jueves, 12 de febrero de 2009

Probablemente la mejor selección del mundo (España 2 - 0 Inglaterra)

Andrés Pérez | Digo más. El probablemente es puro eufemismo, corrección política, tan dada a nuestros tiempos. Probablemente indica que no hay seguridad en tu afirmación y yo creo firmemente que España, hoy por hoy y a tenor de lo visto una vez más, es la mejor selección del planeta. Sin parangón alguno. No hablo ya de resultados, ni de individualidades; tampoco quiero centrarme en títulos conseguidos recientemente ni en el futuro inmediato que pueda tener el equipo. España es la mejor porque practica un fútbol imposible para el resto, un fútbol que en absoluto tiene que envidiar algo a la mejor Brasil de 1970 o a la Holanda de Cruijff. Inglaterra lo sufrió ayer, con un equipo mediocre que justo le dio para capear el temporal español, mediada la segunda parte, lo mejor que pudo. Si hay algo achacable a España, cosa que dudo, es la poca agresividad que muestra en determinadas ocasiones. No es un mal mayor puesto que se ganó la Eurocopa con idéntica poca atracción por la goleada, pero es un pequeño resquicio por el que en un próximo Mundial una selección de un calibre mayor al de una pésima Inglaterra, puede destrozar el sueño de ser campeones del mundo. Un sueño, por muy repetitivo que se antoje, cada vez más real.

España da motivos para soñar. Dejando a un lado la espléndida Eurocopa, el equipo es precisamente eso. Un equipo. España no se sustenta en el individuo sino en el colectivo y eso provoca que estando incluso cualquier figura de primer nivel de la selección, que sin duda los tiene, a un ritmo bajo o en un segundo plano, el resto se eleva ante las adversidades para sacar de sí mismo lo mejor que tenga. Desconozco a estas alturas sin tal demostración de fútbol es la mecha encendida en la Eurocopa y se apagará en pocos meses o, si por el contrario, es el verdadero talento individual que se plasma en el colectivo de cada seleccionado. Probablemente tal disyuntiva se responda a que, en efecto, es la suma de ambas la que conduce a España a la arcadia feliz, sin algún tinte de ironía en éstas últimas palabras. El fútbol roza la perfección cuando la selección lo juega, para desesperación del rival que asiste impotente a un equipo superior en todos los aspectos, sueprlativo, a este ritmo histórico si no lo es ya. Una escuadra absolutamente brillante que nada tiene que envidiarle, definitivamente, tantos años después, a ningún otro.

No es necesario comentar el partido de ayer. No al menos en profundidad. No difiere mucho de cualquier otro a pesar de que el rival diera para que mayores ríos de tinta corrieran en este blog. Inglaterra esperaba enfrente, tiempo después de la escabrosa situación del Bernabeú y de la ya olvidada negativa de la Federación inglesa jugar en el campo madrileño. Es agua pasada. No hay manera mejor de acallar a un rival en cualquier aspecto que otorgándole un precioso baño de fútbol, un regalo para la vista. A pesar de las complicaciones iniciales, comunes para España puesto que el resto ya sabe a qué se enfrenta, la selección supo reponerse y mejor aún, supo adaptarse a las circustancias. Es cierto que cuando se tiene una filosofía con la que morir, conjugado con una calidad colectiva irrepetible, los éxitos llegan, pero la filosofía está para adaptarla. Y cuando el equipo contrario axfisia, España tiene los sufientes recursos más allá del toque aburrido para el rival y glorioso para el aficionado al que el combinado nacional nos acostumbra. Se aferra a algo más que eso. A una contra probable. A un orden notable. A Villa.

Villa abrió la escasa lata que tenía Inglaterra en su interior. Para entonces, mediada la segunda parte, España no jugaba lo mejor que podía. El extraño planteamiento de Del Bosque, con la banda derecha abandonada exclusivamente para Sergio Ramos y con Xabi Alonso y Senna compartiendo centro del campo, provocó que un desorientado Xavi —lo cual es sí mismo es una contradicción— no engranara como suele el equipo. Torres, notablemente bajo de forma, no se enteraba parcialmente de nada y Villa estaba relativamente perdido en el extraño planteamiento del nuevo seleccionador. Inglaterra, pasito misi pasito misa, mantenía el tipo e incluso planteaba ciertos problemas por su lateral izquierdo, con Ashley Cole y Downing. Sin embargo, a pesar de la visible incomodidad del equipo en su totalidad, los escasos destellos de estilismo sirvieron para que, Villa, en una obra genial, adelantara al conjunto nacional.

De ahí al paraíso. Lo que vino en la segunda parte fue un recital del hoy por hoy mejor centrocampista del mundo y para un servidor, uno de los mejores jugadores españoles de la historia sino el mejor. Hablo de Xavi. Ni Ronaldo, ni Messi, ni Kaka' ni Torres. Que me disculpen el resto de nominados al FIFA World Player pero yo me quedo con Xavi. Juega a otra cosa. Vive en otro mundo, mejor, por supuesto. De su cabeza nacieron los mejores momentos de España que humilló literalmente a Inglaterra, impotente ante tal demostración de calidad de los de Del Bosque. Y junto a Xavi, Iniesta, Xabi Alonso, Senna, Silva y demás gente preparada, destinada más bien, a hacer del fútbol un deporte creado para el entretenimiento de la masa. Cuando España juega, el fútbol, definitivamente, es el opio del pueblo. Por ende, la mejor defensa es un buen ataque. No sirve de nada replegarse atrás. No sirve de nada tildar de antiguos a aquellos que ven en el conservadurismo la antítesis del fútbol ententido como espectáculo. No sirve de nada todo ello cuando al tiempo que te humillan, te dominan, te ganan, al tiempo de todo ello decíamos, se defienden inquebrantablemente. España no sufrió atrás. No lo hizo porque quien posee el balón, posee el fútbol. Y, hoy por hoy, quien posee el fútbol es Xavi.

Vía | Más que Fútbol
Imagen | El Mundo

Más que Fútbol ● 2009

2 Comentarios:

Dani Jerez dijo...

Tenemos un gran equipo, pero me atemoriza que la prensa ya está subiendose a la parra, ya están echando a volar las campanas de manera demasiado forofista.

Hacemos un buen fútbol, posiblemente el mejor en estos momentos, pero no me gusta un pelo que se les dore tanto la píldora porque al final se lo van a acabar creyendo y durmiendose en los laureles.

Un saludo de cibermadridista.blogspot.com

Nicolás dijo...

Yo le quito el "probablemente". España, hoy por hoy, es la mejor seleccion del mundo. Su estilo de toque ya es conocido por el resto, sin embargo parece dificil de contrarestar. Y ahi esta el merito.
Un abrazo Andres.

www.dalepelota.blogspot.com