viernes, 19 de febrero de 2010

Y así es como Asenjo se convierte en Lucifer

Andrés Pérez | El caso de la portería del Atlético esta temporada cobra cada partido que pasa tinites más dramáticos para el que, al inicio de la temporada, fuera el fichaje estrella: Sergio Asenjo. El portero que despuntó en el Valladolid, por el que se pelearon los grandes y que, finalmente, recaló en el Atlético como refuerzo principal del club colchonero. Hoy, Asenjo, quien antaño estuviera destinado a salvaguardar la portería del Atlético, se encuentra a un paso del exilio. Ha descendido a los infiernos y se postra delante de un cartel que ya le dice, irónico y burlón, "Oh, vosotros que entráis, abandonad toda esperanza".

Porque Asenjo ya no es el portero fiable y seguro que solía. La irrupción de un chaval surgido de la cantera del club rojiblanco, David De Gea, y su estelar primera actuación cuando él estaba sancionado y Roberto, el segundo portero, lesionado, le dio alas. Quienes hasta entonces no habían alzado la voz por su ostracismo vieron entonces el filón perfecto, la esperanza blanca, o rojiblanca, el "portero del futuro". Y así, numerosos expertos de distinto calado y en diversos púlpitos mediáticos fueron apropiándose de De Gea como quien pugna por un Pulitzer. "Ya lo decía yo", comentaban algunos. "Siempre mantuve que el fichaje de Asenjo era innecesario", pregonaban otros.

Asenjo, progresivamente, bajó su nivel. La lupa estaba sobre él. Cualquier fallo, cualquier calamidad que al Atlético le costara un par de puntos sería excusa suficiente. Bastaron dos inseguras salidas, dos críticas lanzadas en momentos convenientes y la ilusión que en la grada despierta siempre un canterano para que Asenjo se encontrara donde ayer, suplente y perdido. Podía suceder, evidentemente: De Gea se lesionó. Y salió Asenjo. Y Asenjo falló. Y lo que no hubiera pasado de un error garrafal se torna, hoy, en esto:

Un Galatasaray ramplón, pero muy bien plantado, sacó tajada de la falta de temple de Asenjo, un portero en plena crisis existencial y más pendiente de la grada del Calderón que de lo que se cocía en el tapete [...]

El canterano, brillante siempre que le requirieron y con el de anoche titular en los últimos nueve partidos, cedió el testigo a Asenjo, un proyecto de futuro venido a menos [...]

Emborronó así el pulmón africano la obra maestra de Reyes, que en la primera parte adelantó a un Atlético sereno y aplicado hasta que perdió a De Gea [...]

[...] el meta del Galatasaray, salvado por el poste en un remate de Simão, se resarció las pocas veces que Agüero se escapó de los centrales, un muro en el segundo tiempo. Justo al revés que Asenjo, un desastre de 4,5 millones.

Lo escribe José Marcos en El País. La negrita es mía. El titular ya es lapidatorio: "Asenjo —y ojo, nadie más— castiga al Atlético". Nada se dice del resto del equipo hasta el punto de afirmar que el Atlético jugó bien hasta que perdió a De Gea, como si Asenjo fuera un cáncer que afectara a todo el rendimiento del conjunto.

El arquero de 21 años, decía, se encuentra frente a la puerta del infierno, allá donde reluce un fatídico cartel que dice "abandonad toda esperanza". Es un proscrito. El entorno mediático del Atlético ha necesitado media excusa para hundirlo.

Vía | El País, Marca
Imagen | Mercafutbol

1 Comentarios:

Hernán Ðarío™ dijo...

Así es como adormecen la ilusión de un arquero que quiere rescatar un año discreto del Atlético.

Esta bien que Asenjo no es el mejor de la historia, pero no merece ser castigado de esa manera, sino esta bien para qué lo hacen saltar al campo de juego, eso me parece una irresponsabilidad del DT...

Saludos