martes, 1 de mayo de 2007

Dulce Condena (Liverpool 1 - 0 Chelsea)


Yo, de pequeño, soñaba con la Copa de Europa. Muy simple, y muy común. El problema es que sigo soñando con ella. Es la competición de mis sueños, tenga 8 años o tenga 50, porque permite soñar, permite soñar despiertos, y sobre todo, permite que nuestros sueños se hagan realidad.

Ninguna otra competición en el mundo es capaz de hacer nuestros sueños realidad. Ese gol, bien de chilena bien tras dejar en el camino a tanto inglés (Victor Hugo Morales dixit) en el último minuto que le da la victoria a tu equipo, es posible en la Champions. El Mundial es otra cosa, es más efervescente pero menos mágico, no encierra tanta mística y tanta espiritualidad como lo pueda hacer la Copa de Europa. Es en esta competición en la que podemos contemplar cómo equipos chocan contra su historia, se crean barreras invisibles, mientras otros se lanzan al estrellato apoyados por su historia y sobre todo por su afición.


Sí, el Chelsea es el primero, y el Liverpool el segundo. El Chelsea se convirtió equipo grande el día que un magnate ruso enriquecido por el petróleo le hizo de oro. Fichajes, clase, calidad y un entrenador serio que es más y sobre todo se cree más que sus estrellas, indispensable para controlar un vestuario que bien podría estar inflado de ego y altanería. No lo está y no es por la mano del portugués.
EL Chelsea tiene una barrera moral, una trampa psicológica que le va a costar mucho quitarse de encima. En 4 años ha llegado tres veces a las semifinales y ha caído en otras tantas. No es cuestión de equipo, ya que el Chelsea tenía mejor equipo en sus tres cruces. Es cuestión de afición, es cuestión de historia, pero sobre todo es cuestión de sueños.

La Copa de Europa se cimienta en los sueños, y los cimientos del Liverpool son los más fuertes de Europa. Leí una vez que los jugadores antiguos del Liverpool creían que The Kop aspiraba los goles. Nunca me lo creí. Me demostraron que era cierto en 2005 y me lo han vuelto a demostrar esta noche.
El Chelsea es un gran equipo ojo, y a base de insistir estoy seguro de que en un futuro ganarán una Copa de Europa, necesitan que su historia les pese, necesitan un The Kop. El Liverpool la tiene.


Llegaban los blues con ventaja a Anfield. La táctica de Mourinho estaba clara, atrás, lo más cerca de Cech posible y salir a la contra con un Drogba que tenía que coger todas. El problema es que Anfield se pegó cantando 20 minutos, minutos en los que el Liverpool se salió.
En defensa, Drogba no se llevó ninguna gracias a un gran Agger y a un buen Carragher en las coberturas, en el medio Gerrard pudo con todos, Mascherano se consagró y Zenden estorbó lo suficiente. Y arriba Kuyt no paró de correr ni Crouch de pelear en vano. El Liverpool dominaba (71% - 29% posesión) y el Chelsea no se encontraba. Tenían un zumbido en la oreja preocupante, la grada, que les atormentó hasta que en el 22' tras jugada ensayada Agger marcó.

Con la eliminatoria igualada, al Chelsea le tocó golpear. Pasó a tener el control del juego, Lampard presente, y a incomodar seriamente la meta de Reina. Drogba primero, Essien (con la espalda) después y finalmente Lampard desde un tiro en la banda izquierda demostraron que el Chelsea no iba a regalar el partido.
Y no lo hicieron, en la segunda parte la superioridad de los londinenses se hizo patente definitivamente aunque no consiguieron tener las mejores oportunidades. Curiosa paradoja, cuando el Liverpool más se ahogaba era cuando más daño hacía. Kuyt al larguero tras impresionante testarazo, y posteriormente Crouch de la misma manera metieron el miedo en el cuerpo de los blues. La cosa quedó en a ver quién era el que más miedo tenía, y en esas circunstancias apareció Xabi Alonso para rescatar un mediocampo que se sostenía gracias al impresionante Mascherano.


