Andrés Pérez | Septiembre de 1978. El Liverpool se presenta ante el mundo como el equipo a batir, como la máquina europea que ese mismo año y el anterior se había proclamado campeona de Europa aún superando la marcha en 1977 de uno de los mejores jugadores del mundo: Kevin Keegan. Era otoño post-mundial. Probablemente tras el Mundial menos Mundial de la historia, el de Argentina 1978, el mismo al que Cruijff no se presentó con su Holanda finalista. Una Holanda, que perdió en la final ante la anfitriona Argentina de la dictadura de Videla. La victoria de Argentina permitió la llegada a Europa de Kempes, Villa, Ardiles y otros muchos. Entre tanto, un equipo llamaba poderosamente la atención: El Nottingham Forest. Campeón de la Liga Inglesa recién ascendido, iba a jugar en la Copa de Europa por primera vez. Nombres como Charlie George o Keegan sonaron en el verano del 78 para el precoz equipo, pero finalmente fue Trevor Francis quien arribó a la ciudad de Midlands Oriental por más de un millón de libras. El sorprendente precio lo justificó su entrenador, Brian Clough: "Es muy caro, pero nos devolverá lo que pagamos. Esta será una gran inversión para el club".
El Liverpool afrontaba la temporada 1978/1979 sin cambios estructurales importantes. Los de siempre seguían ahí. Dalglish, Neal, Hughes, Souness, Mc Dermott y compañía aspiraban a vencer por tercera vez consecutiva a revalidar el título como Campeones de Europa. En primera ronda el enfrentamiento no podía ser más evidente: Nottingham Forest. Los dos únicos equipos de Ingalterra en la competición tendrían que enfrentarse cara a cara en la primera ronda. Las aspiraciones inglesas se reducían a la mitad tan sólo en la primera ronda. La apuesta segura era el Liverpool, campeón intratable con un Anfield inexpugnable, pero el Nottingham Forest había vencido en la Liga Inglesa y si algún equipo conocía perfectamente las posibilidades del novato era el Liverpool, quien ya lo había sufrido el año anterior en Liga. A pesar de que el Nottingham Forest fuera el campeón inglés el Liverpool seguía siendo el Liverpool en Europa. Las tardes y noches de gloria no se olvidan tan fácilmente, se decían en Anfield y se lo tuvieron que repetir cuando en el partido de ida el Nottingham venció al Liverpool 2-0. Fue una sorpresa, pero todavía quedaba el infierno de Anfield, pensaron los aficionados reds. Nada de eso. El Liverpool no fue capaz de hacer ni siquiera un gol al Nottingham. Y eso que Trevor Francis no jugó por lesión.
Al Liverpool le sentó mal la resaca Europea pero se resarció de lo lindo en la temporada 1978/1979 de la Premier. Ganó la Liga con 8 puntos de diferencia frente al Nottingham Forest, en Anfield venció todos los partidos menos dos (con resultados escandalosos como un 7-0 al Tottenham) y comprobó el declive del Manchester United, noveno a 23 puntos del Liverpool. Poco le importó a los de Brian Clough no ganar la Liga cuando en 1979 se coronarían campeones de Europa tras una final inédita frente al Malmoe sueco. En Münich, un gol solitario de Trevor Francis sirvió para que las palabras de Clough sobre el valor de su fichaje fueran refutadas por toda Europa. El Nottingham era el campeón más precoz de la historia. De segunda a primera, del ascenso a ganar la Liga y de ganar la Liga a ganar la Copa de Europa. En tres años habían pasado del lodo de la segunda división inglesa a la gloria de la orejuda plateada. Vivir un sueño es eso, supongo.
