Andrés Pérez | Decía, en un amistoso ya lejano entre España e Italia, que siempre que la selección jugaba la sensación de inferioridad era absoluta. Como ante Alemania. Posiblemente las dos únicas selecciones ante las que mi subconsciente se empequeñece sin poder remediarlo. Italia, cuatro veces campeona del mundo, siempre termina ganando. Tarde o temprano. No falla. Y, bueno, para que nos vamos a engañar, el martes no fue el mejor día de mi vida cuando me enteré de que Italia sería el rival de España en cuartos. Prefería a Rumanía obviamente. Pero no pudo ser y supongo, que cosas del destino, algún día tendré que quitarme de encima el complejo de inferioridad ante Italia. España jugó y ganó ayer a una Grecia decadente que jamás fue lo que aparentó en 2004. Con los reservas, y éste, más allá del partido del domingo, creo que es un tema a destacar. De la Red, Fábregas, Xabi Alonso, Sergio García, Cazorla, Arbeloa, Albiol, Reina o Güiza son reservas. Muchos equipos pagarían cantidades ingentes de dinero por tener en sus filas a mediocampistas del calibre de los tres que alineó anoche España.
Por eso hay motivos para ser optimista. Porque los reservas, saliendo en la segunda parte, no sólo revitalizan y refrescan al equipo sino que en muchos casos incluso superan la calidad del sustituido titular. Por ejemplo, el cambio Fábregas - Xavi no afecta en nada al equipo, como el Cazorla - Iniesta o como el De la Red/Xabi Alonso - Senna. Y eso es una buena señal cuanto menos. Si las cosas van mal el banquillo puede darle la vuelta al partido. Si van bien, mantienen el nivel de los titulares. Ayer Xabi Alonso y compañía demostraron que España tiene profundidad y que tiene otro tipo de jugadores en el medio campo, más robustos, con más pegada y de desplazamientos en largo. Y eso, cuanto menos, es maravilloso para un equipo que aspira a ser campeón de Europa. Un equipo con variantes, con diferentes posibilidades, con riqueza en el banco y con la seguridad de no afectar en absoluto a su nivel ningún cambio. Con esto, se puede ganar una Eurocopa.
Porque otra cosa es que la ganemos con Italia de por medio. He de insistir en este pequeño o gran complejo de inferioridad ante los italianos. No es bueno dejarse llevar por la euforia aunque sea cierto que España haya demostrado que tiene equipo, jugadores y mentalidad. Aunque haya demostrado ya, que no es una milonga más como se preveía en el Mundial o en la Eurocopa 2004. En ciero modo me recuerda esta selección a la injustamente boicoteada en Corea y Japón 2002. Había juventud, variantes, ilusión, mentalidad ganadora y esa chispa de suerte necesaria para cualquier equipo que quiera ser campeón de algo. Y sin embargo, nos expulsaron, nos robaron el Mundial que se preumía nuestro. Por eso ahora no quiero imaginar que pasamos de cuartos, ni siquiera quiero imaginar el pitido inicial del partido. Porque no somos expertos en tener buena suerte ni ante los grandes ni ante nadie. Y si no, recordemos el codazo de Tassotti a Luis Enrique en otro robo escandaloso.
Bien, expulsado ahora todo ese miedo incontrolable que me acecha cada vez que Italia se enfrenta a España, he de decir que el partido en teoría es favorable a España. Con las bajas de Pirlo y de Gattuso y sin el clásico mediapunta imaginatvo y rápido que Italia siempre ha tenido a lo largo de su historia complementando los defensas y los medios de contención, España controlará el balón desde el minuto 1' hasta el minuto 90'. Temo que Italia salga al campo con 253 centrocampistas para controlar las llegadas desde segunda línea y el excesivo control de Xavi del partido. Eso sí, por mucho centrocampistas que colapsen la zona media siempre quedará el recurso de buscar un juego más directo a la espalda de dos centrales en absoluto rápidos, como lo son Panucci y Chiellini. Un detalle, Italia tiene la peor defensa en años y probablemente sea su línea menos segura. Un Chiellini que no da la talla y un Panucci más viejo que joven no deberían ser aval suficiente para frenar a Villa y Torres, los dos delanteros más en forma de Europa. Buffon sí y ahí hay motivos para temer. Un partido bueno suyo lo arregla todo, siempre bien compensado con otro bueno de Casillas.