Así que los 20 últimos minutos fueron más miedo que otra cosa. Si acaso una ocasión clarisima de Drogba y una más en el último minuto a la que no llegó. Fin. Prórroga, más miedo, más gemelos cargados, más de Essien el magnífico, al que esta noche sólo le ha faltado la capa para volar.
El Liverpool a lo suyo, atrás, pero misterios de la vida, más peligroso que el Chelsea. Lanzó Alonso, paró Cech pero con rebote, llegó Kuyt, marcó y levantó el brazo el linier. ¿Fue? Unos dicen que sí, otros que no. Ahora no importa.
La segunda parte de la prórroga para borrarla del vídeo, normal, demasiado miedo, ambos pactaron unos penaltys que decidirían el finalista.

Y fue el Liverpool. Ganó Anfield, primero y sus jugadores después. Ni cinco minutos de descanso, gargantas afónicas, nervios a flor de piel, uñas acabadas, pero seguían cantando cada vez con más fuerza. Reina se irguió como héroe de Liverpool, paró dos, el Liverpool metió todos.


Está condenado a ser grande en Europa. Al igual que estaba condenada España sin representación en estas semifinales. Saben, a mi no me entristece aunque a muchos sí. No he echado de menos al renqueante Barça, ni al rancio Madrid, ni al especulador Valencia.
Esto es fútbol, en estado puro. Gracias Inglaterra por regalarnos unas semifinales como éstas, no hay nada comparable. Gracias Chelsea, gracias Liverpool por condenarnos sin representación española. Dulce Condena.

Fotos | La Gazzeta dello Sport

8 Comentarios:

Prismatico dijo...

Hola tu cronica refleja el sentimiento de tu equipo que no precisamente es Ingles, muy bueno de verdad, igual que el blog es por eso que te he hecho un pequeño banner , lo puedes tomar del blogroll, salu 2 y suerte.

Anónimo dijo...

Ha ganado mi favorito. El Chelsea, sobre todo la mentalidad que transmite Mourinho, atenta contra la vistosidad y la alegría del fútbol.

No estoy en contra de la táctica y la estrategia de encerrarse atrás, pero eso queda para equipos con pocos recursos, no como para semejante presupuesto con el que cuenta el Chelsea.

Anónimo dijo...

Pues cierto, dulce condena la que vivimos ayer en Anfield... si estaban los dos equipos ingleses allí por algo sería.

Ayer todos soñamos con estar allí, con cantar el "YOU'LL NEVER WALK ALONE" y sobretodo con ver un buen partido... y la verdad es que a veces los sueños se hacen realidad.

Lovenkrands dijo...

Yo creo que se puede decir con pocas palabras. No perdio nadie, Gano Anfield. Un saludo amigo, buen post =)

zaragocista dijo...

Anfield puso el ambiente previo, la magia, el orgukllo indomable...

Y luego entre Mascherano, Gerrard y Kuyt se encargaron de alimentar el sueño. Finalmente Reina lo corroboró y Anfield explotó.



Salufdos crack.

Nicolás Ribas dijo...

Grande Liverpool, grande Reina, grande el estratega Benítez, go Reds!!! A por la final!!!

Me alegro un huevo y parte del otro, Benítez ha vuelto a demostrar que es mejor que Benítez, grandísimo planteamiento táctico y del partido, no quería que el Chelsea ganara esta Champions por nada en el mundo.

Ahora veremos que nos depara la otra semifinal, espero que pase el Milan y veamos la final de hace dos años.

Fernando Figueroa dijo...

Tan Cerrado, tan atras, tan contragolpeador, tan esperando lo que haga el rival, tanta mezquindad del Chlesea nova de acuerdo con la Alegría y Vistosidad de Anfield.
Bien por Liverpool aunque creo que la final la gana Milan

Stubbins dijo...

A cualquiera eso de que Anfield mete goles le puede sonar a sandez propia de titulares mediaticos.

No amigos. Ayer tuvieron una nueva demostración (la enésima) de lo que es Anfield

THIS IS ANFIELD.