Verano de 1979. Inocuo, sin competiciones futbolísticas de alcance. El Liverpool se sentía ofendido por el Forest y ese mismo año aspiraría de nuevo a la Copa de Europa. Un año tachado del calendario en competición europea y nada más. A seguir reinando, a destronar al Forest. Sin embargo, para desgracia del Liverpool, Europa cambiaba de aires. En Inglaterra equipos como el West Bromwich Albion y el Forest alcanzaban plazas europeas, en Alemania, el Hamburgo ponía fin a una década de reinado del Bayern Münich y del Borussia Mönchengladbach, en Brasil acababan con las tarjetas amarillas y EEUU seguía importando genios. Gerd Müller, cansado de la competición alemana, marchaba hacia el Fort Lauderdaler Strikes, junto a George Best. Nada parecía augurar en Europa un cambio de ciclo. Los ingleses eran temidos por todos y sólo un indolente Hamburgo parecía poder dar la sorpresa ante los de las islas. Equipos gloriosos antaño pero relegados a un segundo plano ahora, como el Madrid o el Ajax, buscaban volver a ser quienes fueron frente a tanto británico.
La temporada no empezó bien para los reds, a pesar de las buenas intenciones tras el fracaso anterior. Cuando llegó la hora de la verdad en Europa, frente a un presumiblemente débil Dinamo Tbilisi, marchaban octavos en la competición local y el Nottingham volvía a parecer infrenable. A pesar de que Francis se marchara temporalmente a la Liga americana para ganar más dinero. El Liverpool ganó 2-1 en Anfield y se marchó a Tbilisi con la seguridad de pasar de ronda. Demasiada seguridad pensaron más tarde. El Dinamo le endosó al Liverpool un escandaloso 3-0 que dejaba a los ingleses fuera de la Copa de Europa en primera ronda, otra vez. Y esta vez no era frente al futuro campeón, ni frente a un equipo local de una Liga competitiva. Era frente a un equipo soviético de Georgia. Demasiado ridículo. Demasiado daño a la afición del Liverpool. Eran tiempos oscuros ¿Suponía esta derrota el final definitivo de una era? La Liga decía lo contrario. En una campaña extrañísima el Liverpool volvió a proclamarse campeón con escasos dos puntos de diferencia frente a un recuperado United. Sin embargo no fue una Liga para lanzar cohetes, siete derrotas (todas ellas lejos de Anfield) y diez empates no eran motivo de honra a pesar de la victoria. Mientras tanto, en Europa, Baresi debutaba con el Inter, Cunnigham firmaba por el Real Madrid y el Forest, de nuevo, se proclamaba campeón de Europa.
El Forest se consagró como el heredero del Liverpool en Europa. Inglaterra estaba de enhorabuena pero en Liverpool miraban con desdén al Nottingham a pesar del batacazo de éste en la competición local, donde finalizó quinto a doce puntos del campeón, más centrado en la Copa de Europa que en la Liga. Por cierto, el Forest se impuso en la final al indolente Hamburgo que en un principio trataba de dar la sorpresa. De la mano del ex-red, Kevin Keegan, consiguieron darla pero no lo suficiente. Souness criticó ese mismo año al Forest: "Si nosotros jugásemos así en casa nos silbarían" en alusión al juego defensivo del Forest. Defensivos o no, eran los bicampeones y habían igualado a un equipo histórico en cuestión de tres años. El Liverpool necesitaba responder a esa afrenta, y lo terminaría haciendo.
Os dejo uno de los goles del Dinamo Tbilisi 3 - 0 Liverpool:
Y el gol de Trevor Francis al Malmoe que le dió su primera Copa de Europa al Nottingham Forest:
Otros reportajes | (I), (II), (III), (IV), El Nottingham Forest protagonista en Fiebre Maldini, Nottingham Dorest: Un histórico en el pozo, Reyes de Europa (Nottingham Forest, 1979, 1980)
Vía | 50 años de la Copa de Europa (As) (Fuente Escrita), Más que Fútbol, Zero Zero
Imagen | The reds, Britcorner, BBC, El Balón Digital, 4dsports
Más que Fútbol ● 2008
El Liverpool afrontaba la temporada 1978/1979 sin cambios estructurales importantes. Los de siempre seguían ahí. Dalglish, Neal, Hughes, Souness, Mc Dermott y compañía aspiraban a vencer por tercera vez consecutiva a revalidar el título como Campeones de Europa. En primera ronda el enfrentamiento no podía ser más evidente: Nottingham Forest. Los dos únicos equipos de Ingalterra en la competición tendrían que enfrentarse cara a cara en la primera ronda. Las aspiraciones inglesas se reducían a la mitad tan sólo en la primera ronda. La apuesta segura era el Liverpool, campeón intratable con un Anfield inexpugnable, pero el Nottingham Forest había vencido en la Liga Inglesa y si algún equipo conocía perfectamente las posibilidades del novato era el Liverpool, quien ya lo había sufrido el año anterior en Liga. A pesar de que el Nottingham Forest fuera el campeón inglés el Liverpool seguía siendo el Liverpool en Europa. Las tardes y noches de gloria no se olvidan tan fácilmente, se decían en Anfield y se lo tuvieron que repetir cuando en el partido de ida el Nottingham venció al Liverpool 2-0. Fue una sorpresa, pero todavía quedaba el infierno de Anfield, pensaron los aficionados reds. Nada de eso. El Liverpool no fue capaz de hacer ni siquiera un gol al Nottingham. Y eso que Trevor Francis no jugó por lesión.
