Andrés Pérez | Dice un viejo dicho —valga la redundancia— inglés que el fútbol es un deporte de caballeros practicado por villanos y el rugby un deporte de villanos practicado por caballeros. Siempre estuve de acuerdo. Ver un partido de rugby es un placer. A pesar de que el contacto físico y en ocasiones violento entre los jugadores es la esencia del deporte, entre ellos la cordialidad y la deportividad reina. Para ser un deporte esencialmente de contacto pocas son las trifulcas que se suceden y menos aún los escándalos arbitrales o las quejas de los jugadores a los árbitros. El fútbol, como sabrán, es todo lo contrario. Protestas al árbitro constantes, engaños al mismo, piques repetitivos y todas las artimañas que uno pueda imaginar para ganar un partido. Desde simular un penalty hasta marcar un gol con la mano deliberadamente pasando por lanzarse al suelo simulando una agresión y permanecer en el mismo más de diez minutos para perder tiempo cuando ni siquiera han tocado a nuestro protagonista. Los acontecimientos, por nuevos, no deben asombrarnos. El fútbol lo componen villanos desde los despachos y desde el campo. Los maletines y las estafas son una consecuencia lógica.
El párrafo anterior viene a colación del nuevo escándalo en Segunda División. Esta vez se trata de la compra y venta de partidos y jugadores, más que nunca, mercenarios. El escándalo anterior lo protagonizan el Málaga y el Tenerife, equipos que el año pasado compartían categoría en la Segunda División española. Se jugaba en la última jornada el Málaga el ascenso, al igual que la Real; ganando tenía el ascenso años después hecho. Lo hizo con un penalty clamoroso de Juanma, defensa del Tenerife, en una jugada para el recuerdo a la luz de los artículos publicados por El Mundo entre hoy y ayer. Fue en concreto ayer cuando El Mundo publicada las declaraciones textuales de Jesuli —jugador del Tenerife el año pasado— en las que se confesaba a Iñaki Badiola, presidente de la Real Sociedad. Estremecedor, se lo aseguro. Jesuli, un futbolista que despuntó en su día en las filas del Sevilla se encuentra actualmente entrenando en el filial del equipo sevillano y en 2006 jugó en la Real Sociedad. En un momento íntimo mediante conversación telefónica confesó al presidente de la Real que sí, efectivamente, el Málaga compró al Tenerife para que se dejara ganar y de esta manera ascender a Primera División —en cualquier caso el empate de la Real ante el Córdoba ascendía automáticamente al equipo malagueño—.
Lo novedoso del asunto no es el maletín del dinero. Son habituales como ya explica Pablo Orleans en su blog. Es algo común al fútbol e incluso beneficioso en muchos aspectos para el espectáculo —entiéndanme, no pretendo hacer apología del maletín—. Me explico. Cuando un equipo prima a otro para que venza al rival del primero, el primado, el equipo que no se juega nada, aumenta su competitividad y de esta manera le pone las cosas más difíciles al rival del equipo que paga. Deporte. Competencia. Pagar por ganar no implica que el equipo primado gane, no implica un cambio de actitud, tan sólo incentiva. Este caso es novedoso, o al menos su difusión pública, porque un equipo pagó a otro para dejarse perder adulterando de manera clamorosa no ya el resultado de un partido sino el vital resultado de un ascenso, el sueño de cualquier equipo de Segunda División. Las conversaciones publicadas por El Mundo no están manipuladas ni se han publicado ilegalmente. Tan sólo hay que escucharlas. El hecho de que se tomaran en secreto y posteriormente se filtraran a la prensa es el menor delito moral que se puede cometer cuando hablamos de la compra y venta de un partido. Es la punta del iceberg. Como es la punta del iceberg el escándalo del Málaga y el Tenerife.
No es excusa, Jesuli. Tus palabras de arrepentimiento, tan obvias que resultan insultante para cualquier mente racional, no son capaces de enterrar lo que todo el mundo ya sabe. Me gustaría ver a Jesuli declarando ante un juez que no, que la conversación está manipulada y que él jamás dijo lo que dijo a Badiola, que jamás se amañó ningún partido y que ningún jugador del Tenerife cobró 6.000 euros por dejarse ganar ante el Málaga. Me gustaría verlo porque se le caería la cara de vergüenza, primero por cobrar y comportarse como un mercenario y segundo por mentir deliberadamente ante un juez. Ante la justicia. Yo me creo las primeras declaraciones, la conversación de Jesuli con Badiola y lo publicado en El Mundo ayer. Me niego a creer que todo se debe a una errónea interpretación y a unas palabras sacadas fuera de contexto. Suena a broma barata, a recurso de última hora, a traición, a haber roto la ley del silencio imperante.
