil, veloz, vértical y descarado.

Por eso esta noche ha ganado el Barça. Imagínense cualquier actor glamouroso de Hollywood y piense que el Barça es él. El protagonista, la estrella del enrevesado guión de la final.
En la película el Barça hace de agente secreto estilo 007, salvando siempre al mundo o al secuestrado. James Bond siempre encuentra dificultades y obstáculos para salvar su objetivo, pero siempre consigue salvarlo con estilo y casi sin despeinarse. El Barça más o menos igual, se encontró ante un Arsenal que apresó al fútbol metiendo a todos los jugadores en el área, y supo rescatar el mérito de jugar en condiciones al fútbol con más estilo que el mismo James Bond.

Todo el problema viene de la expulsión de Lehmann. El héroe del Madrigal le hizo una falta clamorosa de expulsión a Eto´o cuando se marchaba hacia la portería gunner, lo paró pero no al balón que salió rebotado hacia el oportunista Giuly que empujó el balón a la red. Gol, aparentemente.
En este momento aparece el aliado involuntario del Arsenal, el asesino sin armas, el árbitro, que en una jugada maestra de cómo no afrontar una situación así en una final, anuló el gol pitó falta de Lehmann y lo expulsó. Muy bien para el Arsenal pero fatal para el Barça que le habían robado un gol. A partir de ahí el Arsenal dramatizado se olvidó de como ha jugado en este campeonato, y sucumbió al cerrojazo catenaccio. Más todavía cuando Campbell tras cantada clamorosa de Oleguer marcó el 1-0.
El resto del partido fue un monólogo. El Arsenal iba matando poco a poco la final, y la Copa de
Europa, el Barça con todo tipo de artilugios intentaba frenar la victoria gunner. Parecía que no lo conseguiría, pero yo sabía que ganarían. Yo creo en Estambul, y recuerdo partidos como el de Stamford Bridge este año, o el del Camp Nou el año pasado frente al Chelsea.
Fue salir Iniesta y Larsson y se acabó el tema. Fue como sacar el último reloj bomba de la factoría ACME, o el último Aston Martin para James Bond. Fue la ofensiva final, como Normandía, el día D y la hora H.
Iniesta manejó el mediocampo, y un factor decisivo fue una puñalada casi mortal al fútbol atrevido quitando a Cesc, el último jugador que quedaba en el Arsenal que podía sacar a su equipo de la mediocridad, que dejó al de Albacete solo en el mediocampo. En una jugada clave Larsson arrastró a Touré, toco de espaldas y Eto´o apareció como una centella para marcar. El segundo gol fue también obra de un reserva: Belleti, y jugada de Iniesta y Larsson, los frescos ganaron la final, no eran reservas, eran armas ocultas.

Fin del partido 2-1. Ayer ganó el Barça al Arsenal, ganó el Joga Bonito al fútbol de Grecia en 2004.
Ganó
Misión cumplida, héroe encumbrado, el óscar llegó con el Balón de Oro de Ronaldinho, que mimaba la Copa como a un niño, que mucho les ha costado.
La orejuda es Baulgrana, merecidamente. París bien vale una final.

Felicidades.

miércoles, 17 de mayo de 2006

Ahora que es el momento...

Siempre que comienza el Mundial, nos guste o no nuestra selección, nos motivamos especialmente, olvidamos lo pasado sobre todo si es malo, y nos contagiamos de furia, color, alegría y optimismo. Todo es felicidad y el Mundial se ve como algo más allá de los cuartos, ese límite desconocido para la mayoría de nosotros en el Mundial.

Por eso ahora es el momento de analizar objetivamente los seleccionados al Mundial, esos de los que dependen nuestras ilusiones y sueños, de ellos depende ahora sobrepasar el límite de los cuartos de final. Más tarde, por ejemplo 15 días antes del Mundial cuando la pasión me ciegue, sería imposible analizar todos los seleccionados para Alemania, porque todos serán los mejores en su puesto, los más rápidos, los más técnicos y hasta los más guapos.
Ahora es el momento de hablar sobre si Marchena debería ir o no, sobre si falta Pernía en la lista, o si alguno del Sevilla se merecería ir al Mundial.
A mí particularmente casi nunca me han gustado las convocatorias de Luis Aragonés, siempre me faltaba alguien joven que debutara, siempre me sobraba alguna estrella estrellada, alguna promesa demasiado tiempo sin cumplir, o alguna vieja gloria frenada por la poca gasolina en su motor.