Al Liverpool le sentó mal la resaca Europea pero se resarció de lo lindo en la temporada 1978/1979 de la Premier. Ganó la Liga con 8 puntos de diferencia frente al Nottingham Forest, en Anfield venció todos los partidos menos dos (con resultados escandalosos como un 7-0 al Tottenham) y comprobó el declive del Manchester United, noveno a 23 puntos del Liverpool. Poco le importó a los de Brian Clough no ganar la Liga cuando en 1979 se coronarían campeones de Europa tras una final inédita frente al Malmoe sueco. En Münich, un gol solitario de Trevor Francis sirvió para que las palabras de Clough sobre el valor de su fichaje fueran refutadas por toda Europa. El Nottingham era el campeón más precoz de la historia. De segunda a primera, del ascenso a ganar la Liga y de ganar la Liga a ganar la Copa de Europa. En tres años habían pasado del lodo de la segunda división inglesa a la gloria de la orejuda plateada. Vivir un sueño es eso, supongo.
Verano de 1979. Inocuo, sin competiciones futbolísticas de alcance. El Liverpool se sentía ofendido por el Forest y ese mismo año aspiraría de nuevo a la Copa de Europa. Un año tachado del calendario en competición europea y nada más. A seguir reinando, a destronar al Forest. Sin embargo, para desgracia del Liverpool, Europa cambiaba de aires. En Inglaterra equipos como el West Bromwich Albion y el Forest alcanzaban plazas europeas, en Alemania, el Hamburgo ponía fin a una década de reinado del Bayern Münich y del Borussia Mönchengladbach, en Brasil acababan con las tarjetas amarillas y EEUU seguía importando genios. Gerd Müller, cansado de la competición alemana, marchaba hacia el Fort Lauderdaler Strikes, junto a George Best. Nada parecía augurar en Europa un cambio de ciclo. Los ingleses eran temidos por todos y sólo un indolente Hamburgo parecía poder dar la sorpresa ante los de las islas. Equipos gloriosos antaño pero relegados a un segundo plano ahora, como el Madrid o el Ajax, buscaban volver a ser quienes fueron frente a tanto británico.
La temporada no empezó bien para los reds, a pesar de las buenas intenciones tras el fracaso anterior. Cuando llegó la hora de la verdad en Europa, frente a un presumiblemente débil Dinamo Tbilisi, marchaban octavos en la competición local y el Nottingham volvía a parecer infrenable. A pesar de que Francis se marchara temporalmente a la Liga americana para ganar más dinero. El Liverpool ganó 2-1 en Anfield y se marchó a Tbilisi con la seguridad de pasar de ronda. Demasiada seguridad pensaron más tarde. El Dinamo le endosó al Liverpool un escandaloso 3-0 que dejaba a los ingleses fuera de la Copa de Europa en primera ronda, otra vez. Y esta vez no era frente al futuro campeón, ni frente a un equipo local de una Liga competitiva. Era frente a un equipo soviético de Georgia. Demasiado ridículo. Demasiado daño a la afición del Liverpool. Eran tiempos oscuros ¿Suponía esta derrota el final definitivo de una era? La Liga decía lo contrario. En una campaña extrañísima el Liverpool volvió a proclamarse campeón con escasos dos puntos de diferencia frente a un recuperado United. Sin embargo no fue una Liga para lanzar cohetes, siete derrotas (todas ellas lejos de Anfield) y diez empates no eran motivo de honra a pesar de la victoria. Mientras tanto, en Europa, Baresi debutaba con el Inter, Cunnigham firmaba por el Real Madrid y el Forest, de nuevo, se proclamaba campeón de Europa.
