Eduardo Lázaro | Lo más lógico quizá hubiese sido tratar la reciente final de la Copa de SM El Rey o la triste eliminación del Getafe en la Copa de la UEFA; pero no, yo no colaboro en Más que Fútbol para eso. Las crónicas no son cosa mía. Yo escribo una vez a la semana, y hoy voy a remontarme una semana atrás. Antes incluso de mi primera colaboración en este blog. El miércoles de la semana pasada saltó la noticia de que un 'mandamás' del Barcelona se había ido de la lengua desenmascarando las supuestas lesiones de Ronaldinho o Deco. No existían según el señor Sala Martín tales lesiones. Eran meras excusas para castigar la supuesta vida licenciosa de ambos compadres. Cojonuda la apreciación de este señor. Me quito el sombrero. ¡Bravo!.
Hasta ahora todos los mortales creíamos que los futbolistas hacían vida monacal. No salían de fiesta, guardaban celibato y los domingos antes del partido el club llevaba un capellán a la concentración para celebrar la Sagrada Eucaristía. Gracias a sus declaraciones hoy ya somos un poco más cultos, ya entendemos un poco más del mundo del fútbol. Ya sabemos que Ronaldinho y Deco la lían parda en la noche de la ciudad condal. Que se beben algún cubalibre que otro y que probablemente más de una madrugada hubieran detonado el alcoholímetro si los hubiera parado la guardia urbana (Mossos d’esquadra, perdón, corrección ante todo). De ahí se deduce que ni Iniesta, ni Xavi, ni Puyol, ni la madre que parió al segundo utillero salen de fiesta bajo ningún concepto. Por supuesto tampoco lo hacen los futbolistas de cualquier otra plantilla puesto que no están ni apartados, ni supuestamente lesionados, ni leches. ¿Quién en su sano juicio cree que por muy futbolistas que sean, viviendo en la veintena su mayoría, se quedan en casa viendo la carta de ajuste? Seamos serios, por favor.
Ya vale de esconder la verdad, ya vale de poner paños calientes, ya vale de llover sobre mojado. La culpa la tienen ustedes. Sí, ustedes. Los que manejan los hilos de estas marionetas vestidas de futbolistas con un escudo en el pecho que en muchos casos ni sienten, ni entienden, ni quieren hacerlo. Si un servidor, estudiante en la actualidad de periodismo, recibiese un sueldo multimillonario (y multimillonario en euros, que no es moco de pavo) por el mero hecho de estudiar, que es mi “trabajo” y mi obligación independientemente de los resultados que obtuviera en las evaluaciones; ¿qué motivación tendría para dejarme los sesos de cara a los exámenes sabiendo que voy a cobrar los haga bien o los haga mal?. Efectivamente, los hay honrados y primero atenderían a su obligación y después disfrutarían ese dinero con tanto esfuerzo y ahínco ganado. Efectivamente yo soy un Ronaldhino. Díganme vago, jeta o caradura. Me da igual. Yo, sabiéndome cubierto de por vida con millones y millones en mi cuenta corriente me juntaría con los Decos de la clase. Y me iría de fiesta. Y me pasaría por el arco del triunfo las indicaciones del profesor y de quien se pusiera por delante. Y seguiría engordando mis arcas poniendo mis nalgas en el pupitre. Y saldría de clase para irme a hacer cuatro fotografías para un anuncio y malgastaría por ahí la gasolina de mi ¿Ferrari?, ¿Bentley?, ¿BMW con apellido M? (elijan o añadan la marca que más rabia les de).
Pues sí, así soy yo. O mejor dicho, así desgraciadamente no soy yo (que ya no sé lo que es mejor), pero lo sería. Si me ponen un caramelo delante y me resuelven la vida a tan temprana edad… ¿porqué no beberla a grandes tragos?. Acabaría calentando el asiento de diferentes universidades hasta el día que dijera basta. Me retiro. Y por si no he disfrutado poco aún lo voy a hacer más. Ahora sustituyan universidades, pupitres y profesores por clubes, banquillos, entrenadores, etc. La metáfora creo que es muy sencilla.