Resulta que el Málaga pagó, pero según afirma Badiola fue el Tenerife quien se ofreció. De hecho también llamó a la Real Sociedad, lo cual hubiera tenido menos trascendencia al estar enfrente un equipo que saldría a ganar sí o sí y superior al Tenerife. Resulta que a la postre el Málaga fue equipo de primera y hoy se pasea ante los mejores equipos de España mientras la Real Sociedad deambula sin pena ni gloria por el lodo de la Segunda División. Duele pensar lo que unos pocos ricos sin escrúpulos y por supuesto sin ética ni moral le han podido hacer a una ciudad, a una afición, al fútbol. Sí, sí. Hablo de unos pocos ricos y me refiero a los mercenarios que se vendieron con tal de ganar 7.000 euros. Jesuli no estaba ni convocado, vio el partido desde su casa y a pesar de todo dice que cobró, haciéndolo casi con toda probabilidad. ¡7.000 euros! ¿Cuánto gana un futbolista de Segunda División al año? ¡Qué digo al año, al mes! Probablemente mucho más que eso. No importó, los mercenarios de turno se dejaron manipular y demostraron ser lo que son, personas sin ética y dados al dinero. Ni piensan en el fútbol ni en un sentimiento, sus palabras hacia la afición y hacia la prensa caen en saco roto, su moral si es que la tienen se esfuma ante los maletines repletos de euros.
Badiola acusa a Juanma, precisamente el defensa que cometió el penalty, de organizarlo todo. Ahora viene lo más gracioso al tiempo que grotesco. Tal es la ley del silencio imperante en estos casos que a Jesuli, inocente a más no poder, le ha faltado tiempo para llamar a Juanma y disculparse o quien sabe qué. Obviamente la omertá entre los futbolistas es la máxima, obviamente romper el silencio significa ser un traidor, un esquirol, un cobarde que dejó en la cuneta a sus compañeros. Del arrepentimiento ni rastro. No existe porque no tienen conciencia. No existe porque han sido capaces de vender su alma al demonio, personificado en Lorenzo Sanz, un hombre de turbulento pasado cuya asociación con el fútbol y los maletines confirma cualquier sospecha. Tan sólo su presencia es ya de por sí un aliciente para que la justicia deportiva o incluso la ordinaria actúe de oficio sin esperar a ninguna denuncia.
Eso sí, no piensen que esto es un caso aislado. No piensen que la compra de partidos, árbitros, cadenas de televisión y cualquier cosa que se guíe por el dinero es algo único y exclusivo de Italia, el país de la Mafia y de la corrupción a gran escala. En absoluto. Moggi no fue más que la cabeza de turco de un país en el que quien más y quien menos, estaba metido hasta el fondo en el asunto arbitral. De hecho, en una investigación que no llegó hasta el fondo del todo la Juventus fue descendida y el Milan se mantuvo por poco. No se dejen engañar por lo que les quieran vender. La compra del Tenerife no es un caso asilado, es la punta del iceberg de un fútbol corrompido por el dinero que no atiende a sentimientos ni a ética alguna. Son los villanos quienes ven en el deporte una actividad meramente lucrativa, son los ricos quienes juegan con los sentimientos de las aficiones por un simple puñado de monedas, son los jugadores quienes se dejan vencer por el dinero. Son todos. Desconozco hasta dónde llegan los amaños de partidos. Desconozco quién puede estar dentro del escándalo. Pero pondría la mano en el fuego a que ni es ni será el último caso que salga a la luz. Barrer un poco el piso no viene mal de vez en cuando. Parece que sale algo y la gente se olvida de todo el polvo que queda dentro. La cuestión es ¿cuánto polvo tenemos en casa?
