viernes, 9 de mayo de 2008

Tirando a dar | De pasillos y sinvergüenzas

Eduardo Lázaro | Ahora sí. La Liga da sus últimos coletazos en esta temporada 2007-2008. Dos jornadas para el desenlace y la única emoción continúa por abajo. La actualidad futbolística de estos últimos tiempos ha estado marcada por el trigésimo primer campeonato conquistado por el Real Madrid y el pasillo con el que el FC Barcelona debía homenajear a su máximo rival. Pero, ¿acaso el equipo culé no lleva desde septiembre haciendo un pasillo detrás de otro a cualquier candidato al trofeo de la regularidad? Con esfuerzo y ahínco los azulgrana han conseguido prolongar esté ultimo pasillo durante 90 minutos para poner la guinda en las celebraciones madridistas y hacer del partido del pasillo un 'paseíllo'.

El Barcelona es un equipo roto, sin alma. Con unos futbolistas que salvo contadas excepciones han demostrado lo que son. Mercenarios adinerados que ya no tienen motivación ni ganas de trabajar. Mercenarios que salen al campo por obligación, porque tienen un contrato que cumplir y la mejor forma de acabarlo es saltar al césped y esperar hora y media a que se acabe el teatro en el que andan metidos. Ni siquiera la pantomima del pasillo lo espoleó para que salieran a morder en el Bernabéu. Ni alma, ni ganas, ni carácter, ni fuerza, ni espíritu. Ni querer ni poder.


Unas veces resulta muy duro despedirse; otras, es una liberación, una auténtica maravilla. Seguir al lado de aquello que nos lastra y erosiona sólo nos lleva a la autodestrucción de nuestros propios valores y estima. Por eso mismo, creo que con la misma ilusión que se exclama un '¡hola!' para dar la bienvenida a algo nuevo, se debe dar un solemne adiós a aquello que está agostado y trasnochado. A aquello que ya no puede seguir, que es imposible que funcione y que olvidarse de ello es la mejor forma de reemprender el rumbo y buscar nuevas emociones. Generalmente el ¡hola! es algo dulce e ilusionante; el adiós por el contrario suele ser más ácido y corrosivo… pero para comenzar algo nuevo e ilusionante no queda otra que previamente haber exclamado ese adiós. Sí, ácido, pero liberador. Que la felicidad haya sido larga o corta, efímera o perenne ya no significa nada. Simplemente hay que buscar nuevos objetivos. Buscar el inicio de volver a vivir.

Así pues el equipo catalán no puede poner paños calientes en su situación. Cambiar cromos y un entrenador por otro. Hay que regenerar, sacar todo el dinero posible por una cuadrilla de sinvergüenzas que ya se saben triunfadores en la vida y seguir con los que quedan comprometidos, con las jóvenes promesas y comenzar a fichar con talento. Gente joven, ávida de triunfos y éxito, que compartan esa misma avidez con el club y que se dejen la piel en cada partido, en cada metro del terreno de juego y en cada lucha a tumba abierta por el esférico. Aunque nada de esto justifica las, a mi modo de ver, malas formas que se están teniendo con Frank Rijkaard. ¿Que hay que sustituírle?, sí... pero un respeto al último entrenador que les ha dado dos Ligas, una Champions y dos Supercopas.

Seguramente, esto no es cosa de días ni se pasará del ridículo al éxito en una temporada. Pero no poner la solución ya y andarse con medias tintas podría prolongar este vagar por el desierto mucho más. Y es algo que no interesa ni al club, ni a su afición, ni al aficionado al fútbol que cree en un Campeonato Nacional de Liga devaluado en los últimos tiempos por las mismas personas que sobran en sus respectivos clubes. Y si Barcelona no tiene bastante que tomen ejemplo los inquilinos de Mestalla, por lo que pueda pasar…

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Imagen | De archivo

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4 Comentarios:

Diego Martel dijo...

Le hizo pasillo para .llegar a la porteria, mal este Barça esperemos que Pep lo solucione
un saludo

Chechu dijo...

Qué desiria, por favor. Se deben cambiar cromos, sí, pero más de dentro que de fuera. Deb´çeis echar más que comprar, porque si os falla algo es la mentalidad, ya que con gente como Deco o Ronaldinho cuesta meterse en la cabeza que hay que trabajar. Haciendo un símil, se trataría de una típica situación de colegio, donde el típico que fuma y se hace el chulo atrae a los demás, que se vuelven como él y se forma una pandilla. Esto sería más o menos así. Hasta que no echéis a Ronaldinho, Deco (no por su calidad futbolística), Márquez, Edmilson incluso, no se verá a un Barça renovado.

Saludos

Unknown dijo...

Fantástico post Eduardo. Y verdades como puños. La nostalgia dinamitó equipos cercanos a nuestros tiempos, como el Real Madrid. Deberían tomar el mismo ejemplo, como decía Juandi, y no caer en la misma piedra. Han llevado el mismo camino y se les ha terminado antes. Ahora tienen una plantilla llena de figurones que se borran a la hora de verdad por muy buenos que sean, caso de Deco. El Barça debe hacer una limpia ya, como muy bien dices, decirle adiós ha una época gloriosa pero efímera y que ha traído malas consecuencias, malos tiempos. El Barça construyó un barco que conquistó el Mundo entero y se hundió en la costa, cuando ni siquiera le dió tiempo a certificar su reinado.

Toca despedir a Rijkaard, porque es lo que procede, que no porque sea lo que mejor le viene al Barça. Algún día hablaremos de Rijkaard aquí. Algún día, en Barcelona, recordarán a Rijkaard como uno de los grandes entrenadores en su historia. Y además de eso, humilde, buena persona y caritativo (jamás olvidaré la estampa de Rijkaard abrazando a Messi o a Bojan tras la caída en Manchester, y otras tanta).

Por el bien del fútbol, que resurjan cual fénix de sus cenizas.

Un abrazo.

Pol Gustems dijo...

Ganas de que termine la temporada que culé y que con el verano lleguen los cambios.

Saludos!