Si en ataque la posesión de España puede rozar el 80% -salvo sorpresa de planteamiento tanto en uno como en otro equipo- en defensa es donde las dudas se disparan. Es ciero que ayer la pareja de centrales que regaló a Charisteas el gol de Grecia no va a ser la titular, pero es que la titular no me inspira ninguna confianza ante Toni. Puyol y Marchena tienen más oficio y pueden terminar por sacar de quicio al grandullón italiano, pero nos han metido tres goles y los tres han venido de centrocampistas grandes, difíciles de marcar por su movilidad y rematadores. Esto es, Toni. No está Pirlo y eso tranquiliza ya que ni Ambrosini ni Perrota son pasadores y De Rossi es probable que esté más ocupado en defender que en atacar. Donadoni es así. Por tanto, la amenaza de balones colgados es un hecho pero no lo es tanto si tenemos en cuenta que el mejor jugador de Italia con el balón no jugará. Resto para los italianos, sumo para los españoles.
España tiene mejor ataque y más recursos técnicos pero Italia isnpira miedo incluso con el peor equipo que haya pisado la capa de la tierra. Eso sí, deberíamos comenzar a mentalizarnos. Si no se llamara Italia, si se llamara Bulgaria, por ejemplo, afirmaríamos sin miedo a equivocarnos el probable pase a cuartos de final. Por jugadores, por juego mostrado y por equipo en general, España tiene posibilidades de pasar. Además, pienso que para los seleccionados se´ra más fácil motivarse ante Italia que ante Rumanía. No hay que tener miedo, obviando mi temor inusitado siempre que suena el Fratelli d'Italia. Hay que creer, como dije ya ayer. Creer en que por primera vez España es un equipo con las ideas claras, con buen fútbol y con mentalidad ganadora. Sólo queda esperar. Lo demás, sobra. Disfrutemos de los cuartos de final, esta noche mismo, plato fuerte: Portugal - Alemania.
Vía | Más que Fútbol, As
Imagen | Marca, As, El País
Más que Fútbol ● 2008
Por eso hay motivos para ser optimista. Porque los reservas, saliendo en la segunda parte, no sólo revitalizan y refrescan al equipo sino que en muchos casos incluso superan la calidad del sustituido titular. Por ejemplo, el cambio Fábregas - Xavi no afecta en nada al equipo, como el Cazorla - Iniesta o como el De la Red/Xabi Alonso - Senna. Y eso es una buena señal cuanto menos. Si las cosas van mal el banquillo puede darle la vuelta al partido. Si van bien, mantienen el nivel de los titulares. Ayer Xabi Alonso y compañía demostraron que España tiene profundidad y que tiene otro tipo de jugadores en el medio campo, más robustos, con más pegada y de desplazamientos en largo. Y eso, cuanto menos, es maravilloso para un equipo que aspira a ser campeón de Europa. Un equipo con variantes, con diferentes posibilidades, con riqueza en el banco y con la seguridad de no afectar en absoluto a su nivel ningún cambio. Con esto, se puede ganar una Eurocopa.
Porque otra cosa es que la ganemos con Italia de por medio. He de insistir en este pequeño o gran complejo de inferioridad ante los italianos. No es bueno dejarse llevar por la euforia aunque sea cierto que España haya demostrado que tiene equipo, jugadores y mentalidad. Aunque haya demostrado ya, que no es una milonga más como se preveía en el Mundial o en la Eurocopa 2004. En ciero modo me recuerda esta selección a la injustamente boicoteada en Corea y Japón 2002. Había juventud, variantes, ilusión, mentalidad ganadora y esa chispa de suerte necesaria para cualquier equipo que quiera ser campeón de algo. Y sin embargo, nos expulsaron, nos robaron el Mundial que se preumía nuestro. Por eso ahora no quiero imaginar que pasamos de cuartos, ni siquiera quiero imaginar el pitido inicial del partido. Porque no somos expertos en tener buena suerte ni ante los grandes ni ante nadie. Y si no, recordemos el codazo de Tassotti a Luis Enrique en otro robo escandaloso.