Para mí al Mundial deben ir los mejores en fechas próximas al Mundial, no las que han estado mejor durante la temporada. Por ejemplo, no me vale decir que van Del Horno y Antonio López, antes que Pernía porque ellos han sido los que han jugado la fase de clasificación. Sí, es cierto, esa fase de clasificación en la que pasamos en la repesca, con un juego más bien pobre, sin goles ni mucha tendencia ofensiva, en la que la defensa de Lituania parecía la mejor de Italia.
Por eso no me gusta que Torres vaya a ser el delantero titular en el Mundial, porque ahora mismo no está en su mejor momento, ha marcado menos goles que el año pasado y su Atlético del alma está en la misma posición y con la misma sensación de fracaso que otros años, salvando el pequeño detalle de que este año se han gastado más dinero y han traido a jugadores de mucho más nivel, en teoría. Torres es buen jugador, pero no "El Jugador", para mí Villa es mejor y se demuestra en los goles, y por eso debería ser titular.
No entraré a discutir acerca de si Raúl debe ir o no. Solo se que Italia lleva a Totti y Del Piero, Francia a Zidane, Inglaterra a Owen y Portugal a Figo. Una cosa es ir, otra muy distinta que deba ser titular. Para mí debe ir, pero debe ser reserva, sería un suicidio que Villa, Torres o Luis García se quedaran en el banco para ver deambular por el campo al peor Raúl que se recuerda.

La defensa me parece inmejorable a excepción del carril Izquierdo. Me sobran los dos laterales, y me faltan Pernía y David, el del Sevilla. El uno porque ha marcado 10 goles y porque es un experto lanzador de tiros libres, algo que no tiene esta selección y el otro porque es inexpugnable en el último tramo final de temporada y porque ha hecho algo más que Antonio López que ha conseguido los mismos logros que David en el Sevilla. Bueno, y la inexplicable presencia de Marchena, no es titular con el Valencia, va porque metió el gol salvavidas a Bosnia en el 96´, prefiero al titular del Valencia, Albiol.
Lo que más me gusta de esta selección es el medio campo. Ahora sí debo llenarme de felicitaciones y enhorabuenas a Luis porque ha llevado a tres de los mejores mediocampistas ofensivos de Europa como son Cesc, Iniesta y Xavi. Si juegan los tres de inicio pocas selecciones podrán contar con un mediocampo de tal calidad técnica y táctica. Porque a pesar de su aspecto livianito y pequeño, los
tres trabajan y recuperan en su equipo. No se dedican a dar pases y quedarse mirando su obra de arte, los entrenadores de Arsenal y Barça han trabajado a conciencia para que asuman el papel de recuperadores, y lo han conseguido.
Quizás me falte Guti en el mediocampo ante Albelda, porque pienso que vale más un jugador de clase y técnica para un Mundial que un jugador de corte defensivo. Para mí los mundiales se ganan con los que atacan y dan juego, no con los que lo destruyen y la alineación del mediocampo con Albelda y Senna me parece un error en el que Luis no debería caer. Los recuperadores te ganan Ligas, no Mundiales. Además con tres jugones en el mediocampo España no perderá mucho la pelota y no tendrá mucha necesidad de recuperarla, y Xavi Alonso puede ejercer de 5 por delante de la defensa con más clase que Albelda.

Tampoco hay ausencias muy sonadas. ¿Los que para mí faltan? Jesús Navas, David, Cani, Guti, Pernía, ¿Morientes?... Quizás, porque no tenemos ariete puro, si fuera para el banquillo y situaciones límites, como Raúl, pero tampoco lloro su ausencia. Morientes fue un grande, pero le queda mucho po remontar ahora mismo.
A partir de ahora me encantan todos los seleccionados, soy un enamorado de la selección y la apoyaré hasta el final. Pero debía escribir esto para acordarme de mi opinión objetiva para cuando la pasión me invada y no me deje ver. Ojala me tenga que tragar mis críticas...

Los 23


Porteros

- Casillas
- Cañizares
- Reina

Defensas

- Puyol
- Juanito
- Sergio Ramos
- Salgado
- Pablo
- Marchena
- Antonio López
- Del Horno

Medios

- Cesc
- Xavi
- Iniesta
- Xabi Alonso
- Senna
- Albelda

Delanteros

- Villa
- Luis García
- Reyes
- Torres
- Joaquín
- Raúl

miércoles, 10 de mayo de 2006

De Nervión al cielo (Sevilla 4 - 1 Middlesbrough)

Para muchos la UEFA como competición es un torneo devaluado, sin emoción con cada vez menos incentivos por jugarla, con poco prestigio. Para estos, la UEFA es un torneo menor, una patraña de la organización continental para dar cabida a equipos con suerte que en un año de apogeo ven en la UEFA un premio a una gran temporada. Para estos la UEFA es el torneo al que se llega después de no llegar a la Champions, algo secundario, como si fuera una obligación jugarla, estos son equipos con historia en horas bajas, que creen que la UEFA no es importante, algo anecdótico en el panorama futbolístico, muy divertido sí, pero poco rentable.
Estos jamás entenderán lo que esta noche ha ocurrido en el Phillips Stadium de Eindhoven, allí donde el Sevilla se ha coronado campeón de la copa de la UEFA.

