miércoles, 21 de junio de 2006

Y los fantasmas volaron (España 3 - 1 Túnez)


He de confesar que yo había perdido toda esperanza. Sí, en mi mente ya merodeaban aquellos entes sin alma susurrandome al oído cosas como "Cardeñosa..." o "Al Ghandour...", hasta me vino a la mente el fatídico error de Zubizarreta en el 98, en la primera fase. He de confesar que otra vez desconfiaba del seleccionador, he de confesar que de nuevo jugando mejor que el rival perdíamos. He de confesar que veía a España sin futuro.

Pero de repente volví en mí. Y pensé ¿porqué me lamento de cosas que pasaron? ¿no es hora de cambiar algo?. Y mi subconsciente antes aturdido y miedoso ante tipos como Cásper o Dinio (fantasmas) ahora sacaba su cajita atrapa fantasmas a lo cazafantasmas y los mate con mi pistola de protones que capta la energía de los espíritus malignos.
Fue entonces y sólo entonces, cuando decidí que se había acabado el ir de víctima, que igual perdíamos, pero no sería por la mala suerte o por ser España, si perdíamos que fuera pensando que podíamos ganar hasta el final, o sin ir más lejos, apoyando y viviendo a España hasta el final. Y 39 millones de españoles debieron pensar en ese mismo momento lo mismo, todos debimos dejar atrás estas decepciones continúas sociales, todos debimos abandonar nuestra etiqueta de perdedores, y sólo así todos juntos avanzamos a otro nivel, y de alguna manera con nuestro pasado olvidado, empujamos a los nuestros a acabar con la dictadura del mal fario. Y remontaron.

Los jugadores debieron pensar lo mismo. O directamente no pensaron, simplemente jugaron. La afición tenía fantasmas que ella misma debía olvidar. Los jugadores no. Repasando la lista encuentras nombres como Xavi, Xabi Alonso, Iniesta, Luis García, Casillas, Míchel Salgado, Raúl, Puyol, gente que no sabe lo que son los fantasmas, gente que tiene Copas de Europa en su poder, gente que no ha vivido en carnes propias catástrofes como la de Corea (intencionada por el árbitro). Solo cuatro o cinco quedan de aquello, pero casi todos son ganadores, sin miedo y que creen en sí mismos. Quizás esto sea la clave de la selección.

Fantasmas olvidados, y jugadores ganadores, y con un estilo al que todos obedecen, guiádos por Luis Aragonés. El tipo que engaña a todos, nadie cree en él, y de momento va ganando. Lo de Sabio por algo se lo dirían, y de momento, me trago mis palabras de anteriores posts.
Una vez mezclados todos estos tres factores, España (país entero) se dispuso a remontar un partido que se puso cuesta arriba muy pronto, quizás demasiado, en el minuto 8´, en el que tras una jugada en la que Puyol, Pablo y toda le defensa de la selección se durmieron y uno listo como Jaziri dejó a Mnari solo para marcar no sin que antes Casillas hiciera una de las suyas, esta vez inútil.
España siguió a lo suyo, tocando hasta marcar. Como el Barça, no se puede negar, los paralelismos con el Barça de Rijkaard son evidentes, con el mediocampo de tres jugadores para crear por el centro y tres delanteros permutando constantemente. Así, con técnica y toque llegaron muchas ocasiones, pero ninguna fue gol.

En ese momento Luis Aragonés decidió quitar a Luis García (que para mí estaba haciendolo bien) y sacó a Raúl, discutible héroe nacional y por supuesto futuro titular ante Arabia. La duda es si seguirá de titular pese a jugar mal y si Luis se atreverá a sacar a los que juegan bien en detrimento de Raúl.
El otro cambio fue el de Senna (gris) por Cesc. Yo que quieren que les diga, Senna aporta trabajo y roba balones, pero en creación el día más lúcido de Senna no supera al más oscuro de Cesc.
En fin, que vistas las cosas y como el gol no llegaba, Aragonés sacó a Joaquín, y España que solo entraba por el centro abrió el campo, por lo que el muro tunecino en la medular también se estiró, y como el muro era de cartón piedra y no de hormigón armado, se resquebrajó.
En estas, las llegadas de Cesc se hicieron más palpables y la liberación de Xavi evidente. En una jugada de Joaquín, Cesc disparó y el portero tunecino concedió un rechace en los que el mundo se paraliza menos Raúl, listo como siempre para marcar a placer.
Con el campo abierto una contra, carrerón de Torres, pase magistral de Cesc, y regate de Torres al portero acabó siendo el segundo. Los fantasmas habían volado.

Aún quedaba tiempo para que a Torres le hicieran un penalty y lo tirara, tan mal que el fatídico portero tunecino se lo metió en propia.
Fin del partido, fin de los fantasmas, sabemos remontar y seguir con estilo, no perder los nervios. España ha cambiado. Un apunte, la jugada del primer gol fue de los tres cambios, ¿casualidad o esque Luis es más listo que el resto?, lo que sea con tal de ganar el Mundial.

2 Comentarios:

rafita dijo...

estaba jodido con el 0-1, y las ocasiones no eran claras, pero al final todo salio bien

un saludo

josepep dijo...

Hola amigo. Yo pienso que la clave fue la entrada de Cesc por un desdibujado Senna. Eso permitió a Xavi estar más suelto, gracias también al bajón físico que Túnez sufrió en el mediocampo. Se pensaron que con un gol iban a liquidar a España, y se olvidaron de atacar, limitándose a contener las embestidas de España. Craso error. Un apunte más: de acuerdo que en el gol de Raúl intervinieron los tres cambios, pero no acabé de ver con buenos ojos la entrada de Joaquín por Villa. Es que acaso el Guaje estaba haciéndolo mal? No. Es que Joaquín mejoró su nivel? Creo que tampoco. El partido se remontó a raíz de los cambios. Pero pienso que con el Guaje en el campo también se hubiera conseguido. Aunque Villa es una de mis debilidades, y quizá no soy del todo imparcial. Pero el que manda es Luis, y está claro que prefiere a Torres antes que a Villa. Saludos.