martes, 26 de mayo de 2009

Valladolid y Betis se inmolan (Jornada 37)

Andrés Pérez | El drama de cada año. Éste, en concreto, semejante al del anterior. En la lucha por la supervivencia, por mantenerse un año más en Primera y seguir gozando de los beneficios económicos que los contratos televisivos otorgan, conviene no desistir hasta que todo este perdido. Ni considerar que la temproada está salvada pese a que, a diez jornadas del final, uno ostente, altivo, trece puntos por encima de los puestos de descensos. Conviene mantenerse fiel a uno mismo, no perder la cabeza, quizá confiar en el proyecto y en el entrenador de turno, luchar, sufrir, creer. Tener fe. El Sporting la ha tenido durante toda la temporada y por eso venció en Valladolid. En pucela, por su parte, se dejaron arrastrar por una corriente efímera. Tres puntos de treinta posibles es motivo suficiente para descender. Y, en estas, ennegrecida por la larga sombra de la final de la Champions, se presentará el próximo fin de semana la jornada decisiva. En la que, un año más, quien gane se salva. El gol de Luque así lo ha designado. El Betis decidió inmolarse hace tiempo, en Málaga no hizo más que confirmarlo. Tanto los andaluces como el Valladolid le dan vida a los demás.

El Valladolid, ganando al Sporting, se salvaba. Ni más ni menos. Una utopía, por completo, puesto que el gol para el conjunto de Mendilibar parece ser pecado. Se adelantó el Sporting, empató el Valladolid gracias a un jugador sublime, elegante y rebosante de clase y altanería llamado Pedro León; sin embargo, el Sporting, empujado por su afición, inagotable e incansable desde cualquier grada en que el conjunto de Gijón juegue un partido, desempató el encuentro. Fue Bilic. Le dio vida. Hoy el Sporting lo tiene relativamente fácil. Como todos, ganando se salva. La diferencia es que se enfrenta a un rival caído, al Recreativo, que perdió en casa ante un Racing que se jugaba la definitiva permanencia, no fuera a sucederle lo que finalmente sufrió el Betis. Empatar, o perder, plantarse en la última jornada con serias posibilidades de descener. Una losa psicológica que siempre hunde al equipo más bonito. Si el Zaragoza fue quien el año pasado no tenía equipo para luchar por el descenso, es el Betis este año quien asume ese papel.

Como Osasuna venció al apático Barça campeón de Liga, se sortea un puesto de descenso para cinco equipos. Por este orden: Betis, Valladolid, Getafe, Sporting y Osasuna. Al enfrentarse Betis y Valladolid entre sí, quien gane se salva. Sobran las explicaciones. El Osasuna se enfrenta al Real Madrid más lamentable de los últimos tiempos en casa, con lo que, su aparente victoria debiera estar asegurada. Nunca se sabe cómo puede reaccionar un equipo tan intempestivo e irracional como el Madrid, sin embargo, ante la falta de obejtivos y la amenaza que se cierne sobre el equipo de reestructuración total, se antoja complicado que el equipo de Juande Ramos plante cara seriamente. El Getafe, que hundió al Numancia no sin agobios, pugnará con un Racing en tierra de nadie; el Sporting se la juega en casa ante el ya descendido Recreativo, el rival que fue y Betis y Valladolid, en casa de los verdiblancos, vivirán un drama. El empate sólo le sirve el Betis, y una derrota podría hundir a sendos. Tiene el Valladolid todas las papeletas para descender, sí, por trayectoria y por jugar contra el más fuerte en su casa. Sin embargo, las jornadas finales, cuando se juegan con la soga al cuello, con la amenaza de un descenso, son impredecibles.

El partido en Valladolid |



Vía | Más que Fútbol, YouTube
Imagen | Marca

Más que Fútbol ● 2009

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