jueves, 24 de abril de 2008

Dejaron todo para la vuelta

Andrés Pérez | La ida de las semifinales nos dejó una curiosa o melancólica extraña sensación de vacío futbolístico. Un vacío que bien podría haber ocupado la Roma, o el Arsenal, equipos empeñados en hacer del fútbol un deporte de toque y versatilidad. Versatilidad es la palabra que deberían haber añadido a los dos partidos del martes y del miércoles respectivamente. Nada se decidió en la ida para colmo de males de Barça y Liverpool. Si vas a la vuelta fuera de casa con un empate y para colmo ese empate implica un gol en contra, puedes apostar a que tendrás muy cara la eliminatoria. Apostar, ese verbo tan peligroso, es lo que podríamos hacer por una final Manchester - Chelsea. Y no por méritos. Ayer jugó mejor el Barça y antes de ayer el Liverpool mereció más ante un Chelsea que confirmó lo que llevaba gritando toda la temporada. El mediocampo es un ente subestimado dentro del fútbol. Se puede jugar sin él, y se puede ganar.


Claro que esa filosofía es tremendamente acertada si el que está delante del medio campo es un futbolista como Drogba, a día de hoy el más fabuloso jugador de espaldas a la portería rival. Más allá de su pegada, de su técnica y de su poderosa capacidad de intimidación gracias a su cuerpo del ébano, Drogba tiene una inteligencia superior para practicar este deporte. Muchos africanos basan su potencia y su juego en lo físico combinado con algo de técnica, pero es complicado encontrr un africano tan inteligente en el campo como el marfileño. Cada movimiento es una acción de peligro y, Drogba, junto a Villa, Pato o Ibrahimovic es uno de esos jugadores capaces de sacar un gol de la nada, de pegarse más de ochenta minutos con toda la defensa para conseguir que en algún momento falle. El martes lo terminó consiguiendo aunque no interviniera directamente en la jugada tras 94 minutos de juego el Liverpool iba por delante en el marcador, tras un partido bueno, con un Xabi Alonso majestuoso para lo llamativo y para el trabajo sucio, con Kuyt corriendo de nuevo 300.000 kilómetros y con Gerrard y Torres en su habitual línea. El Chelsea despreció como lleva despreciando el mediocampo durante toda la temporada. Jugadores como Ballack, Malouda o Lampard deberían sentirse frustrados en un equipo como este. Y finalmente, Riise, cuando todo terminaba con un favorable 1-0 para los reds, se metió un gol en propia augurando un dificilísimo partido en Stamford Bridge.


Decía hace un par de días que es probable que el Barça haga tres partidos épicos y que gane la Copa de Europa. Sigo sin descaratarlo a pesar del 0-0 del Camp Nou. El Barça jugó su partido más digno en dos años, diría yo. Ante el Manchester y con la importante aportación de Deco (verdadera pieza clave de este equipo) dominó e intimidó durante buena parte del partido a un agazapado pero seguro United. Sin embargo, a pesar de los regates de Messi y el criterio de Deco el Barça tiró escasas dos veces a puerta. Y así, no se le gana a un equipo como el Manchester United. El Manchester por su parte se dedicó a esperar atrás y a pasar un par de apuros con su sólida defensa capitaneada por Ferdinand. Arriba, Rooney estuvo desaparecido, Tévez no se enteró de nada y Ronaldo hizo poco tras fallar el penalty. Curiosa debilidad mental la del portugués, fue fallar la pena máxima y desaparecer. El mito que le persigue y que dice de él que desaparece en los partidos grandes lo ha de derrumbar a la vuelta, en casa, en el Teatro de los sueños, contra un dominador pero poco peligroso Barcelona, que sin Eto'o en plena forma no encuentra referencia ofensiva más allá de la virtuosidad de Messi. Afortunadamente, no auguro una final Barcelona - Chelsea, principalmente por parte de los culés.

Vía | Más que Fútbol, As
Imagen | Marca, As

Más que Fútbol ● 2008

3 Comentarios:

Pablo Orleans dijo...

Aún confío en los de Rijkaard para llegar a la final de la Champions y ganarla.
Aún confío en Eto'o para marcar un golito que nos haga soñar con esa ansiada final.
Aún confío en Leo, que con sus eléctricos regates ponga en aprietos a la defensa del United.
Aún confío en un Valdés que haga de Casillas y neutralice los disparos de la delantera inglesa.
Aún confío en los pocos minutos que tendrá Bojan y en sus ganas de ganar.
Aún confío en una defensa que, aunque a veces parezca lenta, el martes que viene sea la más rápida del mundo.
Aún confío en que "los pequeños" vuelvan locos a Scholes y compañía.
Aún confío en un Zambrotta que hizo desaparecer a Ronaldo.
Por último, aún confío en un Barça que me vuelva a recordar a ese que ganó la Champions jugando a lo que sabe....al fútbol.
Un saludo.

Anónimo dijo...

El Manchester me defraudó totalmente. Parecía un equipo italiano jugando a la contra y sin atacar. Por ello, el Barcelona merece pasar a la final junto al Liverpool.


Me gusto como jugó el Barça, sólo le falto puntería.

Un abrazo.