martes, 4 de mayo de 2010

Nueve equipos, tres jornadas

Andrés Pérez | Pocas veces, a falta de tres jornadas para que finalice el campeonato, el drama por la supervivencia implicaba a tantos equipos. Se trata de un efecto colateral de la tiranía de los equipos grandes frente a los pequeños: las diferencias aumentan diferentes, no entre iguales. Así, nueve equipos se enfrentan a las tres últimas jornadas de Liga con posibilidades de caer en el pozo de segunda del que tanto cuesta salir. Entre tanto, el Madrid firma el récord de victorias históricas en una liga y el Barça ha de ser campeón con 99 puntos. "La mejor liga del mundo".

Los devenires de la temporada han derivado en una igualdad encarnizada o en un nivel paupérrimo generalizado. Más allá de cualquier otra consideración, que haya tantos equipos metidos en la lucha por no descender es sinónimo de escasez de talento. La situación debería hacer que la Liga se replanteara el reparto de los beneficios televisivos y las exageradas diferencias entre clubes ricos y clubes pobres, pero como es habitual no lo hará, ya que amén de su habitual incompetencia no tiene suficientes arrestos para restar privilegios a los grandes.

Pero centrémonos en lo meramente futbolístico. Incluso el Xerez, a falta de tres partidos para el final, tiene posibilidades matemáticas de salvarse, deshauciado como estaba a principio de temporada. Valladolid y Tenerife le acompañan hoy en las posiciones de descenso, pero se pueden salvar, especialmente los tinerfeños, a dos puntos del oxígeno. Y por encima, una pléyade de equipos arremolonados en tres puntos: Málaga, Racing, Zaragoza, Almería, Sporting y Osasuna, que perdiendo frente al Madrid se complicó al vida. Como lo lleva haciendo el Sporting toda la segunda vuelta; como, a pesar del soplo de aire fresco que supuso Lillo, lo ha hecho el Almería; como, dejándose llevar, también ha caído el Racing.

Entre tanto, Tenerife, Valladolid y Zaragoza reaccionaron a tiempo, antes de que fuera demasiado tarde y tan sólo uno de ellos pudiera salvarse. Loable es la actitud del Tenerife, que lleva tres partidos seguidos ganando; extraño es el comportamiento del Valladolid, equipo que adolecía de una falta de competitividad notable; lógica ha sido la reacción del Zaragoza: siete incorporaciones invernales que han remodelado el conjunto de la mano de José Aurelio Gay, quien a pesar de las críticas ha encaminado al equipo hacia un salvación probable por calendario pero discutible porque esto es fútbol.

Paradójico es el caso del Zaragoza, o más bien paradigmático: a pesar de haber vencido al Sevilla o al Valencia en su campo y de ser uno de los mejores equipos de la segunda vuelta no ha conseguido zafarse de las garras del lodo del pozo del descenso. Decidor, tal dato, tal vez, de la paupérrima igualdad que existe en la oscuridad del fútbol español; o, de la admirable forma de aferrarse a la supervivencia de Tenerife, Valladolid, Xerez y Zaragoza. Al tiempo que entre ellos no pudieron distanciarse, provocaron la caída de cinco conjuntos más.

Nueve equipos se juegan la vida en tres jornadas. Tan triste situación es un espectáculo de mayor atractivo que la dictadura bis a bis de Barcelona y Real Madrid. Les invito a disfrutar, si pueden, de las tres últimas jornadas por abajo. Olvídense del campeón de Liga, aquello no tiene misterio en comparación del verdadero drama.

Lectura relacionada | La gran congestión de la otra Liga (El País)
Imagen | El País

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