Como los Rolling: buenos pero viejos

Creía que iban a llegar más lejos. Pero no, se quedaron en la primera fase. La República Checa se va a casita despúes de jugar tres partidos, el primero ganado (de paliza) y los otros dos perdidos por el mismo resultado (2-0).
Los checos venían al Mundial en condición de debutantes, y como una de las selecciones de nivel secundario que podía dar la sorpresa. Ya en la Eurocopa 2004 dieron el campanazo superando el grupo de la muerte ganando a Holanda, Alemania y Letonia y dejando fuera a los Alemanes. Llegaron hasta las semifinales desplegando el mejor juego y en ellas se encontraron su antítesis, los griegos del cerrojazo y contrataque, por los que fueron eliminados.

En aquella selección jugaron Nedved (31), Poborsky (32), Galasek (31), Koller (30), ya estaban en la recta final de sus carreras y si a eso añadimos dos años más obtenemos un equipo pasado de edad, a pesar de que sean todos buenísimos: un balón de oro, uno de los mejores extremos derechos de los 90, un delantero gigantón pero inteligente y bueno técnicamente y un mediocampista para todo. Cierto es también que se mezclaban con juventud, Rosický, Plasil, Cech, Baros, Rozhenal, Jankulovsky, pero esta vez no ha sido suficiente.

El primer partido frente a EEUU fue un recital de juego y goles, Rosický destacó por encima de todos marcando dos goles y haciendo un partidazo, Nedved estuvo perfecto, Koller hasta su lesión fue una pesadilla, todo parecía perfecto para el siguiente partido. Pero frente a Ghana sucedió, perdieron. Bruckner decidió sacar a un solo mediocentro defensivo y eso ante el mediocampo de Ghana (Essien, Appiah, Muntari) es inferioridad evidente.
Así paso que si no cayeron más goles fue porque a Cech le dió el día de demostrar que es uno de los mejores porteros del Mundo. Contra Italia los checos se jugaban la clasificación, si perdían automáticamente se iban.
Un equipo sin mediocampo definido, sin delantero puro (Baros no lo es) y con demasiados años encima cayó ante la Italia cínica de Cannavaro, hoy por hoy el mejor defensa del mundo.

La primera decepción del torneo, el fin de una generación de oro para los checos. Como los Rolling Stones, buenos pero viejos.