Señores del fútbol, no sé en qué día exacto comenzaron a supravalorar la vida y el esfuerzo del futbolista. Yo ya no sé nada, no sé ni lo que escribo. Sólo se que ustedes van a seguir poniendo la miel en los labios de aquellos que por gracia de la providencia tienen dos piernas hábiles para la práctica de este sacro deporte. Y van a seguir fabricando juguetes rotos. O juguetes que se romperán cuando vean (como ya han hecho muchos en la historia reciente del fútbol) que la vida no es sólo correr tras un balón y que con “perras” en los bolsillos se vive de cojón siguiendo el ejemplo de los que lo han hecho antes. Sigan pagándoles mientras se ríen en su cara, en la de la afición y en el propio escudo. Y sí, alguno honrado quedará, alguno de la casa quizá… pero la tendencia es acortar cada vez más la carrera en la élite para hacer todavía más fortuna arrastrándose de mala gana por los estadios de países como Qatar, EEUU o cualquier otro lugar donde los escudos de los equipos lleven un billete implícito.
Mientras, yo seguiré con mi vida, creciendo, estudiando, trabajando. Veré generaciones y generaciones de futbolistas, si Dios quiere hasta el día que deje este mundo. Pero con el paso de los años estoy seguro de que el fútbol va a perder ese sabor añejo de las grandes gestas (si es que no lo ha perdido ya), de las noches épicas en las que los sueños, la garra y la ambición se funden y vibran al mismo son, al son de los cánticos de la grada. Será una lastima ese día en el que los torneos de altos vuelos se conviertan en reuniones de 22 hombres engominados que se juntan para, sin despeinarse mucho, entretener a unos cuántos idiotas que aún sienten cariño por unos colores. Sí, una lástima. Verdaderamente. Para todos los Ronaldinhos y Decos que infestan el fútbol. Si no tenéis ganas de trabajar no lo hagáis, pero por lo menos no os riáis de quien os da de comer. So cabrones.
Vía | Más que Fútbol
Imagen | De archivo
Más que Fútbol ● 2008
Ya vale de esconder la verdad, ya vale de poner paños calientes, ya vale de llover sobre mojado. La culpa la tienen ustedes. Sí, ustedes. Los que manejan los hilos de estas marionetas vestidas de futbolistas con un escudo en el pecho que en muchos casos ni sienten, ni entienden, ni quieren hacerlo. Si un servidor, estudiante en la actualidad de periodismo, recibiese un sueldo multimillonario (y multimillonario en euros, que no es moco de pavo) por el mero hecho de estudiar, que es mi “trabajo” y mi obligación independientemente de los resultados que obtuviera en las evaluaciones; ¿qué motivación tendría para dejarme los sesos de cara a los exámenes sabiendo que voy a cobrar los haga bien o los haga mal?. Efectivamente, los hay honrados y primero atenderían a su obligación y después disfrutarían ese dinero con tanto esfuerzo y ahínco ganado. Efectivamente yo soy un Ronaldhino. Díganme vago, jeta o caradura. Me da igual. Yo, sabiéndome cubierto de por vida con millones y millones en mi cuenta corriente me juntaría con los Decos de la clase. Y me iría de fiesta. Y me pasaría por el arco del triunfo las indicaciones del profesor y de quien se pusiera por delante. Y seguiría engordando mis arcas poniendo mis nalgas en el pupitre. Y saldría de clase para irme a hacer cuatro fotografías para un anuncio y malgastaría por ahí la gasolina de mi ¿Ferrari?, ¿Bentley?, ¿BMW con apellido M? (elijan o añadan la marca que más rabia les de).
Pues sí, así soy yo. O mejor dicho, así desgraciadamente no soy yo (que ya no sé lo que es mejor), pero lo sería. Si me ponen un caramelo delante y me resuelven la vida a tan temprana edad… ¿porqué no beberla a grandes tragos?. Acabaría calentando el asiento de diferentes universidades hasta el día que dijera basta. Me retiro. Y por si no he disfrutado poco aún lo voy a hacer más. Ahora sustituyan universidades, pupitres y profesores por clubes, banquillos, entrenadores, etc. La metáfora creo que es muy sencilla.