Bien, expulsado ahora todo ese miedo incontrolable que me acecha cada vez que Italia se enfrenta a España, he de decir que el partido en teoría es favorable a España. Con las bajas de Pirlo y de Gattuso y sin el clásico mediapunta imaginatvo y rápido que Italia siempre ha tenido a lo largo de su historia complementando los defensas y los medios de contención, España controlará el balón desde el minuto 1' hasta el minuto 90'. Temo que Italia salga al campo con 253 centrocampistas para controlar las llegadas desde segunda línea y el excesivo control de Xavi del partido. Eso sí, por mucho centrocampistas que colapsen la zona media siempre quedará el recurso de buscar un juego más directo a la espalda de dos centrales en absoluto rápidos, como lo son Panucci y Chiellini. Un detalle, Italia tiene la peor defensa en años y probablemente sea su línea menos segura. Un Chiellini que no da la talla y un Panucci más viejo que joven no deberían ser aval suficiente para frenar a Villa y Torres, los dos delanteros más en forma de Europa. Buffon sí y ahí hay motivos para temer. Un partido bueno suyo lo arregla todo, siempre bien compensado con otro bueno de Casillas.
Si en ataque la posesión de España puede rozar el 80% -salvo sorpresa de planteamiento tanto en uno como en otro equipo- en defensa es donde las dudas se disparan. Es ciero que ayer la pareja de centrales que regaló a Charisteas el gol de Grecia no va a ser la titular, pero es que la titular no me inspira ninguna confianza ante Toni. Puyol y Marchena tienen más oficio y pueden terminar por sacar de quicio al grandullón italiano, pero nos han metido tres goles y los tres han venido de centrocampistas grandes, difíciles de marcar por su movilidad y rematadores. Esto es, Toni. No está Pirlo y eso tranquiliza ya que ni Ambrosini ni Perrota son pasadores y De Rossi es probable que esté más ocupado en defender que en atacar. Donadoni es así. Por tanto, la amenaza de balones colgados es un hecho pero no lo es tanto si tenemos en cuenta que el mejor jugador de Italia con el balón no jugará. Resto para los italianos, sumo para los españoles.
España tiene mejor ataque y más recursos técnicos pero Italia isnpira miedo incluso con el peor equipo que haya pisado la capa de la tierra. Eso sí, deberíamos comenzar a mentalizarnos. Si no se llamara Italia, si se llamara Bulgaria, por ejemplo, afirmaríamos sin miedo a equivocarnos el probable pase a cuartos de final. Por jugadores, por juego mostrado y por equipo en general, España tiene posibilidades de pasar. Además, pienso que para los seleccionados se´ra más fácil motivarse ante Italia que ante Rumanía. No hay que tener miedo, obviando mi temor inusitado siempre que suena el Fratelli d'Italia. Hay que creer, como dije ya ayer. Creer en que por primera vez España es un equipo con las ideas claras, con buen fútbol y con mentalidad ganadora. Sólo queda esperar. Lo demás, sobra. Disfrutemos de los cuartos de final, esta noche mismo, plato fuerte: Portugal - Alemania.
Vía | Más que Fútbol, As
Imagen | Marca, As, El País
Más que Fútbol ● 2008
1 Comentarios:
En este partido serán importantes dos aspectos:
1) la mentalidad (saber competir, no cometer errores, ...)
2) la calidad
Si en el primero nos igualamos a ellos, vencemos seguro porque en el segundo punto les goleamos. Saludos
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