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Vía | El Mundo, Más que Fútbol, Wikipedia, Casi Todo Fútbol, ABC, Fútbol de Segunda, La Vanguardia, Marca, El País, As
Imagen | Marca, As, El Mundo, El País
Más que Fútbol ● 2008
El párrafo anterior viene a colación del nuevo escándalo en Segunda División. Esta vez se trata de la compra y venta de partidos y jugadores, más que nunca, mercenarios. El escándalo anterior lo protagonizan el Málaga y el Tenerife, equipos que el año pasado compartían categoría en la Segunda División española. Se jugaba en la última jornada el Málaga el ascenso, al igual que la Real; ganando tenía el ascenso años después hecho. Lo hizo con un penalty clamoroso de Juanma, defensa del Tenerife, en una jugada para el recuerdo a la luz de los artículos publicados por El Mundo entre hoy y ayer. Fue en concreto ayer cuando El Mundo publicada las declaraciones textuales de Jesuli —jugador del Tenerife el año pasado— en las que se confesaba a Iñaki Badiola, presidente de la Real Sociedad. Estremecedor, se lo aseguro. Jesuli, un futbolista que despuntó en su día en las filas del Sevilla se encuentra actualmente entrenando en el filial del equipo sevillano y en 2006 jugó en la Real Sociedad. En un momento íntimo mediante conversación telefónica confesó al presidente de la Real que sí, efectivamente, el Málaga compró al Tenerife para que se dejara ganar y de esta manera ascender a Primera División —en cualquier caso el empate de la Real ante el Córdoba ascendía automáticamente al equipo malagueño—.
Lo novedoso del asunto no es el maletín del dinero. Son habituales como ya explica Pablo Orleans en su blog. Es algo común al fútbol e incluso beneficioso en muchos aspectos para el espectáculo —entiéndanme, no pretendo hacer apología del maletín—. Me explico. Cuando un equipo prima a otro para que venza al rival del primero, el primado, el equipo que no se juega nada, aumenta su competitividad y de esta manera le pone las cosas más difíciles al rival del equipo que paga. Deporte. Competencia. Pagar por ganar no implica que el equipo primado gane, no implica un cambio de actitud, tan sólo incentiva. Este caso es novedoso, o al menos su difusión pública, porque un equipo pagó a otro para dejarse perder adulterando de manera clamorosa no ya el resultado de un partido sino el vital resultado de un ascenso, el sueño de cualquier equipo de Segunda División. Las conversaciones publicadas por El Mundo no están manipuladas ni se han publicado ilegalmente. Tan sólo hay que escucharlas. El hecho de que se tomaran en secreto y posteriormente se filtraran a la prensa es el menor delito moral que se puede cometer cuando hablamos de la compra y venta de un partido. Es la punta del iceberg. Como es la punta del iceberg el escándalo del Málaga y el Tenerife.
No es excusa, Jesuli. Tus palabras de arrepentimiento, tan obvias que resultan insultante para cualquier mente racional, no son capaces de enterrar lo que todo el mundo ya sabe. Me gustaría ver a Jesuli declarando ante un juez que no, que la conversación está manipulada y que él jamás dijo lo que dijo a Badiola, que jamás se amañó ningún partido y que ningún jugador del Tenerife cobró 6.000 euros por dejarse ganar ante el Málaga. Me gustaría verlo porque se le caería la cara de vergüenza, primero por cobrar y comportarse como un mercenario y segundo por mentir deliberadamente ante un juez. Ante la justicia. Yo me creo las primeras declaraciones, la conversación de Jesuli con Badiola y lo publicado en El Mundo ayer. Me niego a creer que todo se debe a una errónea interpretación y a unas palabras sacadas fuera de contexto. Suena a broma barata, a recurso de última hora, a traición, a haber roto la ley del silencio imperante.
Resulta que el Málaga pagó, pero según afirma Badiola fue el Tenerife quien se ofreció. De hecho también llamó a la Real Sociedad, lo cual hubiera tenido menos trascendencia al estar enfrente un equipo que saldría a ganar sí o sí y superior al Tenerife. Resulta que a la postre el Málaga fue equipo de primera y hoy se pasea ante los mejores equipos de España mientras la Real Sociedad deambula sin pena ni gloria por el lodo de la Segunda División. Duele pensar lo que unos pocos ricos sin escrúpulos y por supuesto sin ética ni moral le han podido hacer a una ciudad, a una afición, al fútbol. Sí, sí. Hablo de unos pocos ricos y me refiero a los mercenarios que se vendieron con tal de ganar 7.000 euros. Jesuli no estaba ni convocado, vio el partido desde su casa y a pesar de todo dice que cobró, haciéndolo casi con toda probabilidad. ¡7.000 euros! ¿Cuánto gana un futbolista de Segunda División al año? ¡Qué digo al año, al mes! Probablemente mucho más que eso. No importó, los mercenarios de turno se dejaron manipular y demostraron ser lo que son, personas sin ética y dados al dinero. Ni piensan en el fútbol ni en un sentimiento, sus palabras hacia la afición y hacia la prensa caen en saco roto, su moral si es que la tienen se esfuma ante los maletines repletos de euros.