Permítanme la osadía, pero por un momento llegué a pensar que el Sevilla no ganaría la final. Sí, el Sevilla, de Sevilla, un equipo con 100 años de historia. De muy buena historia, con una Liga y 2 copas, con tradición y siempre por las posiciones altas salvos escarceos por segunda.
Un equipo que pese a su peso histórico en España, nunca había conseguido un trofeo continental. Por eso tantos aficionados han llorado esta noche, porque 56 años sin títulos para el en teoría sexto equipo de España, son muchos años. La explosión de alegría y de emoción de la grada sevillista en Holanda fue espectacular, había tantos años de resignamiento, tantas ilusiones perdidas, tantos años de sequía, tantos buenos jugadores para nada, que era imposible que no pasara lo que pasó. El Sevilla tenía que ganar la final porque eran demasiados años sin ganar, porque esta UEFA no era una final cualquiera, era la final por excelencia para los sevillistas; y bueno también porque el Sevilla era técnicamente, tácticamente y hasta físicamente muy superior a los resignados jugadores del Middlesbrough (para evitar confusiones futuras, lo llamaré Boro), pero eso háganme caso es secundario.

El partido se empezó a ganar en la grada. Solo he vivido dos finales en las que una afición sea superior a la de un equipo inglés, la del Zaragoza en 1995 en París a la del Arsenal y la del Sevilla esta noche contra la del Boro. Fue poner la televisión y solo se veían botes, cánticos y alegría en la grada blanca. Los ingleses parecían incomodos ante tanto español de fiesta, como si la final fuera la excusa para la fiesta, en el fondo sevillista se desplegó una pancarta gigante, que decía "Somos Grandes".
Y lo eran, por lo menos más que el Boro y se demostró en el transcurso del partido, con un Sevilla enamorado del fútbol estilista de toque y ataque. Dijo Juande Ramos al principio de esta temporada que al Sevilla le está costando quitarse la fama de equipo duro y correoso, más italiano que español. Pues bien, el Sevilla se la ha quitado, y se vió ayer en el césped de Eindhoven. Desde Palop, pasando por la defensa, llegando a los dos mediocentros y finalizando en los cuatro delanteros. Digo cuatro sí, no estoy ciego ni demasiado enganchado a la televisión generalista de Sogecable, el Sevilla juega con cuatro delanteros dos centros y dos extremos, porque el Sevilla es de los pocos equipos del mundo que juega con dos extremos puros siempre, en este caso Adriano y Jesús Navas. Ambos ofrecieron un partido electrizante, espectacular y vertical siempre mirando para adelante, solo importaba desbordar a los laterales que al final acabaron desquiciados.

No sólo de extremos vivió el partido, también la defensa fue importante, Javi Navarro, Escudé, ese
francés que vino de Holanda sin hacer ruido pero demostrando que es un central de clase y que hasta ha conseguido quitar el puesto a Aitor Ocio y Dragutinovic. David un coloso para Morrison o Macarrone, y Alves. Lo de Alves es espectacular, es como Cafú y hasta más técnico y ofensivo, y miren que eso es difícil, lo que es criminal es que Alves no esté en el Mundial, ni con España ni con Brasil, y con España por una FIFA negligente, pero de eso ya hablaremos otro día.
El mediocampo fue la clave, y especialmente Maresca. Dios del centro medular y goleador del partido, dos goles. Fíjense, los italianos no tienen fama de sacar mediocentros de clase y calidad, pero dos equipos españoles con un italiano en el medio (Villarreal y Tacchinardi) triunfan en Europa. Tópicos fuera.

