miércoles, 13 de abril de 2011
El Chelsea cumple ciclo
Andrés Pérez | Se puede acusar al Manchester United de no practicar un fútbol bello y a Alex Ferguson de no ser especialmente valiente en la mayoría de eliminatorias de Champions League que encara, pero a cambio es innegable que el United creado por el escocés es una máquina difícilmente superable. No necesita de demasiadas estridencias para perforar la red rival y es solvente en defensa incluso cuando Rio Ferdinand, otrora capitán del Manchester y su selección, juega un partido entero lesionado. Esto último no dice demasiado de los atacantes del Chelsea, quienes no intentaron ni una sola vez explotar la carencia del central inglés, demasiado ocupados en solventar sus propios problemas como para aprovechar los del rival. Así las cosas, el Chelsea sumó una nueva decepción europea.
Y parece la última. Al menos de esta generación. Lampard, Terry, Drogba, Essien, Anelka, Ashley Cole, Malouda. La columna vertebral del mejor Chelsea de siempre acumula años a sus espaldas y no encuentra sustitutos de garantías capaces de aportar un mínimo de frescura a la anquilosada estructura blue. El United se rejuvenece progresivamente, sin grandes estridencias; el Arsenal es eternamente joven; el Liverpool siempre encuentra algún que otro outisder con el que competir dignamente; el Chelsea no cambia. Es el mismo de todos los años, solo que más viejo. Y en el fútbol moderno es algo que se paga. Lo comprobó anoche en Old Trafford: incapaz ante la solvente defensa del United, pero nada más. Ni Vidic ni Ferdinand, éste último cojeando desde los primeros compases del encuentro, necesitaron exhibirse para impedir la remontada del Chelsea.
El equipo de Ancelotti comenzó eléctrico, dominador, o al menos lo que en Inglaterra se entiende por dominador, sin que al United la idea le molestara demasiado. En cuanto tenía la oportunidad, Giggs y Carrick buscaban a Park Ji Sung o a Nani para imponer su velocidad en los flancos. Cuando no les encontraban era un esplendoroso Rooney el que bajaba a recibir para crear a su antojo en tres cuartos de campo. Rooney lo es todo en la parcela ofensiva del United cuando juega Chicharito, porque el mexicano no es, digamos, un delantero muy participativo. Se esconde y aparece en el momento más inesperado, presto a empujar balones a un metro de la línea de gol. Así, Chicharito lleva 15 goles en 22 lanzamientos a puerta esta temporada. No se le puede exigir mucho más.
Cuando Chicharito apareció para depositar a escasos centímetros de la portería un medido pase de Giggs desde la banda derecha, el Chelsea se descomponía. Ramires había recibido ya su primera tarjeta y las ocasiones que en minutos anteriores habían puesto en apuros a Van der Sar eran un mero recuerdo. Torres seguía sin aparecer, Lampard estaba lento y tan sólo las internadas violentas de Ramires imponían cierta inquietud entre los espectadores de Old Trafford. A pesar de todo ello, el Chelsea no estaba jugando un mal partido. Lo cual no dice mucho en favor de Ancelotti y su equipo, a decir verdad.
En la segunda parte la tónica del partido fue semejante. El Chelsea inició el periodo algo más dominador, o lo que en Inglaterra se entiende como algo más dominador, y el United se parapetó en torno a su portería, sin exagerar excesivamente el balance defensivo, para buscar a sus hombres rápidos arriba. Como Terry es una sombra de lo que fue y Alex nunca destacó por su velocidad, los delanteros del United se relamieron. Particularmente Nani, quien es un jugador inusualmente pletórico para lo individualista que se muestra. Por aquel entonces Drogba había sustituido a Torres y demostraba por qué la titularidad del español es una anomalía difícilmente explicable: se volvió el motor blue, anotó un golazo y tiró de su equipo en busca de la remontada. Para desgracia del marfileño, un minuto más tarde de su tanto llegaría el de Park Ji Sung. El coreano certificaba que la defensa del Chelsea era una feria y que su ciclo terminaba, posiblemente, ahí.
Imagen | El País
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2 Comentarios:
Interesante aporte, socio. Es posible que, como dices, el Chelsea esté sufriendo ese envejecimiento que dices, aunque yo matizaría que quizá han empezado a inyectar savia nueva algo tarde.
Si Torres y David Luiz (pedazo de central) hubieran llegado en verano, quién sabe que hubiera podido ser de los blues en esta eliminatoria. David Luiz, sobre todo, me parece que va a ser un pilar para el Chelsea en el futuro.De Torres siempre tuve dudas. Incluso cuando marcó el gol de la Eurocopa, aunque ahora pueda sonar ventajista.
Si esperaban que Torres fuera el que asumiera una especie de rol de "nuevo Drogba" es que no habían visto demasiados partidos suyos. Torres, salvando la distancia, me recuerda a Meho Kodro. Es un jugador que con un equipo jugando para él, puede ser mortal, pero que se diluye cuando no es el epicentro del ataque. Como le ha pasado siempre con España.
Aún así, no olvidemos que este mismo Chelsea se llevó la Premier el año pasado. Pero necesita retoques, siendo reduccionistas diría que a bote pronto, un nuevo Essien y alguien que fuera asumiendo el rol de Drogba. No le he visto más que un par de partidos, pero quizá con Lukaku pudieran hacer algo así.
Un saludo!
@ Juampex
Sin duda, han llegado demasiado tarde al proceso de renovación. Deberían haberse dado cuenta mucho antes.
No es ventajista, Torres ha causado durante mucho tiempo agrios debates entre la afición española. Yo soy de los que afirman que es un excelente delantero en plena forma y jugando conforme a sus capacidades, esto es, en solitario, sin otros delanteros. Tiene movilidad, fuerza, disparo y va bien por arriba. Le están lastrando demasiado las lesiones. No olvidemos que su racha en el Chelsea viene ocasionada por una de ellas dado que en el Liverpool estaba cuajando una temporada acorde a sus años previos.
Torres jamás podría ser Drogba, no obstante. No tiene su técnica, su manejo de espacios por delante de la defensa ni su juego de espaldas.
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