Andrés Pérez | Ayer Mundo Deportivo se descubría con esto:
Lo comentaba Louis en La Libreta de Van Gaal con un escueto titular: «El Piqué se nos ha echado una novia artista», parodiando el típico comentario de vecina de pueblo chismorreando sobre esta juventud, mire usted, alborotada y libertina. Es posible que la portada no merezca ningún comentario de más, pero no he podido evitar ver en este extraño ejercicio periodístico el paso adelante, la evolución de la prensa deportiva. La fusión definitiva del amarillismo sensacionalista y la prensa rosa, todo en un mismo ente con el deporte como vaga excusa de fondo.
Mundo Deportivo puede presumir de inventar un nuevo género. Aún sin nombre, pero nuevo a fin de cuentas. Hoy, mientras repasaba en Google Reader los nuevos posts de los blogs que acostumbro a leer, he comentado dicha portada en Twitter.
La respuesta de Mundo Deportivo ha sido la siguiente.
Y aquí radica el auténtico drama del periodismo deportivo nacional: aún no se sabe diferenciar entre lo que interesa y lo que es noticiable. Es decir, el abc básico del periodismo. En el caso de la noticia de Piqué y su relación con otro personaje de cierta fama, no se está juzgando el hecho de que interese a los lectores de Mundo Deportivo o no. Se juzga la noticabilidad de ese hecho en un periódico que en su propia mancheta se define como deportivo. ¿Qué tiene que ver con el deporte, más allá de la profesión que desempeña Piqué, su relación con una cantante? Poco o nada.
En las redacciones de los cuatro principales periódicos deportivos se ha sacrificado el periodismo en pro del interés del lector. Es la historia de nunca acabar. El periodismo no es darle al lector únicamente lo que reclama. Es ejercer periodismo. Y este tipo de portadas distan mucho de ello.
Vía | La Libreta de Van Gaal
Lo comentaba Louis en La Libreta de Van Gaal con un escueto titular: «El Piqué se nos ha echado una novia artista», parodiando el típico comentario de vecina de pueblo chismorreando sobre esta juventud, mire usted, alborotada y libertina. Es posible que la portada no merezca ningún comentario de más, pero no he podido evitar ver en este extraño ejercicio periodístico el paso adelante, la evolución de la prensa deportiva. La fusión definitiva del amarillismo sensacionalista y la prensa rosa, todo en un mismo ente con el deporte como vaga excusa de fondo.
Mundo Deportivo puede presumir de inventar un nuevo género. Aún sin nombre, pero nuevo a fin de cuentas. Hoy, mientras repasaba en Google Reader los nuevos posts de los blogs que acostumbro a leer, he comentado dicha portada en Twitter.
La respuesta de Mundo Deportivo ha sido la siguiente.
Y aquí radica el auténtico drama del periodismo deportivo nacional: aún no se sabe diferenciar entre lo que interesa y lo que es noticiable. Es decir, el abc básico del periodismo. En el caso de la noticia de Piqué y su relación con otro personaje de cierta fama, no se está juzgando el hecho de que interese a los lectores de Mundo Deportivo o no. Se juzga la noticabilidad de ese hecho en un periódico que en su propia mancheta se define como deportivo. ¿Qué tiene que ver con el deporte, más allá de la profesión que desempeña Piqué, su relación con una cantante? Poco o nada.
En las redacciones de los cuatro principales periódicos deportivos se ha sacrificado el periodismo en pro del interés del lector. Es la historia de nunca acabar. El periodismo no es darle al lector únicamente lo que reclama. Es ejercer periodismo. Y este tipo de portadas distan mucho de ello.
Vía | La Libreta de Van Gaal
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