Luis Fabiano, Saviola, Adriano, Navas, Kanouté... y así hasta todos, porque esta noche todos han sido la mejor versión de sí mismos, todos han jugado como si fuera lo último de sus vidas, como si fuera el partido más importante de la historia del Sevilla, y esque lo era.
El resultado (4-0) no fue exagerado, fue un premio justo a un partido espectacular, glorioso, veloz, y con hambre de ganar, porque 10.000 sevillistas y 56 años sin títulos pesaban mucho y se notó, pero para bien.
Destacar más nombres no serviría para más que ensombrecer otros. Y no me queda espacio y por eso no puedo hablar todo lo que quisiera de Monchi, Juande y de la cantera del Sevilla, de todo el Sevilla, porque esto es un trabajo de amantes al Sevilla, un equipo que bajó a segunda y se destrozó. ¿Y quienes lo levantaron? Los sevillistas, porque Sevilla y el Sevilla tienen un color especial.
Llámenle, por fin, Campeón.

miércoles, 3 de mayo de 2006

Un Mundo aparte: Los Extremos


Hay dos posiciones en el fútbol en las que sus protagonistas son raros, en todos los aspectos. Pensaran: El portero y... ¿entrenador?, ¿jugador nº 12?, ¿mascota?. En el caso de la mascota puede que sí, pero a los que me refería eran los extremos.
Tanto extremos como porteros son especiales en el campo, y son especializados. Me explico, portero no se nace, se hace. Salvo casos en los que se quiere ser desde pequeñito, los porteros nacen de un futbolista frustrado que tras en un entrenamiento comprobar que los balonazos de sus compañeros es capaz de pararlos, el entrenador de turno le da los guantes. Extremo se nace, para mí sin ningún tipo de lugar a dudas.

No se puede confundir a un interior con vocación atacante con un extremo. Es un fallo en el que caen muchos entendidos del fútbol, y es bastante diferente una posición de otra. El interior juega en el medio campo, trabaja, recupera, en ocasiones incluso se incorpora a la banda y centra, pero el interior es un mediapunta colocado en banda, no un extremo. Además los interiores no son raros. Los Extremos sí.
Garrincha, Djazic, Littbarsky, Best, Futre, Giggs más recientemente, son grandes extremos que siempre serán recordados por sus regates en la línea de fondo, metiendose por lugares que no había, con el balon cosido a los pies como si tuvieran pegamento en las botas. Unas botas blancas por la suela, de tanto pegarse a la línea de cal, siempre lo más abierto posible, siempre hacia adelante, como si solo importara el hecho de encarar al lateral y ponerla en la cabeza de el primer tipo de tu equipo que pasara por alli.
Los Extremos son los únicos capaces de levantar al estadio ellos solos con una jugada suya. La banda que disfruta del extremo es la que más lo hace cuando el extremo está bien. Arrancan en aplausos cada vez que le hace un caño al lateral, o una bicicleta o un autopase.

Pero si bien es cierto que los extremos son técnicamente maravillosos, y que tienen una velocidad endiablada y siempre con el cuero en la bota, también son los peores en muchos aspectos.
Ser extremo es un problema en el sentido de que no participas en el juego. El extremo aguanta impaciente en la banda desmarcado esperando que el mediapunta o mediocentro de turno manden un pase al exilio del fútbol, llamado banda (en la posición atacante de delantero), allí se puede pasar un partido entero, y varios más, sin tocar una sola pelota. Porque si a los organizadores del juego les da por jugar a la banda contraria o por el centro, nuestro extremo se pasa el partido pidiendola y quejandose, incluso muchas veces entrando por el centro, algo inútil porque el extremo solo sabe jugar en banda. No es por nada especial, simplemente ve tantos defensores a su alrededor cuando camina por el centro que no sabe cual empezar a regatear, y no tiene la capacidad de un pase entre lineas que deje a el 9 solo.

Psicológicamente los extremos son raros. Solitarios, con extrañas costumbres, serios, poco habladores y hasta con problemas fuera de su vida. Quizás el hecho de estar aislado en la banda te hace pensar más de la cuenta, y todos sabemos que si piensas demasiado te metes en líos raros que tu mente no es capaz de asimilar.
Quizás por eso los extremos andan solitarios en los entrenamientos. Entrenamientos que se los pasan por donde Dios les dió a entender, ya que no suelen trabajar en exceso porque tampoco lo necesitan, para correr dos veces en todo el partido no es necesario entrenar como el mediocentro.
Quizás por estas cosas Best murió alcoholizado, endeudado tras una vida de lujo y placer en la que su fútbol se extinguió a los 26 años, agobiado de tanta presión, quizás por eso Garrincha murió joven, alcohólico y solo, quizás por eso Cristiano Ronaldo es tan raro, quizás por eso Robben se inventa lesiones.

En el fútbol de hoy no existen los extremos, desechados por descerebrados y asesinos del fútbol como Luxemburgo y su manía de jugar sin bandas. Quizás por eso el fútbol es más táctico y menos improvisado. Quizás.