sábado, 2 de abril de 2011

El dichoso doble pivote


Andrés Pérez | En un futuro no muy lejano nos costará explicar a nuestros hijos cómo Lass llegó a ser titular en el Real Madrid. Su aportación es mínima en la parcela ofensiva, se descoloca con facilidad en defensa y sus muchos kilómetros recorridos obedecen no tanto a un gran desgaste productivo como a ésto último, lo que, además, provoca que llegue tarde en todas las jugadas al corte. Todo lo anteriormente escrito le lleva a jugar al límite del reglamento y a causar más un problema que una solución al equipo. A Khedira le sucede tres cuartas partes de lo mismo. Su virtud es la incorporación desde segunda línea además de su amplio despliegue físico, pero al lado de un jugador que sepa cambiar la orientación del juego con un solo pase. No junto a Lass. El problema de Lass y Kedhira no es cada uno por separado, sino ambos juntos. Y, en realidad, no es culpa suya, sino de Mourinho.

Hasta la victoria del Sporting, Mourinho ha estado más de nueve años sin perder un partido en casa, un logro difícilmente repetible. Sin embargo se equivoca por completo cuando pretende convencer al público y al rival de las virtudes de su equipo cuando, precisamente en casa, salta al campo con Lass y Khedira en la medular. Es un planteamiento que, no cabe duda, obedece a las precauciones tácticas de Mourinho, pero al mismo tiempo es un planteamiento cobarde y contraproducente: los equipos en el Bernabéu salen a agazaparse alrededor de su portero. Ante la falta de espacios, ni Lass ni Khedira están capacitados para generar peligro en las inmediaciones de la portería rival. Más aún cuando no están Xabi Alonso, Marcelo, Ronaldo y Benzemá, cuatro jugadores claves en el Real Madrid a la hora de sorprender en ataque.

El esquema de Mourinho, además, deriva a Ozil a la banda derecha y a Di María a la izquierda, en sustitución del lesionado Ronaldo. Ambas situaciones son anormales ya que Di María se ha pasado toda la temporada jugando en banda derecha y Ozil se encuentra a gusto haciendo y deshaciendo entre líneas, por detrás del delantero. Por su parte, sin Benzemá ni otro delantero que le supla, Adebayor se encuentra demasiado solo. De nada sirve descolgar todos los balones que le llegan si nadie alrededor se acerca a recogerlos. El Madrid, así las cosas, se torna en un equipo muy previsible, carente de talento e incapaz de explotar el poco que atesora —Ozil, Adebayor—.

El Sporting hizo lo que debía, cubriéndose las espaldas de una forma realmente solvente y aprovechando las escasas oportunidades que llegara a tener. Mediada la segunda parte los defensas del Madrid decidieron contemplar el acontecer del universo —preocupante estado de forma el de Carvalho— mientras De las Cuevas empujaba a placer el balón a la red de Casillas. El problema del Madrid ha sido la falta de creatividad, cercenada por un dichoso doble pivote compuesto por dos jugadores que no dan el perfil necesario para partidos de esta índole. No en vano, ha sido Canales el mejor jugador de la segunda parte en los pocos minutos que ha disputado. Cuesta creer que este jugador no cuente con más minutos bajo ninguna circunstancia. Pero eso ahora no importa. El Madrid se aleja, casi de modo definitivo, de uno de los títulos a los que aspiraba. Y lo hace tontamente, por un empeño poco comprensible de su entrenador.

Imagen | 20 Minutos

1 Comentarios:

Anónimo dijo...

Tu "articulo" (o demostración de autentico antimadridismo), a mi parecer, no hace más que demostrar tu resentimiento hacia el real Madrid Y hacia Mourinho. Me parce una verdadera lastima y una pena que desperdicies "tus conocimientos acerca del fútbol" para echar por debajo al Real Madrid, aunque en un mundo de segundones y de envidiosos es lo norma.

y como sabes tanto de fútbol y crees que puedes gestionar la plantillas mejor que Mourinho, te pregunto ¿En cual equipos trabajas de DT? Por que tantos conocimientos me imagino que estás ejerciendo de DT de un equipo ¿No?