El Forest se consagró como el heredero del Liverpool en Europa. Inglaterra estaba de enhorabuena pero en Liverpool miraban con desdén al Nottingham a pesar del batacazo de éste en la competición local, donde finalizó quinto a doce puntos del campeón, más centrado en la Copa de Europa que en la Liga. Por cierto, el Forest se impuso en la final al indolente Hamburgo que en un principio trataba de dar la sorpresa. De la mano del ex-red, Kevin Keegan, consiguieron darla pero no lo suficiente. Souness criticó ese mismo año al Forest: "Si nosotros jugásemos así en casa nos silbarían" en alusión al juego defensivo del Forest. Defensivos o no, eran los bicampeones y habían igualado a un equipo histórico en cuestión de tres años. El Liverpool necesitaba responder a esa afrenta, y lo terminaría haciendo.
Os dejo uno de los goles del Dinamo Tbilisi 3 - 0 Liverpool:
Y el gol de Trevor Francis al Malmoe que le dió su primera Copa de Europa al Nottingham Forest:
Otros reportajes | (I), (II), (III), (IV), El Nottingham Forest protagonista en Fiebre Maldini, Nottingham Dorest: Un histórico en el pozo, Reyes de Europa (Nottingham Forest, 1979, 1980)
Vía | 50 años de la Copa de Europa (As) (Fuente Escrita), Más que Fútbol, Zero Zero
Imagen | The reds, Britcorner, BBC, El Balón Digital, 4dsports
Más que Fútbol ● 2008
8 Comentarios:
PARECE QUE NO
ALGUNOS FUERON BEATLES Y OTROS JUGADORES
IGUAL LA ACTULAIDAD EUROPEA DE LIVERPOOL ES EXCELENTE
UN SALUDO Y NO DEJES DE PASAR
Post muy interesante. Lo del Nottingham tiene un mérito terrible. Pasar d ela segunda a ser campeón de Europa es el sueño de todo aficionado de equipo humilde. En Alemania el Kaiserlautern consiguió subir de segunda y ganar el primer año si no recuerdo mal la Bundesliga. Ha sido lo más parecido de los últimos tiempos a lo que el Forest.
Gran artículo. Saludos
Que grande fue el Forest y que pena que esté ahí abajo ahora. Varios años ya a las puertas del ascenso a la Championship. Me encantaría volver a verlo en la Premier.
Si el Liverpool es el equipo inglés más grande de la historia en parte por lo que comentas en el artículo, porque (exceptuando los años de la Premier) nunca tenía un año malo. El Manchester a veces daba un bajón y acababa noveno, el Liverpool raramente. O Liga o Copa de Europa pero algo grande hacía.
Gracias por lo de goal.com. No me había fijado en que me vibrara labarra. Quizás solo sea desde algunos ordenadores. Ahopra estoy en la facultad y me vibra pero en casa no. En fin, ya lo he quitado. Gracias por el aviso.
En cuanto al artículo, fue un muy buen Liverpool el de aquéllos tiempos.
SAludos
Qué buen titular.. y cuantos nombres míticos, entre ellos Charlie George, un asiduo en la gran novela 'Fiebre en las gradas'. Saludos
Buen blog, comenzare a pasarme por aqui.
Que te parece un intercambio?
Saludos
www.dalepelota.blogspot.com
Muy buen post tio. La verdad es que lo del Nottingham forest tuvo mucho merito., por que paso de la segunda division a ser campeon de europa.
Un abrazo
http://pasionsevillista.blogspot.com
Muy buen post y sobre todo... ¡¡Que gran Liverpool el de aquellos años!!
Un saludo
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