Andrés Pérez | Tal cual. Porque, a título personal, comienzo a estar más que harto de la Federación Española de Fútbol y del panorama futbolístico de este país, en términos genéricos. No hablo en este sentido de lo que sucede dentro del campo, si no de lo que se cuece ajeno al mismo. Más allá de las paredes del estadio, en los despachos decorados por mesas de madera de pino gallego, retratos de los retoños, puros, corbatas, americanas y demás utensilios que componen la vida de los administrativos. Están consiguiendo sin rubor alguno que comencemos a ser el absoluto hazmereír de Europa y del mundo civilizado en términos genéricos, como suele suceder en España, por otro lado. Me explico tras semejante declaración de intenciones: este año la Copa del Rey de asco. Y lo da porque la incompetencia supina y el favoritismo absoluto de la Federación hacia los clubes grandes es cochambroso y vergonzoso. Explíquenme si no porqué el todopoderoso Barcelona, el multimillonario Madrid, el boyante Sevilla y el patético Atlético se enfrentan a rivales de menor enjundia que el resto de equipos de primera división. Y porqué, por ejemplo, el Zaragoza se la pega contra el Málaga y viceversa.
¿Es eso justicia? ¿Es eso fomentar una competición que puede servir de vía de escape para muchos conjuntos de menor talla que los europeos? La lógica apunta hacia todo lo contrario. Y es la Federación la única culpable de que se haya creado tan lamentable situación, por la cual la Copa del Rey cae aún en un mayor desprestigio que durante los años previos, si es que es posible. Que la Federación es un grupo de pensadores mediocres es un hecho plausible y a la luz de toda la sociedad interesada en el fútbol español. Pónganse en el lugar de los equipos pequeños de primera. ¿Merece la pena machacarse por un título apenas imaginable y perder fuerzas de cara a la lucha por la salvación? ¿De verdad es posible ganar la Copa del Rey mientras los mejores equipos luchan contra conjuntos dos categorías por debajo de ellos? Pues no. Y así, la Copa del Rey, un año más, quedará reducida a un simposio de partidos intrascendentes y secundarios a excepción de la final, donde todo serán vanaglorias del fútbol español y comentarios forofos y propagandistas del tipo, qué bonito, cuánta gente, qué grande es la Copa.
Con todo el respeto, el mismo que no merecen, les envío su Copa del Rey, su farsa, para que la coloquen donde la deseen. O bien en una vitrina o bien en el ángulo obtuso de su bisectriz. Propongo desde ya un sistema exactamente igual, punto por punto, al inglés, tierra que verdaderamente sabe ser justa y ecuánime con todos los equipos y que respeta las tradiciones, por no hablar de su innegable talento a la hora de aplicar aspectos modernos a un deporte centenario. Hasta entonces no disfrutaremos de eliminatorias a partidos único, de sorteos puros sin favoritismos ni de sorpresas de equipos pequeños, por no hablar de una cobertura televisiva y mediática adecuada o de una final en una sede fija. Hasta entonces caballeros, esta no es nuestra Copa. Es la vulgar mentira que han creado los mediocres directivos de la Federación.
Imagen | Ligafútbol, Fútbol 91
¿Es eso justicia? ¿Es eso fomentar una competición que puede servir de vía de escape para muchos conjuntos de menor talla que los europeos? La lógica apunta hacia todo lo contrario. Y es la Federación la única culpable de que se haya creado tan lamentable situación, por la cual la Copa del Rey cae aún en un mayor desprestigio que durante los años previos, si es que es posible. Que la Federación es un grupo de pensadores mediocres es un hecho plausible y a la luz de toda la sociedad interesada en el fútbol español. Pónganse en el lugar de los equipos pequeños de primera. ¿Merece la pena machacarse por un título apenas imaginable y perder fuerzas de cara a la lucha por la salvación? ¿De verdad es posible ganar la Copa del Rey mientras los mejores equipos luchan contra conjuntos dos categorías por debajo de ellos? Pues no. Y así, la Copa del Rey, un año más, quedará reducida a un simposio de partidos intrascendentes y secundarios a excepción de la final, donde todo serán vanaglorias del fútbol español y comentarios forofos y propagandistas del tipo, qué bonito, cuánta gente, qué grande es la Copa.
Con todo el respeto, el mismo que no merecen, les envío su Copa del Rey, su farsa, para que la coloquen donde la deseen. O bien en una vitrina o bien en el ángulo obtuso de su bisectriz. Propongo desde ya un sistema exactamente igual, punto por punto, al inglés, tierra que verdaderamente sabe ser justa y ecuánime con todos los equipos y que respeta las tradiciones, por no hablar de su innegable talento a la hora de aplicar aspectos modernos a un deporte centenario. Hasta entonces no disfrutaremos de eliminatorias a partidos único, de sorteos puros sin favoritismos ni de sorpresas de equipos pequeños, por no hablar de una cobertura televisiva y mediática adecuada o de una final en una sede fija. Hasta entonces caballeros, esta no es nuestra Copa. Es la vulgar mentira que han creado los mediocres directivos de la Federación.
Imagen | Ligafútbol, Fútbol 91
2 Comentarios:
Siento que ayer no hubiera actualización de la Jornada 8. Me fue del todo imposible.
El Zaragoza estaba en el bombo de equipos de segunda,podia tocarle un segunda o un primera.
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