viernes, 4 de mayo de 2007

En Liverpool no todos aprendieron a tocar la guitarra (II)


Corría el año 1976 y el Liverpool, reciente ganador de la copa de la UEFA, se había metido entre los grandes de Europa. Clasificado para la Copa de Europa. Eran tiempos en los que los teutones dominaban en Europa, 3 años antes, el Bayern de Munich había conseguido alzar la orejuda consecutivamente, conducidos por Beckenbauer y rematados por Müller.
El dominio alemán, incontestable en clubs y selección (campeona del mundo en 1974), empezó a resentirse de la edad de sus estrellas, la mayoría en la recta final de sus carreras. Era año de Eurocopa, y como mandaba la tradición, Alemania Federal estaba en la final. Pero enfrente estaba la Checoslovaquia de Nehoda y Panenka, y el resto de la historia la conocemos todos.

Así que nuestro Liverpool, ante tanto teutón, se presentó con los avales de haber conseguido la UEFA y la Liga doméstica. No era un equipo eminentemente ofensivo, tan sólo marcó 66 goles en 42 partidos, la cifra más baja para un equipo inglés desde la Segunda Guerra Mundial. No importaba. Era una plantilla equilibrada la creada por Bill Shankly y continuada por Bob Pasiley, entre los que destacaba por encima de todos el ídolo de The Kop, el niño genio de Anfield: Kevin Keegan.


Este sería el gran inicio del mítico Liverpool. aquí sí que empezaría su época dorada, la suya y la de toda Inglaterra, porque no sólo los del Merseyde consiguieron copas de Europa (3). El Nottinghan Forest (ya habrá tiempo de hablar de este) y el Aston Villa se coronarían como campeones de Europa, dos y una veces respectivamente.
Pero es el momento de hablar del Liverpool. En sus inicios lo tuvo bastante fácil. Las dos primeras eliminatorias las saldó sin problemas, primero ante los irlandeses del Crusauders y más tarde ante los turcos del Trabzonspor. Estaban arrasando. Acompañados por el ambiente infernal de Anfield y por su excelente plantilla sólo recibieron un gol en contra por 10 a favor.

Europa vivía tiempos confusos. El Madrid, estuvo a punto de no jugar esta edición de la Copa de Europa, ya que un año antes el 'Loco del Bernabeú' casi había dejado sin mentón a Gerd Müller y al árbitro del encuentro Real Madrid - Bayern de Münich.
Además, se estaba produciendo un cambio generacional entre los equipos que aspiraban al trono. El Ajax había sido borrado por completo de la escena, el Milan también, de los equipos campeones sólo el Benfica, el Real Madrid y el Bayern de Münich estaban en las rondas eliminatorias. Era el apogeo de nuevos equipos, tales como el Torino (el segundo mejor Torino de la historia), el Brujas, el Saint Ettiene, el Zúrich, el Borussia Mönchengladbach o el gran Dinamo de Kiev de Blokhin. Tiempos de cambio.


Los grandes además, fueron cayendo poco a poco. Primero el Madrid, de manos del Brujas y posteriormente el mítico Bayern, de manos del Dinamo de Kiev. El Liverpool eliminó al Saint Ettiene y para completar los semifinalistas se unió el Zúrich.
Ya había semifinales. The Kop lo sabía, y estaba exultante, pletórica. Vivió como nunca la noche de la remontada frente al Saint Ettiene y explotó cuando Fairclough marcó el gol de la clasificación.
El pueblo de nuevo era feliz. Su equipo, el Liverpool iba camino de convertirse en el equipo más grande de Europa. El cielo, estaba cada vez más cerca.

Pero para alcanzarlo, había que pasar por el correoso Zúrich. No era un equipo excesivamente brillante, simplemente era un equipo. Un equipo que en ningún momento presentó batalla. En la ida, un 1-3 finiquitó la eliminatoria, y en la vuelta Anfield disfrutó con el 3-0 que daba paso a la final. Además, los jugadores crecían y crecían. Conducidos por Bob Paisley, entrenador y leyenda del Liverpool, no sólo Keegan y Toshak eran ya 'los buenos', Heighway, Phil Neal, Kennedy, Mc Dermott, todos ellos multiplicaron sus prestaciones ante el reto de ser campeones.


