martes, 15 de marzo de 2011

Ryan Giggs, eterno «diablo rojo»


Miki Salazar | El 2 de marzo de 1991 Ryan Giggs vestía por primera vez la camiseta del Manchester United en un partido oficial. Lo hizo en Old Trafford ante el Everton, en un encuentro en el que los locales perdieron por 0-2. El resultado no fue ninguna sorpresa ya que por entonces los «diablos rojos» vivían tiempos de vacas flacas. Llevaban casi 25 años sin conseguir un título liguero y el partido de su debut se convirtió en su octava derrota consecutiva. Sin embargo, los tiempos cambian. Dos décadas más tarde hablar del Manchester United es hablar uno de los equipos más laureados de la Premier League y de Europa. Pero no sólo eso, sino que hablar de este Manchester, el de los 90’s y 00’s, el de Sir Alex Ferguson, el de los éxitos, es hacerlo de Ryan Giggs.

El galés ha batido todos los récords que se ha propuesto a lo largo de su carrera como profesional, vistiendo siempre los mismos colores. Sin ir más lejos Sol Campbell y él son los únicos jugadores que hasta el momento han disputado todas las ediciones de la Premier League desde su creación en 1992. Pero además, Giggs también puede presumir, esta vez en solitario, de haber marcado en las 19 ediciones disputadas hasta la actualidad. Y amenaza con engrosar sus marcas, ya que ha renovado por una temporada más con su equipo de toda la vida.

Pero «the whels wizard» —el mago galés— no vive solo de los números. El extremo ha sido una pieza clave las últimas dos décadas en el Manchester United y ningún jugador con los que ha compartido vestuario ha sabido transmitir tan bien como él lo que es el amor a unos colores. No en vano, es historia viva del Club, máximo exponente del cambio y de los éxitos que los «red devils» han cosechado desde los noventa.

Formó, junto con Beckham, los hermanos Neville, Butt y compañía, aquel equipo que devolvió la gloria al Manchester United y que consiguió el triplete en la temporada 98/99. Ni Giggs ni ningún aficionado al fútbol olvidarán nunca aquella final de infarto disputada en el Camp Nou ante el Bayern de Munich. El protagonismo lo acapararon otros futbolistas pero poca gente recuerda que el primer tanto nació de las botas del galés que conectó una volea en la frontal del área tras un córner que incluso Schmeichel había subido a rematar. Sheringham, como siempre en el mejor momento, en el mejor lugar, solo tuvo que impulsar el balón a escasos metros de la línea de gol. Sin desprestigiar al fantástico delantero inglés, faltaría más.


Aunque si hubiera que destacar una jugada a lo largo de su carrera sería la realizada esa misma temporada en la semifinal de la FA Cup ante el Arsenal. En el minuto 110 de partido y con empate a uno, Giggs recibió el balón en su propio campo y comenzó la carrera. Carrera que nadie pararía y en la que Ryan mostró sus más punzantes cualidades: velocidad y slalom. De esa forma recorrió todo el campo rival, zafándose de tres contrarios y definiendo con un misil imparable para Seaman. Uno de los goles antológicos anotados en la competición inglesa.

El jugador, nacido en Cardiff, jamás ha visto una tarjeta roja en sus 20 años como profesional, algo que por sí solo habla de su caballerosidad y juego limpio. La misma caballerosidad le llevó a rechazar jugar en la Selección Inglesa absoluta, pese a que en las categorías inferiores había sido incluso su capitán. La decisión de representar a su Gales natal le privó de disputar una Eurocopa o un Mundial, algo de lo que el extremo nunca se ha arrepentido aunque seguro le hubiera gustado hacerlo. Todavía hay personas que se pregunta qué hubiera pasado con los «pross» si hubiera escogido jugar con ellos. Nunca lo sabremos.

Lo que sí que es seguro es que Ryan Giggs es una leyenda viva. No solo por los títulos obtenidos a lo largo de su carrera profesional —-11 Ligas, 4 Copas de Inglaterra, 4 Copas de la Liga, 8 Supercopas de Inglaterra, 2 Champions, 1 Supercopa de Europa, 1 Intercontinental y 1 mundialito de Clubes— sino por todo lo que representa su figura. Bobby Charlton, George Best y Denis Law tienen una estatua en los alrededores de Old Trafford rememorando la «Santa Trinidad» de los «diablos rojos». Cuando definitivamente Giggs cuelgue las botas, si la historia es justa con él, no sería nada descabellado que terminara compartiera destino con ellos en las inmediaciones del Teatro de los Sueños. ¿Quién mejor que él para definir el actual United?

Imagen | The Guardian

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