jueves, 17 de abril de 2008

El Valencia se reinventa (Valencia 3 - 1 Getafe)

Andrés Pérez | El Getafe es al fútbol lo que una fiesta improvisada por la noche entre amigos que se conocen poco o muy poco a las fiestas. Me explico. Empieza mal, poco a poco se convierte en una gran noche y termina mal, con resaca y sin saber ni cuándo ni dónde ni cómo ni qué ni quién ni porqué. El Getafe, comienza horrible, en la portería, poco a poco se va formando un equipo de calidad toque y elegancia, pero toda esa clase canalizada en jugadores como De la Red, Granero o Casquero, no es finalizada por un delantero que marque diferencias o que a lo sumo, marque goles, algo bastante útil en los tiempos que corren. Y en la final de anoche se demostró porqué el Getafe se está ganando una fama merecida de equipo que juega bien y divierte pero no gana títulos. Algo así como el último Arsenal de Arsene Wenger. Perdedor eternamente inmerecido. Anoche, ni Ustari ni Manu del Moral supieron ni cuándo, ni dónde, ni cómo, ni qué, ni quién y sobre todo ni porqué.


Predije en su día que un equipo sin delantero de nivel no podía ser grande. Y lo mantengo ante los resultados que el Getafe ha ido cosechando. Dos finales de la Copa del Rey, dos derrotas. Una eliminatoria de infarto, fuera de la UEFA. Si bien los medios son probablemente los mejores de España y de los mejores de Europa, el resultado final es cuanto menos decepcionante. Porque da igual tener el reconocimiento mundial, da igual que en la prensa te elogien y da igual que tus jugadores sean cotizados en media Europa. Jugar bien no importa a nivel profesional si al final el que acaba acaparando las portadas es Koeman. El Valencia ganó, lo mereció y hasta se podría decir que estaba más necesitado que los azulones, pero el partido dejó otras conclusiones más allá de si el Valencia o el Getafe estaban muy necesitados o no. Que lo estaban.


Lecturas tan interesantes, como por ejemplo, la calidad de Granero. Granero debe ser jugador clave de la selección de aquí a dos años. Me recuerda enormemente a un clásico jugador de los 70. Delgado, desaliñado, barba de más de tres días, botas Copa Mundial, medias bajas y elegancia y clase sorprendiendo a todo el mundo que le imaginaba torpe y zafio. Nada de eso. Granero es un jugador diferente a cualquier cosa que encontremos en España. Le pega bien a la pelota, tiene un regate exquisito, una técnica sublime, va bien de cabeza y tiene carácter. El suficiente como para agarrar el cuero cuando el Getafe, al término de la primera parte, se disponía a acortar distancias con un penlalty que sí era por mucho que los Marchena o Moretti de la vida se empeñaran en decir que no. Con toda la indignación del mundo sí, pero penalty.


Pero antes de esa acción hubo más. Decían en Carrusel que les recordaba mucho a la final de la Copa de Europa del 2000 cuando el Valencia era favorito y el Madrid la víctima. Los galones y la historia hicieron el resto para que el Real Madrid, que se quedó quinto en Liga recibiendo varapalos tan escandalosos como un 1-5 del Zaragoza en el Bernabeú, alzara la octava. El Valencia lloró ese año, y al siguiente también. Los símiles con el Getafe son (aunque alejados) cercanos. Salió el Valencia al campo con tranquilidad y una seguridad que en ningún momento de la temporada fue capaz de mostrar. Con la seguridad que da tener un tipo como Silva arriba. Un jugador diferente, magia de Arguineguín, herencia genética. O Villa, dinamita pura. O Baraja. El caso es que la experiencia es un grado y entre los tres armaron la primera jugada del Valencia que remató Mata a gol no sin antes rozarla lo justo Arizmendi para que Ustari no llegara. 1-0. El Valencia a lo suyo y el Getafe perdido. Córner, Ustari se queda bajo la línea de cal y gol de Alexis. Destino fatal para los madrileños que veían como otro año más la final se les escapaba. Si el año pasado fue contra el mejor Sevilla de siempre, este contra el peor Valencia como mínimo de la década.


Pero el Valencia marcó demasiado pronto los dos goles y le entró el tembleque que colea durante toda la temporada. Erraron en la estrategia. Actuaron exactamente igual que actuó el Arsenal frente al Liverpool en Anfield. Con el partido ganado y el rival groggy, especularon. El Valencia reculó y el Getafe pensó acertadamente que hubo una vez en la que sabían jugar muy bien a esto del fútbol. De la Red primero y Granero después hicieron el trabajo. A crear, a jugar, que sabemos, se debieron decir. O lo dijo quizá Contra, rumano al que deberían nacionalizar getafense primero por los ánimos que insufló al equipo que se asustaba de sí mismo y luego por provocar lo suficiente a Moretti en el área como para que entrara al tobillo sin pudor delante de Fermín, el del banderín. Penalty y volvemos a Granero. Tranquilidad, sobriedad, ajustado (demasiado para los nervios del Getafe) y gol. 2-1 al final de la primera parte y con el Getafe envalentonado. El Valencia no respondía y estaba mucho más cansado que un desgastadísimo Getafe.