Un reto, que pasaba por ganar el Borussia Mönchengladbach. De nuevo. Ambos equipos se veían las caras otra vez desde la final de 1973 en la que el Liverpool (a ida y vuelta) se impusó agónicamente a un equipazo, que estaba dispuesto a mantener la hegemonía babárica en Europa. El Bayern había caído, pero ellos seguían vivos y coleando. Alemania quería continuar su reinado.
El problema para ellos, es que no era el tiempo de las salchichas, sino el del té a media tarde y el del 'fish and cheaps'.

El 25 de Mayo de 1977 se citaron en Roma ambos equipos. El entrenador del Mönchengladbach sabía del peligro de Keegan y puso a su particular perro de presa a marcarlo. Ese era Vogts. Defensa nato, de un carácter indomable, había apagado ya el fuego de Cruijff en la final del mundial del 74 y el de Blokhin en semifinales de este mismo año. Pero Keegan pudo con él, el niño prodigio de The Kop no pudo ser contenido por Vogts, que vió como una y otra vez se marchaba de su marcaje al hombre.
Mc Dermott adelantó al Liverpool, pero Simonssen empató en el 48'. Todo por delante y nada por decidir.


Era el momento de uno de esos guiños del destino que tanto han acompañado al Liverpool a lo largo de la historia. Tommy Smith, fue en las dos UEFA del Liverpool el capitán. Su veteranía, le había relegado a la suplencia, pero la lesión de Thompson le abrió un hueco en el once titular y... Marcó el 2-1. La locura, quedaban 25 minutos pero los aficionados se vinieron arriba. El cielo estaba a escasos centímetros.

Y como no podía ser de otra manera, esos centrímetos los completo Keegan. Terminó de bailar a Vogts, que harto de la indolencia del inglés que tanto atentaba contra su orgullo alemán, le derribó dentro del área. Phil Neal convirtió desde los once metros. Era el 84'. El cielo, ya se empezaba a teñir de rojo y los ángeles comenzaban a cantaban el 'You´ll never walk alone'. Pero el cielo sólo había empezado a teñirse...

Continuará...

Os dejo la final de la FA Cup del 77 entre el Liverpool y el Man U, el 7 de blanco es Keegan.



Vía | Más que Fútbol, Wikipedia
Fotos | De archivo, Toffs, WBLSC, Liverweb

7 Comentarios:

Kerlon dijo...

Fantastico blog. Pasaros por el mio k akabo de empzar. Comentare vuestros articulos con frecuencia
saludos

zaragocista dijo...

Muy emocionante, de verdad.

Espero que puedas seguir haciendo de estas historias, porque se aprende muchísimo. De todas maneras, engrandecer el mito del Liverpool es difícil, porque ya está a una altura de vértigo.


Saludos.

Anónimo dijo...

Pero el cielo solo había empezado a teñirse... muy buen final para dejarnos con las ganas.

El vídeo genial, hay cosas que nunca cambian.

Saludos!

Javi Saiz dijo...

jejeje que voy a decir yo...bueno la historia la conocía, me gusta como la explicas. Con Keegan hay mucha división opiniones, unos lo consideran un dios, y muchos otros un traidor. Solo decirte que es el numero 5 en la seleccion de jugadores de The Kop.

Saludos

Prismatico dijo...

Vaya articulo, hace que mi aficion al Liverpool crezca y quiero que gane la Champions mas que nunca. el video es de lo mejor, la aficion siempre esta al tope, salu2

Fernando Figueroa dijo...

La historia del fútbol me encanta, todo lo que se refiera a ella me es agradable y placentero,sigue contus ariculos, suerte

Anónimo dijo...

Para mí van a penales y ahí gana otra vez el Liverpool. Va a estar muy apretada esa final, pero la gana un equipo inglés.