Señores del fútbol, no sé en qué día exacto comenzaron a supravalorar la vida y el esfuerzo del futbolista. Yo ya no sé nada, no sé ni lo que escribo. Sólo se que ustedes van a seguir poniendo la miel en los labios de aquellos que por gracia de la providencia tienen dos piernas hábiles para la práctica de este sacro deporte. Y van a seguir fabricando juguetes rotos. O juguetes que se romperán cuando vean (como ya han hecho muchos en la historia reciente del fútbol) que la vida no es sólo correr tras un balón y que con “perras” en los bolsillos se vive de cojón siguiendo el ejemplo de los que lo han hecho antes. Sigan pagándoles mientras se ríen en su cara, en la de la afición y en el propio escudo. Y sí, alguno honrado quedará, alguno de la casa quizá… pero la tendencia es acortar cada vez más la carrera en la élite para hacer todavía más fortuna arrastrándose de mala gana por los estadios de países como Qatar, EEUU o cualquier otro lugar donde los escudos de los equipos lleven un billete implícito.
Mientras, yo seguiré con mi vida, creciendo, estudiando, trabajando. Veré generaciones y generaciones de futbolistas, si Dios quiere hasta el día que deje este mundo. Pero con el paso de los años estoy seguro de que el fútbol va a perder ese sabor añejo de las grandes gestas (si es que no lo ha perdido ya), de las noches épicas en las que los sueños, la garra y la ambición se funden y vibran al mismo son, al son de los cánticos de la grada. Será una lastima ese día en el que los torneos de altos vuelos se conviertan en reuniones de 22 hombres engominados que se juntan para, sin despeinarse mucho, entretener a unos cuántos idiotas que aún sienten cariño por unos colores. Sí, una lástima. Verdaderamente. Para todos los Ronaldinhos y Decos que infestan el fútbol. Si no tenéis ganas de trabajar no lo hagáis, pero por lo menos no os riáis de quien os da de comer. So cabrones.
Vía | Más que Fútbol
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Más que Fútbol ● 2008
11 Comentarios:
Cuánta razón tienes, cuánta razón tienes. Desde luego el caso Ronaldinho es la ejemplificación perfecta de todo lo que has descrito y que para desgracia de los aficionados es así. ¿Llegará el fútbol a perder la esencia? ¿Llegará el día en el que vayamos al campo de fútbol a que nos diviertan cuatro vividores agraciados con el balón para que luego nos roben el fútbol, su esencia, su vida? ¿Ha llegado ya?
Espero creer que no. Pienso en el Liverpool 4-2 Arsenal y decido nacionalizarme inglés. O como mínimo olvidar el fútbol español, cada vez más falto de pasión y de sabor añejo. Y me entristezco.
Genial post, Eduardo. Un abrazo.!
¿Intercambiamos links? MIblog es:
http://blog-deportes.blogspot.com/
Al final no me quedo claro si estas a favor o no de Ronaldinho. Primero dices que seguirias sus pasos y luego lo criticas! En fin, tal vez entendí mal parte del mensaje!
Yo se que los jugadores tienen derecho a llevar su vida pero deben mantener una cierta cordura.
Y si, cada vez se pierde más la esencia del fútbol!
Saludos,
Migue
Estimado Migue:
Te lo aclaro. En realidad no me estoy posicionando ni a favor ni en contra de Ronaldinho. Expongo lo que veo. Lo que trato de decir es que si yo tuviera la suerte que han tenido personas como él lo más probable es que me comportara igual. No por ello lo apoyo ni defiendo. Ni tampoco digo que esté bien. Sólo trato de hacer ver que una persona de veinti... años con millones y millones en su cuenta corriente es muy difícil que se centre en su primera labor, que es rendir en el terreno de juego. Que son innumerables las distracciones que el futbolista moderno tiene fuera de los campos de fútbol y por ello lo fácil es dejarse arrastrar. Pero no es lo ético ni lo mejor. Aunque probablemente reconozco que yo haría lo mismo si fuera uno de ellos. Pero insisto, ni mucho menos lo respaldo ni lo apoyo porque me parece una tomadura de pelo hacia unos colores y una afición.
Y como tú bien dices, por supuesto que los jugadores tienen derecho a gestionar y controlar su vida privada; pero con cordura, efectivamente.
Y respecto a la pérdida de la esencia del fútbol... pues lamentablemente yo pienso que así es, pero disfrutemos con los tiempos futbolísticos que nos tocan vivir y las estrellas que surgen en cada ciclo.