Y ahora viene la parte en la que el Getafe remonta por la inercia del partido y el Valencia se viene abajo por la inercia de la temporada. Pero hay algo mucho más potente que esas dos inercias juntas. La inercia de la experiencia, de los millones y de la Historia. Descubrimos al Granero regateador y al fusilador desde fuera del área en una sola jugada y además, el poco presupuesto del Getafe. Meritorio que hayan llegado hasta tan arriba con Del Moral o Ustari. Sin embargo, quienes acabaron con el Getafe fueron los cambios. Esta vez, error de Laudrup, que quitó al que jamás debería quitar: Contra. Y luego a Casquero. Pablo y Celestini acabaron desquiciados y sin demostrar nada. Al Geta se le olvidó que iba perdiendo obsesionado con jugar bien y no atacó nada o casi nada en la segunda parte más allá de jugadas aisladas de Albín (buen jugador) y de Granero (lo dicho). De la Red no cuajó un buen partido, ni Cortés, ni siquiera Casquero. Demasiada presión para una final que se repetía.


Y cuando peor estaba el Valencia dejó de apretar el Getafe. Firmó su sentencia de muerte. Un peligroso cabezazo de Braulio después, el Valencia se encontraba a 35 metros de la portería de Ustari con el balón parado. Trallazo de Baraja, mal despeje de Ustari y gol de un tipo que pasaba por allí y ya de paso le daba la Copa al Valencia. Morientes. Recuperando su particular gloria y porqué no decirlo, suerte, acabó con el Getafe. El Getafe es un perdedor inmerecido, un mártir por su causa, un equipazo sin títulos. El Calderón era una fiesta naranja mientras las caras azules pensaban que la importancia de tener un buen portero está infravalorada. Como la de un buen delantero. Hoy en día no se arregla todo jugando bien. Desgraciadamente. Desgraciadamente.

Nota aparte: No quería dejar pasar la oportunidad para comentar dos actitudes. La primera por parte de un periodista de Carrusel Deportivo que ensucia la buena imagen del fantástico programa. Morata. Entiendo que sea del Valencia pero el debería entender que no sólo le escuchan valencianos. Comentarios en alusión al Valencia y en claro síntoma de ánimo a su equipo, de (no un invitado, insisto) un trabajador como él no deberían escucharse por respeto a quien sea del Getafe. Está cobrando para informar, no para convertirse en un hooligan dentro de un estudio. Y por otro lado Marchena. Solo un detalle. Minuto 88, Celestini entra pasado de vueltas a Silva y le deja en el suelo. Obviamente roja. Marchena a la cabeza, medio Valencia recorre 70 metros para cantarle las 40 a Celestini. Marchena pasa y se va a buscar a Cata, que pasaba por allí. Sin comentarios. ¿Cómo ha llegado a la selección, a representarnos?

Vía | Más que Fútbol
Imagen | Marca

Más que Fútbol ● 2008

8 Comentarios:

Miki Salazar dijo...

El fútbol es así de injusto, siempre lo ha sido y siempre lo será. Al igual que las finales siempre serán finales. De ahí su gran magia.

El partido ha tenido muchas fases. La del Valencia irreconocible que mete dos goles en 10 minutos y que deja en 'sock' al Getafe. También la de la reacción y el acoso azulón que consigue un gol al borde del descanso que le hace soñar. Tras el descanso más de lo mismo, hasta que el cansancio comienza a hacer mella en los jugadores y el partido muere lentamente. Y por último, aparece el matador, el 'killer', el 'moro' o como dice Lama "ese moro enamorado de la luna". Sí, apareción Morientes, y sí, marcó, y sí, mató el partido por completo.

La verdad es que el Getafe echa de menos la velocidad de Uche (lesionado en el partido de UEFA) o el olfato goleador de Dani Güiza. Una pena lo de este equipo, pues no se lo merece.

Al igual que no se lo merece el Valencia y mucho menos Koeman, que en un día a conseguido un título y de regalo un billete a Europa para la temporada que viene.

Un saludo

Pablo G. dijo...

Los seguidores ché se merecían la alegría y ahora tienen que asegurar la permanencia y decidir el próximo proyecto, que dudo sea con Koeman. Saludos

Carrusel Deportivo dijo...

Para el Valencia ha sido una gran alegría después del año que llevan.

Una pena para el Getafe, de nuevo.

Como se suele decir: el fútbol es así.

Un saludo.

Diego Martel dijo...

Hola tengo un blog de Betis y me gustaría poder contar con tu blog entre mis links.
¿Intercambiamos links?
Contesta en mi blog si aceptas, gracias
http://mibetisdiego.blogspot.com
un saludo
No se merecio ganar

Dani Jerez dijo...

Que pena me da por el Getafe. Dos finales consecutivas palmando y encima despues de lo del Bayern. Yo creo que el futbol le debe algo al Geta, ya le van tocando alegrias despues de tanta desgracia.

Un saludo de http://cibermadridista.blogspot.com

Alvaro dijo...

Fue una final preciosa, al menos para mí, aunque me hubiese gustado que ganase el Getafe. El Valencia dominó, aunque como bien dices le entró la pájara aún ganando 2-0. Creo que es un justo campeón.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

El Valencia ganó con total justicia. Planteó mejor el encuentro, sus jugadores rindieron a tope y supieron sacar el máximo rendimiento a sus ocasiones. El Gefate empezó fatal y ya no se encontró cómodo nunca. Un abrazo.

Fernando Castellanos dijo...

Hombre, el año pasado el Geta tenía un killer como Güiza y palmó, y por ejemplo el Arsenal tuvo éste a Adebayor y tampoco alcanzó la gloria. Un gran delantero es necesario pero hay más cosas imprescindibles. Una, que el azar también juegue un poco a tu favor.

Buen blog, macho. ¡Qué currada! A seguir así. I like this!

Salut!