sábado, 16 de diciembre de 2006

Historia del Fútbol: los Bayern-Madrid (I)



La vida está llena de amores y odios. El fútbol es vida. El fútbol está lleno de amores y odios, es decir: de duelos.

No hay que caer en la suculenta tentación que supone relaccionar duelo con partido. Un partido es un enfrentamiento entre dos equipos luchando por llevarse la victoria, y con ese objetivo como meta única, el partido se juega en campos normales, con aficionados normales, con motivación normal, con equipos normales.
El duelo es diferente. Transciende más allá del simple partido de fútbol, llega a el alma de aficionados y equipos, consigue un ambiente único y maravilloso por el cual todo el mundo desea que empiece cuanto antes. Esa sensación que tienes las horas anteriores al duelo, deseando que empiece la hora (20.45) planificandote el día hasta esa hora, abandonándo cualquier tarea para ver el partido, sea cual sea (la tarea). Y sobre todo, esa sensación al verlo de estar presenciando cada minuto un partido histórico, de esos que se te quedan grabados en la memoria, de esos de los que hablaras al día siguiente con tus colegas tratándolo como si fuera una épica historia de Homero.
Eso es el duelo.
Los duelos son entre selecciones, clubes nacionales, clubes internacionales, equipos de barrio, patio del recreo o casados contra solteros. Pero siempre tienen ese ambiente especial. El día y la hora señalados, sabes que a esa hora no existe otra cosa que no sea el duelo.

No hay mejor duelo entre clubes internacionales que el Madrid-Bayern, Bayern-Madrid, no importa el orden de los factores, el producto siempre es el mismo: Fútbol. Y por fútbol no hablo de juego desplegado, sino de sensaciones, de rivalidad histórica, de la Copa de Europa. Más de treinta años a la gresca entre Munich y Madrid, han conseguido que cada vez que se enfrentan todo el mundo esté atento. En Munich celebran cualquier derrota del Madrid sea contra quién sea y siempre están atentos a lo que los merengues hacen. En Madrid siempre desean lo peor para su rival y nunca dejan de mirar la clasificación alemana para comprobar el estado de su rival, ante el que tarde o temprano se verá las caras. Porque no habrá cuatro años sin un Madrid-Bayern decente. Es como el Almendro por Navidad: siemrpe vuelve.
Y no importa que sea Champions, UEFA, Supercopa, o amistoso, a ninguno deja indiferente el duelo.
¿Y porqué ésta rivalidad? Quizá porque sean (junto con el Milan y Liverpool) los dos mejores equipos de la historia Europea, ninguno tiene tantas Copas de Europa como ellos (13 entre los dos).

El primer enfrentamiento fue el 31-3-1976 en el Santiago Bernabeú. LLegaba el Súper-Bayern a la capital española tras haber conseguido dos Copas de Europa en ediciones anteriores y tras eliminar a un Benfica lejos de lo que fue. Eran las semifinales y una buena oportunidad para que el Madrid volviera a ganar la Copa de Europa tantos años después. Era un Bayern espectacular, uno de los mejores equipos de la historia plagado de estrellas que hacía dos años que se habían proclamado campeones del mundo y que en ese mismo año perderían la Eurocopa en la final, Müller, Maier, Rummenigge, Hoeness y sobre todo Beckenbauer.
El partido acabó 1-1, pero eso no fue lo destacado. Finalizado el partido un individuo "El loco del Bernabeú" saltó al campo y Müller y Linemayer (árbitro) acabaron en el suelo golpeados por él. En un principio la UEFA sancionó al Madrid con un año fuera de Europa pero finalmente se quedó el castigo en tres partidos fuera del Bernabeú.
En la vuelta el Bayern venció 2-0, dos goles de Müller. Amancio cabreado e impotente ante lo que fue su último partido en la Copa de Europa, le pegó un patadón a un balón que pasaba por allí y que no estaba en juego, y al tener una amarilla se fue a la calle expulsado.

En 1980 y en lo que se puede considerar una de las derrotas más dolorosas del Madrid, el Bayern le endosó 9 (¡!) goles a los blancos. Cierto es, era pretemporada, pero nueve goles en pretemporada o en Copa de Europa siguen siendo nueve goles. Al terminar Boskov, entrenador del Madrid, dejó su histórica frase: "Prefiero perder un partido por nueve goles a perder nueve por un gol".
Tardaron un tiempo en volver a verse las caras, solo alterado por el Trofeo Santiago
Bernabeú en 1981, cuando el Bayern plantó al Madrid en el campo por creer injusta la expulsión de Rummenigge a manos de Pes Pérez... Siempre tozudos los alemanes.

Pasaron los años, y el 8-4-1987 el Madrid visitaba el Olympiastadion de Munich. Allí esperaba el Bayern de Pfaff, Brehme, Matthäus, y los incombustibles Rummenigge y Hoeness, que estuvieron presentes en la mitad de los duelos.
El Bayern le endosó un soberano 4-1 a un Real, desesperado. Y claro, Juanito desesperado es mucha testosterona y poco cerebro: Para recriminar a Matthäus una entrada a Chendo, en vez de dialogar, prefirió optar por la vía rápida y pisar la cabeza del teutón. Expulsado, cinco años de sanción y la última vez que jugó un partido de Copa de Europa... y ya van dos igual.
El veintidós de ese mismo mes se jugaba la vuelta. Un milagro necesitaba el Madrid del Buitre para pasar las semifinales (otra vez). No lo hubo, y gracias a Pfaff, que paró TODO, y fue de nuevo la bestia negra de un equipo español. Y como estaba siendo un Madrid-Bayern demasiado normal Augenthaler agredió a Hugo Sánchez, y cuando iba de camino a los vestuarios expulsado, le saco los cuernos al Bernabeú, con su follón correspondiente.

Al año siguiente se enfrentaron otra vez en Cuartos, y esta vez pasó el Madrid, tras remontar un 3-2 de la ida en Munich, ganando 2-0 en casa. Complejos fuera para un Madrid que necesitaba una Copa de Europa pronto como el comer, eran demasaidos años en semifinales, y sería uno más...

Y así entramos en la época más moderna, de partidos que yo he visto. Siguiente post.

3 Comentarios:

zaragocista dijo...

Muy bueno.

Sin dda es un clasico del futbol europeo. Y este año otra vez, aunque veo una superioridad clara del Madrid.

Saludos.

Anónimo dijo...

Muy buenbo y completo. Ya viene siendo habitual esta rivalidad Bayern-Madrid. Seguro que Kahn calentará el partido y veremos mucha batalla en el campo.
Saludos