Un saludo y gracias.
Eduardo
Estimado Eduardo:
Me quedó más que claro tu mensaje! Estoy de acuerdo con lo que manifestás, sin dudas!
Y si, nos toca vivir este fútbol! Nos guste o no. Igualmente yo se que tanto vos como yo en el fondo la pasamos bien viendo un encuentro!
Muy buen trabajo,
Migue
No hay que engañarse. Desde que llegaron al Barça tanto 'Ronnie' como Deco salían de fiesta, como lo hacen ahora. ¿La diferencia? Que actualmente viven horas bajas, bajísimas, y se le echa todo en cara. No los quiero defender, sólo quiero que la gente que los critica a muerte por estas salidas sepa que no es algo de este año, sino que se remonta a sus primeros días en Barcelona. Pero claro, el equipo no funciona y en tal caso estas cosas molestan.
Claro ejemplo lo encontramos en Romario. ¿Quién le cuestionó alguna vez sus salidas? Muy poca gente, y nunca con consecuencias como las que viven Ronaldinho y Deco. Es más, el propio entrenador, Cruyff si mi mente no me falla, era el primero en permitir estas salidas. Todos conocemos las famosas historias del jugador brasileño. Eso sí, con una condición, dar el 100% en cada partido. Algo que Romario hacía a la perfección y que a estos dos 'cracks' se les ha debido olvidar.
Al no ser que el Espanyol les fiche la temporada que viene (algo imposible), a estos jugadores pocas salidas le quedan por la ciudad condal.
Una vez más, mi enhorabuena por tu post.
Y mañana... todos con nuestro Real Zaragoza!
Saludos!
La verdad es que cuesta creer lo que ha ocurrido con Ronaldinho y Deco, jugadores del más alto nivel, en un gran club y que ahora se vayan a ir por ¿20 millones? En fin, por el bien del fútbol espero que podamos volver a verlos jugar al nivel al que nos tenían acostumbrados.
Ronaldinho se ha acomodado demasiado, creo que en Milan le espabilaran
un saludo
Ronaldinho suponia en el Fc Barcelona, mas un problema que una solucion, ademas el Barca gana dinero con su venta y no tiene que cargar con su alta ficha.
Un abrazo
http://pasionsevillista.blogspot.com
Si me permites Eduardo, que se que si, te contestaré con algo ya escrito por mi sobre el tema. Soy un vago ya lo sabes.
http://ydigoyo.blogspot.com/2008/04/con-un-lacito-miln.html
Exacto. Completamente de acuerdo en la primera parte del artículo, aunque quizás te vea un poco pesimista al final. ¿De verdad crees que toda la magia que envuelve el futbol, la garra que ponen los jugadores, va a perderse? Quizás esta sea la situación en el Barcelona, no lo discuto. Tienen la vida resuelta, han cosechado títulos.. ¿pa qué voy a córrer yo ahora? Pero luego fijate en cómo corre el Liverpool de Benítez en los cuartos frente al Arsenal, mira como Alessandro Del Piero sigue poniendo todo de sí, te invito a ver un Celtic - Rangers.
Quizás en gran parte los futbolistas que han cosechado éxitos y han acumulado todo el dinero del mundo y más, se echen a perder. ¿Pero, y aquéllos que, aún siendo los mejores, rinden al máximo? Cristiano Ronaldo fue tercero en el Fifa world Player el pasado año, por detrás de Kaká y Messi. Quizás sea una de las razones por las que en cada partido da espectáculo y corre como un Gattusso para que se reconozca su poderío. Quizás una vez con el Fifa World Player, la Champions, y un par de temporadas más, Ronaldo ya no haga todo eso. Sin embargo, nadie nos podrá quitar sus buenos momentos, ni tampoco los de Ronaldinho. Para entonces,ya habrá otros que puedan o se asemejen a un nivel tan alto. Llámalo sucesores o nuevos talentos. La grandeza del fútbol está ahí. Tu equipo puede perder, ser humillado, pero el siguiente domingo estarás ahí, frente al televisor, esperando, mientras pasan los minutos, que le metan un gol de una vez a Van der Sar.
Saludos
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