lunes, 21 de febrero de 2011

Ander, Dubai y Javier Aguirre


Miki Salazar | La venta de Ander Herrera no ha dejado indiferente a ningún aficionado blanquillo. El futbolista criado en las categorías inferiores del Real Zaragoza se marcha a final de temporada. La razón son los 11 millones —primas por objetivos incluidas— que en su día el equipo del Nervión ofreció al conjunto maño. Ander es un símbolo dentro de la plantilla, uno de sus mejores jugadores y promesa del fútbol español. Sin embargo las críticas sobre su venta están fuera de lugar. El Zaragoza, nos guste más o menos, es un equipo vendedor, siempre lo ha sido, y mientras la situación no cambie y vuelvan tiempos mejores siempre lo será. Además, la oferta por el mediocentro es más que razonable teniendo en cuenta que todavía no ha explotado ni se ha convertido en el jugador que se espera. Puede que algún día lo sea y que su precio se dispare, pero entonces que nadie se lamente puesto que Ander ha sido un buen negocio para el Zaragoza.

Parte de las críticas por su venta surgieron tras la noticia de que un fondo soberano de Dubai estaba intentando la compra del club. Una operación que provoca tanta ilusión como sombras tiene la información. No se conoce rostro alguno que represente a los dubaitíes ni ha existido ninguna novedad al respecto que no sea un problema en los avales. Es decir, parece que el asunto va para largo y habrá que tener paciencia. Lo que es indudable es que de confirmarse —entendiendo que la deuda sería asumida y por tanto desaparecería— el Real Zaragoza resucitaría. No es la mejor opción, ni mucho menos, pero con la situación actual la entidad no está para exigir. Sólo queda rezar para que de la noche a la mañana seamos un club saneado, objetivo prioritario, y saber aprovechar las segundas oportunidades.

Quien sí que ha aprovechado su oportunidades Javier Aguirre. El mexicano cogió un equipo roto, sin identidad ni síntomas de mejora y ahora parece un equipo y todo. Nada que ver con lo visto la primera mitad de temporada. La derrota ante el Hércules parece haber dinamitado de nuevo la moral del aficionado. Porque si en algo somos especialistas es en subirnos demasiado rápido a la nube del optimismo. Ahora, a un punto del descenso, parece que se vuelve a principio de temporada donde el Real Zaragoza. Pero no es así, la verdad es que la salvación es posible, el camino es el correcto y solo queda perder la inocencia que está caracterizando al equipo esta temporada. El vasco sabe lo que hacer y si los jugadores quieren, el año que viene seguiremos en la máxima categoría.

Imagen | Golfútbol

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