Badiola acusa a Juanma, precisamente el defensa que cometió el penalty, de organizarlo todo. Ahora viene lo más gracioso al tiempo que grotesco. Tal es la ley del silencio imperante en estos casos que a Jesuli, inocente a más no poder, le ha faltado tiempo para llamar a Juanma y disculparse o quien sabe qué. Obviamente la omertá entre los futbolistas es la máxima, obviamente romper el silencio significa ser un traidor, un esquirol, un cobarde que dejó en la cuneta a sus compañeros. Del arrepentimiento ni rastro. No existe porque no tienen conciencia. No existe porque han sido capaces de vender su alma al demonio, personificado en Lorenzo Sanz, un hombre de turbulento pasado cuya asociación con el fútbol y los maletines confirma cualquier sospecha. Tan sólo su presencia es ya de por sí un aliciente para que la justicia deportiva o incluso la ordinaria actúe de oficio sin esperar a ninguna denuncia.
Eso sí, no piensen que esto es un caso aislado. No piensen que la compra de partidos, árbitros, cadenas de televisión y cualquier cosa que se guíe por el dinero es algo único y exclusivo de Italia, el país de la Mafia y de la corrupción a gran escala. En absoluto. Moggi no fue más que la cabeza de turco de un país en el que quien más y quien menos, estaba metido hasta el fondo en el asunto arbitral. De hecho, en una investigación que no llegó hasta el fondo del todo la Juventus fue descendida y el Milan se mantuvo por poco. No se dejen engañar por lo que les quieran vender. La compra del Tenerife no es un caso asilado, es la punta del iceberg de un fútbol corrompido por el dinero que no atiende a sentimientos ni a ética alguna. Son los villanos quienes ven en el deporte una actividad meramente lucrativa, son los ricos quienes juegan con los sentimientos de las aficiones por un simple puñado de monedas, son los jugadores quienes se dejan vencer por el dinero. Son todos. Desconozco hasta dónde llegan los amaños de partidos. Desconozco quién puede estar dentro del escándalo. Pero pondría la mano en el fuego a que ni es ni será el último caso que salga a la luz. Barrer un poco el piso no viene mal de vez en cuando. Parece que sale algo y la gente se olvida de todo el polvo que queda dentro. La cuestión es ¿cuánto polvo tenemos en casa?
Noticias Relacionadas | El "caso Jesuli" pasa al Ministerio Fiscal (El Mundo), Jesuli se arroja al vertedero y pone a prueba la honradez del fútbol (ABC), Jesuli lo niega todo en un comunicado (La Vanguardia), Miguel Angel: "No hay preocupación por las palabras de Jesuli" (Marca), El Málaga estudiará acciones legales contra Badiola (El País), Juanma: "Jesuli me ha llamado y me ha dicho que todo es mentira" (As), El cuarto oscuro del fútbol (El País)
Vía | El Mundo, Más que Fútbol, Wikipedia, Casi Todo Fútbol, ABC, Fútbol de Segunda, La Vanguardia, Marca, El País, As
Imagen | Marca, As, El Mundo, El País
Más que Fútbol ● 2008
3 Comentarios:
Casos de corrupcion, soborno, y todo lo relacionado me apenan mucho, mas aun que cada dia sale a la luz algo nuevo. A los que nos gusta el buen futbol oir esto nos provoca tristeza e impotencia.
Gracias por tu comentario en mi blog Andres, tambien linkie tu gran nota sobre Huntelaar.
Un abrazo!
Devo
El Balón Europeo
POST: `` Y finalmente, se lo llevó… ´´
Es triste estar hablando de esto, sin embargo es la realidad que envuelve al futbol. Todo se mueve en base a dinero y esto trae sus consecuencias.
Y como bien decis, este no es el primer ni tampoco sera el ultimo caso de corrupcion, estafas y compra de partidos. Sino el comienzo de una larga lista que quizas nunca termine.
Un abrazo Andres.
PD. Ya publique tu post.
www.dalepelota.blogspot.com
Toda la razón
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